Álex del Toro, el pasado lunes en las terrazas del Kursaal, donde ofreció su primera sesión de DJ en cinco meses. JOSE MARI LÓPEZ

Álex del Toro: «Algunos creen que sólo hay contagios de noche o en actuaciones musicales»

Tras cinco meses sin actuar, el DJ y productor donostiarra Álex del Toro analiza las dificultades a las que se enfrenta su sector

Viernes, 14 de agosto 2020, 07:52

«155 días sin actuar». Álex del Toro lleva la cuenta exacta del tiempo que ha pasado sin pinchar: «El 7 de marzo fue ... la última vez». Cinco meses ha pasado en el dique seco el DJ y productor donostiarra desde que se declaró el estado de alarma y hasta el pasado lunes, cuando volvió a ofrecer su música en las terrazas del Kursaal, dentro de la programación de agosto organizada por el Ayuntamiento de Donostia. En su atípica sesión, se cumplieron todas las medidas de seguridad (mascarilla, lavado de manos distancia social...), al estilo de las que rigieron las actuaciones gratuitas del último Jazzaldia: «En ningún otro lugar de la ciudad he visto un protocolo tan estricto».

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«He estado muy a gusto, pero con un sentimiento agridulce de felicidad y tristeza. Felicidad por volver a pinchar después de tanto tiempo, y tristeza por la situación en la que nos encontramos y la frialdad del asunto», relata a este periódico Álex del Toro unas horas después de la función. «Llevo años abriendo o cerrando la Semana Grande y habitualmente suelo actuar para 2.000 o 3.000 personas concentradas en el exterior del Kursaal, mientras hoy habría sólo un centenar. La selección ha sido acorde con la situación para no incitar al baile ni a la fiesta. También suelo ambientar actos más tranquilos en lugares como el hotel María Cristina, pero a lo que estoy más acostumbrado es a pinchar en ambientes nocturnos, y es raro hacerlo ante gente que te mira como si fueras el actor de una obra de teatro y que, sobre todo, no baila», revela.

Álex del Toro no sólo es DJ residente de Gu, club ubicado en el Náutico de Donostia, sino también animador de la alfombra roja del Zinemaldia y agitador de mil y un saraos. Pero como a otros tantos colegas de oficio, la pandemia le ha dejado totalmente descolocado y con «cero ingresos» desde marzo. «Este ha sido mi primer show en cinco meses, pero no sé cuándo será el siguiente», asegura el músico, que aprovecha el parón para «descansar, estar más con la familia, trabajar en el estudio y vivir el verano de otra manera», porque en quince años no ha tenido ni un solo verano libre. «Estoy más moreno que nunca», bromea.

«Este ha sido mi primer show en cinco meses, pero no sé cuándo volveré a tener la oportunidad de hacer el siguiente»

Mientras, Álex del Toro acaba de lanzar su quinto single, 'Burning Love', un contagioso tema de onda disco-soul con vocación de rompepistas cantado por Noa VD, del grupo Noa Voll Damn & The Hell Drinkers. Por supuesto, no lo incluyó en el repertorio del lunes porque una canción así «no cuadra a mediodía», pero se la reserva para pincharla si, más pronto que tarde, las mascarillas y los aforos reducidos se convierten en un mal recuerdo. «Ahora mismo, la situación en los clubes nocturnos es complicada. He tenido unas pocas ofertas para trabajar de noche, pero ante la duda de que puedan cumplirse a rajatabla las medidas de seguridad, las he rechazado», confiesa.

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Por supuesto, Álex del Toro no es ajeno al estigma que pesa sobre el ocio nocturno como foco de contagio del Covid-19, pero el donostiarra cree que «pagan justos por pecadores» porque en general, «hay profesionales que lo están haciendo de maravilla», aunque luego la gente se quede sólo con casos «puntuales» como el del DJ que hace unos días escupió licor sobre el público de una fiesta en Torremolinos. A su juicio, es una «desgracia» que haya sucedido eso por el riesgo que supone para la salud y porque da excusas a quienes estrechan el cerco sobre el ocio nocturno, que hoy más que nunca precisa de la «responsabilidad» de empresarios, artistas y clientes. Además, subraya la «incongruencia» que supone ver un autobús repleto de gente cuando en las funciones musicales rigen las más estrictas medidas de seguridad: «Al parecer, algunos creen que el virus sólo se transmite de madrugada o en las actuaciones».

Reinventarse

Y ante una situación tan «delicada», sólo cabe la reinvención. En Gu, donde ejerce de DJ y asesor musical, han renunciado a las fiestas nocturnas porque con la obligación de cerrar a las 1.30 horas no les compensa. Por ello, han apostado por potenciar las tardes en ambientes más relajados que permiten controlar mejor la afluencia y los protocolos sanitarios porque «lo primero es la salud». Del Toro se siente «afortunado» pese a llevar meses sin ingresos porque puede tirar de ahorros y volver a casa de sus padres le permitiría capear el temporal. Tampoco descarta volcarse en el marketing –es licenciado en ADE– o explorar «cualquier fórmula» que le permita «seguir trabajando en esta nueva realidad».

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Aunque el viento sople en contra de cualquier DJ, Álex del Toro se mantiene «positivo y optimista». «Soy curioso y salsero, he tenido trabajos muy distintos y ya me buscaré la vida. Ahora toca adaptarse a las circunstancias, luchar para no ir marcha atrás en lo sanitario y confiar en que volveremos tarde o temprano, reinventándonos y luchando para que esta realidad sea cuanto antes mejor», concluye.

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