'El corazón de la fiesta' de Gonzalo Torné (Anagrama)
El dinero y sus posibilidades ·
El poder corruptógeno del dinero, y sus derivadas cuando la codicia se enmascara con una bandera, alienta la nueva novela del autor de 'Años felices'. Una obra que recibirá denuestos de quienes se sientan retratados en esta obra que deja algunos títeres y mitos políticos sin cabeza, por ejemplo el nacionalismo de derechas de toda la vida. Un poderoso y sarcástico fresco que radiografía desde la ficción las entretelas de la Cataluña contemporánea, también de la corrupción política general, universal, a través de las relaciones entre dos niveles de status: 'los de aquí', encarnados en la 'Primera Familia', la del 'Rey de Cataluña', de inconfundible parentesco con la real que ha manejado el país -«los Masclans les proporcionamos un ideal, algo en lo que creer, ya no saben vivir sin nosotros»-, y la 'charnega' Violeta Mancebo.
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El corazón de la fiesta
Autor: Gonzalo Torné
Editorial: Anagrama
Páginas: 253
Precio: 18,90 euros
Gonzalo Torné (Barcelona, 1976) entrevera el tono de parodia con una crítica de fondo radical y feroz a través de la caracterización psicológica de unos personajes complejos, con claroscuros.
Las mujeres sostienen la narración. Clara Montsalvatges, que acoge a amigas en crisis en su piso, que pertenece al género de la «indecencia inmobiliaria», quizá para redimirlo de su vil origen, pues lo heredó de su abuelo, delator durante el franquismo; y Violeta Mancebo, 30 años, clase trabajadora del cinturón rojo, castellanohablante y con ambición de consolidar posición en una Barcelona abierta, que «no reconocía a nadie como hijo suyo». Será la amante de El Bastardo, hijo ilegítimo del presidente Pere Masclans, 'Rey de Catalunya'.
Esas voces femeninas desarrollan la intrahistoria biográfica de los Masclans y el choque de trenes social, identitario e incluso de género que se produce con la irrupción de Violet y otros personajes en el entorno de la Primera Familia, ese «círculo impenetrable de superioridad».
Torné escanea con una prosa elegante y cuidadísima las relaciones poliédricas -servilismo, espíritu de mayordomo, cinismo, hipocresía, el dinero y sus posibilidades...- que engrasan los usos y costumbres de quienes cultivan la cultura del latrocinio.
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