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Impulsores. Luis Mari Naya y Paulí Dávila, con dos de los cuadernos que integran la colección en el aula del Museo de la Educación. Lobo Altuna
Memoria vasca para la Unesco
Guerra Civil

Memoria vasca para la Unesco

Seis dibujos del Museo de la Educación de la UPV/EHU realizados por una niña donostiarra entran en el programa que protege el patrimonio documental

Jueves, 8 de mayo 2025, 00:06

Unos dibujos realizados por niños donostiarras en el transcurso de la Guerra Civil española con su visión de la contienda, que pertenecen al Museo de la Educación- HMuseoa de la UPV/EHU, han sido seleccionado por la Unesco para formar parte de su Programa Memoria del Mundo. El proyecto se puso en marcha en 1992 con el objetivo de preservar y hacer accesible el patrimonio documental de la humanidad. Así, busca «promover la protección y conservación de documentos, manuscritos, archivos y medios audiovisuales de gran valor histórico, cultural o social». Además, el programa fomenta un amplio acceso público a estos materiales con el fin de concienciar sobre su importancia.

Los documentos proceden de todo el mundo y reflejan la memoria colectiva de la humanidad. En resumen, se trata de un archivo que elige aquellos documentos, colecciones o fondos documentales que se consideran de mayor relevancia y significación para la humanidad y cuya pérdida sería irreparable, por lo que deben ser conservados para generaciones venideras.

Son seis los dibujos seleccionados por la Unesco, de los 17 que fueron remitidos por el museo, que cuenta con una colección de cuadernos escolares de 1.700 piezas, entre ellas 140 pertenecientes a alumnos de Elbira Zipitria. En el caso concreto de los que pasan a integrar este macro archivo, fueron realizados por una niña llamada Carmen Sancho. La selección se realiza cada dos años y en esta ocasión uno de los tema en el que se han centrado es 'Dibujos y escritos infantiles en tiempos de guerra en Europa 1914-1950', con piezas de 16 colecciones, principalmente europeas –Alemania, Francia, Polonia, Reino Unido, República Checa y Suiza–, aunque también se encuentra entre ellas una procedente de Ontario (Canadá) con ilustraciones realizadas por niños españoles evacuados a unas 'colonias infantiles' en ese país norteamericano durante la Guerra Civil.

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Un médico atendiendo a un paciente, un soldado ayudando a un compañero herido, militares en botes en el río durante la batalla del Ebro, dos imágenes distintas de soldados disparando desde una trinchera y enfermeras del Hospital del General Mola de Donostia –donde se encuentran ahora los juzgados–, son los dibujos elegidos por el programa de la Unesco. Todos ellos realizados por la misma niña, muestran una visión desde el bando nacional, el de los ganadores de la guerra.

Paulí Dávila, director de la entidad, y Luis Mari Naya, miembro del consejo de coordinación, son los dos impulsores del museo situado en el campus de Donostia en Ibaeta. Comenzaron el proceso para que estos documentos fueran seleccionados hace seis años. «Había otros dibujos muy ilustrativos como uno que realizó en septiembre de 1938 que muestra la visión infantil que tenía del desfile de las tropas de Franco durante su entrada en San Sebastián por el alto de Miracruz, pero no lo incluyeron porque buscaban documentación que reflejara de forma más directa el conflicto bélico», explican.

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Para Paulí Dávila, catedrático en Teoría e Historia de la Educación y que ha centrado sus investigaciones en la Historia de la Educación en el País Vasco, derechos de la infancia en perspectiva educativa, y patrimonio histórico educativo, el hecho de que el Programa Memoria del Mundo de Unesco haya decidido incluir en sus contenidos los seis dibujos supone un importante respaldo para el Museo de la Educación de la UPV/EHU, «teniendo en cuenta nuestras dimensiones».

«Los dibujos creados por niños de distintas clases sociales son un patrimonio con testimonios universales de diferentes culturas»

Luis María Naya

Miembro del consejo del museo

Lo dice mirando la envergadura de otros documentos del Estado que se han incluido en este programa desde su creación. Este mismo año han entrado las Cartas árabes del Archivo de la Corona de Aragón. Con anterioridad, entre otros, lo hicieron en 2007 las capitulaciones firmadas en 1494 entre los Reyes Católicos y el Rey Juan II de Portugal, en las que se estableció un reparto de las zonas de navegación en el Océano Atlántico y de conquista del Nuevo Mundo, conocidas como el Tratado de Tordesillas; el Códice Calixtino y otras copias medievales del Liber Sancti Jacobi, el Archivo General de Simancas y el legado de Ramón y Cajal y la Escuela Histológica Española (2017); y la Memoria del Mundo la Vuelta al Mundo de Magallanes y Elcano (1519-1521), en 2023.

Para Luis Mari Naya, también catedrático de Teoría e Historia de la Educación por la UPV/EHU, «los documentos son auténticas fuentes primarias en papel o cartulina, que a menudo combinan imágenes y texto, representando una forma de memorial cultural. Estas obras históricas describen acontecimientos clave de tiempos de guerra y sus consecuencias, y son todas ellas mensajes de paz».

«Es un reconocimiento importante teniendo en cuenta nuestras dimensiones y mirando otros seleccionados»

Paulí Dávila

Director del museo

Añade que por su creatividad, riqueza de motivos y lenguaje directo, estos documentos trascienden las fronteras nacionales, ofreciendo oportunidades no solo para el diálogo, sino también para la compasión. Son un patrimonio democrático de las culturas urbanas y rurales de Europa, creados por niños y niñas de distintas edades y clases sociales, que ofrecen testimonios universales de diferentes culturas y constituyen valiosas transmisiones para las generaciones futuras».

Otro aspecto relevante de esta selección, como explica Naya, es que «se abre una ventana al pasado y conduce a visiones conmovedoras del mundo visto y vivido por los jóvenes. A menudo son las únicas huellas que dejaron estos adolescentes, en particular los desaparecidos durante la Shoah en Alemania. Gracias al profundo compromiso de profesores y artistas, muchos dibujos se salvaron y conservaron en las dramáticas circunstancias de la guerra y en circunstancias difíciles», concluyen.

Relaciones internacionales

El Museo de la Educación del campus de Ibaeta es pequeño en tamaño, pero tiene una dimensión muy amplia gracias a las redes que ha establecido con otras entidades internacionales relacionadas con la Educación, principalmente en Francia, Portugal e Italia. Fue a través de una de ellas omo entraron en el proceso de selección del Programa Memoria del Mundo de Unesco. «El Museo Nacional de la Educación francés, con sede en Ruan, nos animó a participar con las otras colecciones seleccionadas para 'Dibujos y escritos infantiles en tiempos de guerra en Europa (1914-1950)'».

La idea del Museo de la Educación partió del Grupo de Estudios Históricos y Comparados-Garaian formado por un grupo de profesores de la UPV/EHU que fueron reuniendo fondos hasta que en 2014 consideraron que ya tenían suficientes elementos para crear el museo. Está ubicado en un pequeño pabellón junto a la facultad de Derecho en Ibaeta pero su futuro allí es incierto. El proyecto para la ampliación de la residencia de estudiantes RESA incluye los terrenos que ahora ocupan y, de momento, no tienen designada otra ubicación concreta  aunque han comenzado a conversar con las instituciones para un posible traslado.

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