Borrar
La actriz y cantante Robin Torres encarna a Ana Torroja en el homenaje a Mecano que el Kursaal acogerá en febrero. DV

El 'ataque' de los clones o la fiebre de los conciertos-tributo

La rentabilidad, el deseo del artista de actuar en directo y la satisfacción rápida del público explican el auge de homenajes como los que acogerá el Kursaal en un mes: The Beatles, Abba, Queen, Supertramp, Mecano y Tina Turner

Domingo, 12 de enero 2020, 07:42

Comenta

Para algunos son verbenas de pueblo más o menos sofisticadas; para otros, una oportunidad de recuperar en directo la música de ídolos desaparecidos o inalcanzables. Sea como fuere, de un tiempo a esta parte los denominados conciertos-tributo, ejecutados por bandas que imitan a nombres míticos de la historia, se han multiplicado exponencialmente.

Prueba de ello es que desde el sábado y en menos de un mes, el Kursaal acogerá media docena de espectáculos de ese tipo: 'The Mersey Beatles', 'Gimme Gimme Abba', 'Rhapsody of Queen', 'Covertramp', 'Hija de la Luna-Homenaje a Mecano' y 'Tipically Tina'. Si a ello le sumamos la actividad de salas como el Doka, que suele programar funciones de esta clase, el 'ataque' de actuaciones clónicas podría equipararse con una febril inflación que refleja algo incuestionable: la nostalgia es uno de los valores más rentables de las programaciones musicales.

A fin de analizar el fenómeno, este periódico ha contactado con cuatro personalidades que lo conocen desde distintas perspectivas: el programador Miguel Martín; Elisenda Moreno, de NK Producciones; la cantante hernaniarra Ainara Ortega, y la artista sevillana Robin Torres, que encarna a Ana Torroja en el concierto dedicado a Mecano.

«El tributo ha descarrilado»

Miguel Martín, programador musical de Donostia Kultura y Kursaal Eszena, cree que «no son la opción más creativa», pero respeta los homenajes que «comercialmente» son «una alternativa fácil para todos». El público disfruta de canciones reconocibles que brindan «satisfacción rápida y directa» y el promotor «no arriesga tanto» para vender un show cuyos músicos no cobran como los artistas conocidos. Además, es «una oportunidad profesional» para ciertos intérpretes, que «entre no hacer nada o hacer del guitarrista de Led Zeppelin», prefieren esto último.

Estas cuestiones explicarían el auge de un fenómeno que es «reprobable», aunque «en algún momento ha descarrilado un poco», con tributos hechos «por cualquier razón» -por ejemplo, el éxito de la película de Queen- sin atender a las exigencias mínimas. «Un homenaje se pueden basar en la calidad de los músicos o en el mimetismo, pero el problema llega con la saturación y el todo vale: por llevar peluca rizada o poner cara triste no eres Tina Turner ni Leonard Cohen. Eso es lo que está degenerando», opina.

«Ana Torroja vio mi actuación y dijo: '¡Mira, soy yo!' Eso quiere decir que estamos haciéndolo bien»

Robin Torres | Cantante, bailarina y actriz

«Tanta abundancia me hace recelar y hoy no programaría ni loco un tributo de Queen, ya hay otros cinco o seis», sostiene Martín. Como programador público, sólo ve interés en tributos no trillados como el que en abril recordará a Simon & Garfunkel en el Victoria Eugenia. El reto es distinguir la calidad de montajes como los que él ha traído en ocasiones puntuales: The Australian Pink Floyd; The Musical Box, asiduos a la ciudad con sus milimétricos homenajes a Genesis, o Holy Holy, que incluía en sus filas a músicos de David Bowie sin necesidad de recurrir a maquillaje ni disfraces ridículos...

«Explosión de emociones»

Elisenda Moreno trabaja en NK Producciones, promotora catalana que llevará al Kursaal los tributos de The Beatles, Abba, Supertramp y Tina Turner. Desde su experiencia de dos años como relaciones públicas, confirma la tendencia al alza de estos espectáculos: «Hay un boom a nivel mundial que se explica por las ganas de revivir una música única de bandas que fueron pioneras en su género».

Los espectadores, cuya edad sitúa entre los 50 y los 75 años, disfrutaron de esas bandas o no pudieron verlas en directo. «Hoy se imaginan cómo pudo ser: se vuelven locos, bailan y disfrutan de una explosión de emociones… Demandan esa música porque les devuelve recuerdos imborrables», añade Moreno, quien ofrece la receta del éxito: «El homenaje debe ser lo más fidedigno posible, tanto en lo referido a la voz como al físico, y la recreación ha de transmitir las emociones del grupo original».

«Hoy se toca a Beethoven, Strauss y Mozart y nadie tacha de oportunistasa las orquestas»

Elisenda Moreno | NK Producciones

Ante las críticas de quienes esgrimen que los tributos se aprovechan del talento y los éxitos ajenos, responde que «un homenaje es algo que se hace con enorme responsabilidad, preparación y talento», al tiempo que considera «válida» la comparación con la música clásica, ámbito que también trabaja NK junto al de las bandas sonoras. «Hoy se toca a Beethoven, Strauss y Mozart, y nadie tacha de oportunistas a las orquestas. Con el pop-rock pasa lo mismo», zanja tras remarcar el «altísimo nivel» de sus producciones.

«Fidelizar y arriesgar»

Hace unos días, Ainara Ortega opinaba en su perfil de Facebook sobre la machacona recuperación del clásico 'Lau teilatu': «Ya no merece la pena crear canciones, no hay salida, trabajo ni ventas, así que se versionan temas de hace 40 años, hay tributos y renacimientos. Los medios y la industria quieren escuchar el sonido de la caja registradora. Es momento de huir». Con más de dos décadas de experiencia, la cantante, compositora y actriz atribuye el repunte de las bandas-tributo a dos deseos: el de los programadores que quieren «llenar las salas» y el de los músicos que anhelan «tocar en directo», algo cada vez más parecido a «una utopía» para quienes hoy crean su propia música.

De hecho, y aunque está lejos de dedicarse profesionalmente al tributo, la hernaniarra ha participado en homenajes a Mikel Laboa e Imanol. «Entre ambos proyectos sumamos ocho músicos y ninguno teníamos bolos con nuestras propuestas personales. Es lamentable, pero tuvimos la suerte de que el festival Loraldia hiciera esos encargos a Iñaki Salvador y Karlos Gimenez», recuerda antes de aclarar que no apostaron por «lanzarse al 'cover'» o versión mimética, sino por hacer un alucinante trabajo de reinterpretación en clave jazz: «Cuando me han propuesto hacer versiones tal cual no he querido. Me parece increíble que el público espere el mismo solo de guitarra y el mismo pum-pum de batería».

Tributo a Abba, 'The Mersey Beatles y tributo a Mercury.
Imagen principal - Tributo a Abba, 'The Mersey Beatles y tributo a Mercury.
Imagen secundaria 1 - Tributo a Abba, 'The Mersey Beatles y tributo a Mercury.
Imagen secundaria 2 - Tributo a Abba, 'The Mersey Beatles y tributo a Mercury.

En un momento en el que la profesión del músico «de clase media» casi ha desaparecido, Ortega defiende la fuerza de colectivos como Musikari Elkartea bajo la creencia de que «como gremio» los artistas deberían ser «más íntegros, solidarios y valientes e incluso negarse a ciertas cosas». También apela a la «responsabilidad» de instituciones, programadores y técnicos de cultura, que han de trabajar para fidelizar al público y arriesgar como hacen en Hernani, Tolosa, Araia o Zumaia.

«Cariño y profesionalidad»

'Hija de la Luna-Homenaje a Mecano' se presenta como una «reproducción clonada del mítico grupo que sobrepasa el tributo». Cada noche, Robin Torres se metamorfosea en Ana Torroja y protagoniza un montaje que respeta al 100% los arreglos originales y la formación musical del 'Tour Aidalai' de 1991. Los 'personajes' de Nacho y José María Cano también cobran importancia y se reproducen tanto la escenografía del montaje primigenio como su vestuario y sus coreografías.

«He visto infinidad de vídeos para acercarme a Ana lo máximo posible en su voz y sus gestos. Es imposible imitarla porque es única pero al coincidir con ella en televisión le enseñé imágenes de un homenaje preparado con todo el respeto y admiración. Entonces me dijo: '¡Mira, soy yo! Qué impresión más rara...' Eso quiere decir que estamos haciendo bien nuestro trabajo», estima.

Torres, que se dio a conocer como concursante de 'La voz', es también actriz y bailarina. Concede que los tributos son una apuesta más segura, pero sólo si se hacen con «respeto, cariño y profesionalidad». A ella le está sirviendo para aprender y dar proyección a su carrera, pues ha comenzado a escribir sus canciones y trata de abrirse camino en la gran pantalla. Mientras, seguirá haciendo girar la rueda del tributo y tras 'Hija de la Luna', a finales de 2020 estrenará otro homenaje a Mecano basado en el tour 'Descanso dominical'.

Próximos tributos

  • 18 de enero: 'The Mersey Beatles'. Kursaal (21.00). 36 euros.

  • 19 de enero: 'Abba Tribute'. Kursaal (19.00). 36 euros.

  • 24 de enero: Chili Pepes. Sala Doka (20.30). 12/15 euros.

  • 25 de enero: 'Rhapsody of Queen'. Kursaal (20.00). Agotado.

  • 26 de enero: 'Covertramp'. Kursaal (19.00). 36 euros.

  • 14 de febrero: 'Hija de la luna'. Kursaal (20.30). 20/25/35/38 euros.

  • 15 de febrero: 'Tipically Tina'. Kursaal (21.00). 36 euros.

  • 2 de abril: 'Bookends: Simon & Garfunkel'. Victoria Eugenia (20.00). 25 euros.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco El 'ataque' de los clones o la fiebre de los conciertos-tributo

El 'ataque' de los clones o la fiebre de los conciertos-tributo