«En este disco la voz de Dylan me impactó de verdad»
El ex Duncan Dhu habla de su nuevo EP 'Malo ni bueno' y de cómo el cantautor de Duluth ha influido en sus composiciones
Ya dijo su compañero y amigo Mikel Erentxun que Diego Vasallo (Donostia, 1966) se encuentra en su mejor momento, como así lo corrobora su nuevo trabajo 'Malo ni bueno'. Un EP (extended play) con alma de LP (long play), es decir, un mini álbum de cinco temas con vocación de disco. «Esta vez me han salido canciones muy largas», admite su autor, quien acostumbra a definir esas composiciones alejadas de la estructura estrofa-estribillo como «canciones-río».
«No compañías. No distribución. No marketing. No problemas», así es este trabajo autogestionado que, por primera vez, estará únicamente disponible en el Bandcamp del artista. Una decisión casi revolucionaria que conforma su «pequeño granito de arena en contra del abuso absoluto de las plataformas hacia los creadores».
Y en su interior, cinco universos en cinco canciones. Desde la atmósfera experimental de 'De este lado', al perfil rock de 'Malo ni bueno', del folk acústico de 'Quiero lo que no se puede' al sonido fronterizo y sureño de 'Nuestro infinito'. «Fer García y yo queríamos hacer algo diferente, con más trabajo de capas y ambientes y una producción más compleja y contemporánea», dice.
«No tenía planeado hacer un disco en estos momentos». Porque el germen nació de dos canciones que se habían quedado fuera de su anterior y reciente producción 'Caemos como cae un ángel' (2022). «Les dimos la vuelta totalmente y eso me animó a escribir tres más, pero esto surgió casi por casualidad».
Temas largos, en los que la letra se impone a la música con textos que no se repiten y que «fluyen todo el rato hacia adelante», al modo de su adorado Bob Dylan quien permanece siempre presente en la pluma del compositor donostiarra.
Un maestro absoluto
«Esto, evidentemente, no lo he inventado yo y la referencia más evidente está en él, que es maestro absoluto de ello». Y por ahí van los tiros cuando se trata de recordar cuál es la música que ha marcado su vida. Sin ser uno de los más famosos de Dylan, Vasallo reconoce que es uno de sus favoritos.
Ni 'Highway 61 Revisited', ni 'Blonde on Blonde', ni 'Nashville Skyline' (aunque también). Hay que dejar los 60 y viajar a finales de siglo para encontrar el disco de su vida. «'Time Out of Mind' me dejó flipado –y añade–, sobre todo porque descubrí cómo su firma en las canciones podía ir acompañada de una producción fascinante».
Un álbum con grandes dosis de blues experimental –y alguna balada «marca de la casa»– en el que la mano del productor Daniel Lanois lo lleva mucho más allá. «Tiene una magia sonora, una oscuridad profunda y un ambiente de majestuosidad de los instrumentos... fue en este disco que la voz de Dylan me impactó de verdad. No sé si cantó de otra manera o qué fue».
Tanto le golpeó que pocos años después, en el 2000, ese sonido le abrió nuevas ventanas desde las que escribió 'Canciones de amor desafinado'. Precisamente, la primera vez que escuchó en directo al de Duluth fue cuando este estaba girando con la presentación de 'Time Out of Mind'.
«En Madrid y me gustó muchísimo». Todavía entonces Dylan tocaba la acústica y su banda extraía ese sonido «rudo» que a Vasallo le fascina. «En concierto improvisan mucho, se ve cómo los músicos le siguen como él quiere. Me produce un enorme respeto que un músico en esta fase de su carrera asuma estos riesgos y no se acomode».
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