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Las 25 murallas de Gipuzkoa

Las 25 murallas de Gipuzkoa

Un libro de Aitor González Gato ('Murallas de Guipúzcoa') recupera en imágenes las fortificaciones que tuvieron localidades como Donostia, Errenteria, Tolosa, Arrasate o Zumaia

Jueves, 7 de abril 2022

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Donostia - San Sebastián

La capital guipuzcoana contó con dos murallas, una medieval y otra renacentista, según explica en su libro Aitor González Gato. La segunda de ellas perduró más tiempo y es de la que quedan restos. En 1863 se aprobó su derribo aunque hasta 1880 permaneció casi intacto el frente que daba al puerto. Aún queda la Puerta del Mar, hoy más conocida como Portaletas.

Donostia - San Sebastián

La muralla de La Zurriola perduró hasta 1900. Tras la desaparición casi total de dichas construcciones, un Real Decreto de 1925 declaraba Monumento Histórico Artístico Nacional lo que quedaba, incluyendo el castillo de Urgull y sus baterías.

Donostia - San Sebastián

En los años 90 varias excavaciones en la zona de La Bretxa y calle San Juan sacaban a la luz partes de la muralla. Algunas pueden verse en el parking del Boulevard. «Los arqueólogos encontraron grandes y sorprendentes restos del hornabre que de San Carlos, estructura a base de mampostería que descansaba sobre pilotes hincados en la arena».

Errenteria (Villanueva de Oyarzun)

«El urbanismo extramuros de Errenteria (conocida entonces como Villanueva de Oyarzun) está profundamente transformado. Antaño las mareas subían por el río, extendiéndose en una especie de brazo de mar por la actual Plaza de los Fueros, hasta alcanzar el arrabal de la Magdalena, conviertiendo a la villa en una península». La localidad contó con cinco portales y fue puerto interior. Aún quedan restos de la muralla y de otras fortificaciones, señala Aitor González.

Errenteria (Villanueva de Oyarzun)

Dibujo de Herny Wilkinson, hacia 1837, y detalle de la Puerta del Arrabal, correspondiente a la actual Errenteria.

Errenteria (Villanueva de Oyarzun)

Las cinco puertas con las que contaba Errenteria sobre la imagen actual de sus calles.

Hondarribia (Fuenterrabía)

«Hasta mediados del siglo XIX las mareas llegaban a rozar los muros de la muralla de la conocida entonces como Fenterrabía, aislándola en casi tres cuartas partes de su perímetro. Su recinto interior se componía de 13 calles y en el siglo XVI contaba con dos puertas, la de San Nicolás y la de Santa María».

Hondarribia (Fuenterrabía)

La maqueta muestra Hondarribia en el siglo XVIII, tras su reconstrucción, ya que la localidad fue arrasada por el ejército francés en mayo de 1719 tras ser sitiada un mes.

Getaria

La villa de Getaria contaba con cuatro calles originalmente «y dos cantones transversales». El autor recuerda que San Antón hasta el siglo XVI era una isla en marea alta hasta que continuas obras de relleno lo unieron a tierra firme.

Getaria

«Es posible que la villa no estuviera cercada en todo su perímetro (...) Las traseras de la calle San Roque no requerían de muro defensivo» debido al peñasco existente allí. Getaria contaba con seis puertas en 1673.

Getaria

La muralla de Getaria sufrió asedios y bombardeos en las tres guerras carlistas hasta que en 1885 el Congreso de los Diputados aprueba su derribo.

Mutriku

La villa de Mutriku contó con cinco puertas pero sus murallas quedaron obsoletas ya en el siglo XVII por la moderna artillería que llegaba desde el mar. Aún quedan pequeños muros que recuerdan su presencia.

Urretxu (Villarreal de Urrechua)

«Lamentablemente no poseemos documentos escritos que nos hablen de la existencia de una muralla en Urretxu (entonces Villarreal de Urrechua), pero indudablemente existió pues algunas excavaciones arqueológicas la han sacado a la luz en varios puntos, así como un foso que la rodeaba».

Segura

«Si bien la villa de Segura tuvo gran importancia caminera, el nuevo camino impulsado por la Diputación a mediados del siglo XVIII, que comunicaba Vitoria y transcurría por Arlaban, terminó por marginarla, dejándola fuera de las rutas de comercio más importantes... lo que hizo que parezca una localidad detenida en el tiempo».

Tolosa

La villa de Tolosa contó con cinco puertas. La apertura de un cauce artificial o bifurcación del Oria para los molinos hizo las veces también de foso artificial para su defensa. «De este modo Tolosa parecía un islote amurallado».

Tolosa

«En 1548 consta que la villa de Tolosa tenía cuatro porteros o custodios de los portales de la muralla, quienes cobraban 14 reales castellanos anuales». En 1833 las tropas carlistas toman la localidad y destruyen parte de sus fortificaciones. Aún son visibles algunos restos de la muralla y cimentaciones de las puertas.

Arrasate - Mondragón

Arrasate contó con cinco puertas de acceso. Su utilidad se puso de manifiesto sobre todo en el siglo XV, debido a los continuos ataques por las disputas de los banderizos.

Arrasate - Mondragón

Trabajos de Arkeolan a finales de los 80 determinaron que la muralla arrasatearra tuvo una altura de 6 metros y un grosor de entre 120 y 200 centímetros, estaba almenada y contaba con varias torres rectangulares.

Ordizia (Villafranca de Ordicia)

El casco antiguo de Ordizia «tiene la forma más ovalada o almendrada de todas las villas guipuzcoanas». La villa contaba con cuatro puertas.

Ordizia (Villafranca de Ordicia)

«En 1698 el rey Carlos II concede a Villafranca de Ordizia el impuesto sobre el vino que se consumía en la misma, ordenando que 'lo que procediere... se a de distribuyr en reparar los molinos, murallas, puente y calzada'...».

Ordizia (Villafranca de Ordicia)

Maqueta de Ordizia expuesta en el palacio Barrena, obra de Gorka Otxoa.

Bergara (Villanueva de Vergara)

«Dado que no había espacio en el interior de la villa para el gran volumen de la iglesia, ésta se construyó en el exterior de Villanueva de Vergara, como un apéndice del pueblo», explica el autor sobre las obras del siglo XVI. «Cuenta todavía con varias casas en el perímetro, cuyos muros nos revelan el modo en que se cerraba la villa en la Edad Media».

Azpeitia (Salvatierra de Iraurgui)

Contaba con cuatro puertas la villa de Azpeitia, de cuya constancia, así como del foso, aún quedan algunos restos. Así se veía a principios del siglo XX.

Azpeitia (Salvatierra de Iraurgui)

Maqueta de Azpeitia de Mikel Torka. Foto de Austin Lizarralde.

Azpeitia (Salvatierra de Iraurgui)

«En 1855 la compañía de diligencias que efectuaba el trayecto Bayona-Bilbao se quejaba de la estrechez del acceso a Azpeitia y pocos años después, tras las correspondientes discusiones entre Diputación y Ayuntamiento, se decidió el derribo de la Puerta de Arriba».

Azkoitia (Miranda de Iraurgui)

También contó con cuatro puertas Azkoitia. «Como otras villas guipuzcoanas, algunos historiadores creen que esta localidad debió ampliar su recinto urbano, englobando con una nueva muralla un arrabal extramuros».

Salinas de Léniz

«Además de su importancia como centro productor de sal, Salinas de Léniz en su tiempo fue un importante nudo de comunicaciones, al ser enlace» entre Álava, Gipuzkoa y Bizkaia. Nuevas vías de comunicación desde la segunda mitad del s. XIX le dejaron al margen del «antaño trasiego comercial, lo que ha motivado un desarrollo urbanístico prácticamente nulo». Pero gracias a su esplendor anterior, llegó a contar con 7 puertas en su muralla.

Elgeta

«A pesar de los intensos bombardeos que sufrió en 1937, la villa de Elgeta ha conservado más elementos antiguos de los que podríamos suponer (...) Tuvo esta villa un cercado ciertamente pequeño, que rodeaba una superficie de poco menos una hectárea...»

Deba (Monreal de Deva)

Monreal de Deva contó con tres puertas y posteriormente dos más. Dibujo publicado en un folleto turístico, obra de José Ignacio Treku y propiedad del ayuntamiento de la localidad.

Deba (Monreal de Deva)

Trazado de la muralla que rodeaba la villa de Deba.

Placencia de Soraluze / Placencia de las Armas

«Es posible que el trazado de las calles en paralelo al río se deba a la necesidad de desalojar las aguas del Deba en caso de crecidas que sufría Placencia de las Armas... Las posibilidades de crecimiento de la villa eran ciertamente limitadas». «No se tienen muchas referencias a la cerca y es factible pensar que sería derribada con relativa prontitud ya que la notable industria armera hizo que las fraguas y talleres se instalasen extramuros desde finales del s. XV».

Eibar (Villanueva de San Andrés)

Eibar también contó con una muralla abierta en cuatro puertas. El ataque del ejército francés en 1794 durante la guerra de la Convención la destruyó en gran parte, así como 116 casas.

Eibar (Villanueva de San Andrés)

«Exceptuando algunos restos a nivel arqueologico, nada queda hoy de la muralla en Eibar, pero si nos queda algo que ni las bombas (de la Guerra de 1937) ni el salvaje desarrollismo urbano han podido borrar, la toponimia... hasta mediados del s.XIX perduró el topónimo Portalekua, del que ya nadie se acuerda», explica el autor.

Elgoibar (Villamayor de Marquina)

La localidad contó con tres puertas en su recinto amurallado. Los habitantes de Elgoibar, «deseando protegerse de los ataques que recibían de los banderizos vizcaínos y guipuzcoanos, solicitan al rey castellano Alfonso XI ser constituidos en villa».

Elgoibar (Villamayor de Marquina)

Hallazgos arqueólogicos han encontrado abundantes restos de muros y fosos en Elgoibar, incluso un tramo de 11 metros de altura, así como un muro cortafuegos.

Zumaia (Villagrana de Zumaya)

«Las pocas excavaciones arqueológicas realizadas en el Casco Antiguo de Zumaia no han localizado restos de la muralla, por lo que tenemos que recurrir a la relativamente escasa documentación que existe sobre el tema. Se cree que contaba con cuatro puertas».

Usurbil (Belmonte de Usúrbil)

El antiguo Belmonte de Usúrbil se corresponde con el actual barrio Kalezar, que estaba formado por dos calles paralelas. Aunque «de muy poca importancia en el devenir histórico», la villa contó con una muralla y tres o cuatro portales de entrada. El incendio de su archivo en 1907 no permite tener más documentación.

Hernani

«En época medieval las mareas del Urumea llegaban a las cercanías de la villa de Hernani, llevando la suficiente agua como para establecer en su ribera un pequeño puerto de atraque de barcazas. Su muralla contó con cinco puertas reducidas a cuatro tras un ensanche». La puerta del barrio de las Afueras o de Zapa es hoy el único resto de estas entradas y fue restaurada en 2002.

Orio (Villarreal de San Nicolás)

«Aunque Beatriz Arizaga presenta un plano con el hipotético recinto amurallado de Orio, con cuatro posibles puertas, creemos que fue una de las pocas villas guipuzcoanas, junto a Zarautz, que decidió no amurallarse», dice el autor. «Los sucesivos rellenos en el lado de la ría y junto a la iglesia han borrado todo rastro de cerramiento de la villa».

Zestoa (Santa Cruz de Cestona)

Esta villa conocida como Santa Cruz de Cestona contó con cerco y cuatro puertas. «El relativo aislamiento de la villa ha propiciado un crecimiento discreto de su casco urbano». «A pesar de conservar dos portales y restos de la muralla en la casa Portalekoa, las escasas excavaciones no han hallado restos de la cerca».

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