Yoni Camacho: «El flamenco, como el euskera, es un tesoro que todos debemos disfrutar»
Cantante de sonakay ·
Larratxo acoge este sábado el concierto del grupo de flamenco en euskera, que presenta el disco 'Sonakay guztiekin'Dos años después de resultar finalistas en el programa 'Got Talent', el grupo donostiarra publicó durante el confinamiento un segundo álbum repleto de colaboraciones. Mañana ... en el centro cultural Larratxo (18.30 horas, 5 euros) actuarán sin invitados, ajustándose a las medidas contra el Covid y con un repertorio más sosegado.
Publicidad
– ¿Por qué han titulado la función 'Herri erroak, euskararen hegoak'?
– Porque el repertorio será casi íntegramente en ese idioma. Haremos varias versiones y algún tema propio. También cantaré alguna pieza en castellano a modo de 'omenaldi' a José de Pasaia, compositor que colabora con nosotros. Queremos aprovechar y que la actuación sea un homenaje a la gente de Larratxo, Altza y Pasaia... Nosotros somos de Errenteria y hemos pasado mucho tiempo allí. Queremos dar a la gente un poco de lo que nos falta y que pase un rato agradable escuchando música y disfrutando del ocio, porque poco a poco nos lo están quitando cada vez más.
– Una de las pocas cosas buenas de la pandemia es que quizá han tenido más tiempo de aprender euskera...
– Sí, estoy yendo unas horas al euskaltegi los lunes y los miércoles. Tengo una pequeña cojera con las 'aditzak', los plurales en pasado, las 'baldintzak' como 'gintuzkete'... Ya no me conformo con entenderlo, quiero hablarlo, poder hacer entrevistas como esta en euskera, aportar mi granito de arena para que un tesoro así no se pierda... Entre nosotros procuramos hablarlo y Beltza, el bajista, es quien mejor lo controla. Si no sé una palabra, no tengo vergüenza y enseguida la pregunto.
– Iker Lauroba les escribió 'Izarrak', su primer tema original en euskera. ¿El objetivo sería componer usted en esa lengua?
– Todo lo que hace Iker es pura crema, pero nos gustaría ser capaces de escribir nuestras propias letras. Cantar en euskera es muy difícil porque en el flamenco las vocales se alargan para hacer el quejío. Y como en euskera muchas palabras terminan en consonante –'dakit', '-ez', '-tz'...–, la vida se me complica tremendamente y sufro esguinces en la lengua. Axular, nuestro técnico y productor, me ha ayudado a pulir la pronunciación, a respirar mejor... Porque cuantas más consonantes tiras, más aire expulsas por la boca, y se necesita colocar de otra manera la voz. Cambiar el chip es un trabajo costoso, pero el proceso es muy bonito.
Publicidad
– En una entrevista previa decía: «En el futuro cantar flamenco en euskera dejará de ser una 'flipada'». ¿Va cambiando la situación?
– Sí, se va normalizando. Por un lado, la gente ya no se sorprende de ver a gitanos que cantan en euskera, y por otro, hemos notado cambio y aceptación en el ámbito flamenco. Ven que hacemos un flamenco nuevo que no suena como el de Madrid, Sevilla, Barcelona o Jerez. A veces nos dicen «¡Sonáis como los de los troncos!» porque nos relacionan con el sonido de la txalaparta. En ese sentido, nuestro flamenco no se parece al de nadie, es una de las cosas que más nos enorgullecen. La gente de Euskadi ha descubierto que el flamenco es algo rico, del mundo, no sólo de España o del sur... Igual a los gitanos se nos da mejor o lo defendemos con más arte, pero el flamenco no es de nadie, es de todo el mundo, patrimonio de la humanidad, un tesoro igual que el euskera que debemos disfrutar todos.
– En 'Sonakay guztiekin' cuentan con múltiples colaboradores: Ketama, Urko, Iñaki Salvador y María Berasarte, Omar González Mesa, Golden Apple Quartet...
– El primer disco lo hicimos en diez días con voz, una guitarrita, bajo, un poco de percusión y unas palmas. El segundo, en cambio, ha sido una apuesta de largo alcance con un montón de colaboraciones, tanto de referentes de la música vasca como de gentes del flamenco no tan conocidas. Queríamos no sentirnos tan solos y reflejar lo que somos: artistas versátiles capaces de mezclar y fusionar sin perder nuestra esencia e incorporando el euskera a las canciones.
Publicidad
«A veces nos dicen '¡Sonáis como los de los troncos!' porque nos relacionan con el sonido de la txalaparta»
– Tienen versiones como 'Agur Euskal Herriari', de Urko, o 'Xalbadorren heriotzean', de Xabier Lete, que han adaptado en clave insólitamente festiva...
– Se nos resistía y la sacamos en el estudio en el último momento. Al principio la hicimos solo con palmas, como en algunas canciones populares de Camarón, Morente o Mercé. Yo canté por bulerías muy de Jerez, el grupo empezó a jalearme, nos miramos y vimos que lo teníamos de la manera menos rebuscada y dándole totalmente la vuelta a un tema que suele cantarse en los funerales pero nosotros hacemos como si estuviéramos de juerga. Es algo que ocurre mucho en el flamenco, donde casi todas las canciones son de desamor, pérdida y melancolía pero muchas veces se cantan en un tono alegre.
Publicidad
– ¿Qué otros temas les gustaría versionar?
– Nos encantan los clásicos de la canción vasca (Laboa, Lertxundi, Urko...), pero no queremos quedarnos estancados siempre en lo mismo. Estamos intentando hacer 'Laztana', de Latzen, porque somos muy rockeros y 'morenteros': el disco 'Omega' nos sirvió para ver cómo pueden mezclarse rock y flamenco. Igual también nos animamos con 'Korapilatzen', de Olatz Salvador, lo cual no quita para que un día nos animemos con 'Eperrak' u otros temas más tradicionales.
– ¿Hacia dónde va Sonakay?
– Cuando fichamos por la promotora Syntorama, en el segundo concierto tuve la osadía de ver cuánto faltaba para el fin de gira y vi que nos quedaban 39 bolos. Me entró el acojono y me quedé sin voz, así que no queremos echar la vista muy lejos, sino pasar tiempo juntos, componer muchas canciones propias y trabajar en un tercer disco potente.
Publicidad
– Y capear la pandemia como se pueda...
– Eso es. En la medida de lo posible, seguimos tocando y ensayamos todas las semanas con la autorización pertinente. Tocamos respetando la distancia, usamos mascarilla, gel, etc. Procuramos cuidarnos entre nosotros por motivos de salud y por trabajo.
–¿Y los conciertos cómo son?
– Se hace cuesta arriba ver a la gente sentada y con mascarillas en lugar de bailando en ambiente festivo: no les ves la sonrisa, ni si cantan ni si te dicen 'olé'... Hemos adaptado el repertorio a las circunstancias para emocionar lo justo, hacer unas pocas cosquillas, no muchas, para que a la gente no le dé pena no poder bailar.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión