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Muchos niños y familias se acercaron al concierto de clausura en las terrazas del Kursaal a cargo de Elkano Browning Cream.

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Muchos niños y familias se acercaron al concierto de clausura en las terrazas del Kursaal a cargo de Elkano Browning Cream. Aura Erro
Jazzaldia

El jazz se despide de esos locos bajitos

Txikijazz. Elkano Browning Cream cerró este domingo el ciclo de conciertos familiares orientado a los más pequeños, que ha ofrecido cinco propuestas en las terrazas del Kursaal, Tabakalera y Chillida Leku

Carlos Rodríguez Vidondo

San Sebastián

Lunes, 29 de julio 2024, 02:00

«Niño que eso no se hace / eso no se dice / eso no se toca», cantaba Serrat. Pero el jazz es una música itinerante, que siempre ha viajado para evolucionar y alimentarse del cruce de culturas y generaciones. Es libertad y con ese espíritu nació Txikijazz. Esta edición, el ciclo de jazz familiar orientado a acercar el género a los más pequeños ha recorrido diferentes lugares de la ciudad con ese propósito y cinco interesantes propuestas matutinas que han hecho las delicias de adultos y txikis.

«Es muy bonito que los niños puedan venir y disfrutar de los conciertos en un horario menos nocturno. Una experiencia así, a esa edad, me hubiese resultado impactante, así que ojalá alguno haya sentido eso mismo», reconoce Mikel Azpiroz, pianista donostiarra de Elkano Browning Cream, banda encargada este domingo de liderar la clausura del festival. «Hemos hecho una gira importante que ha pasado por Madrid, Galicia, Bizkaia, Álava y Donostia, y ahora nos encerramos en el estudio a preparar lo que será el séptimo album, que esperamos salga la próxima primavera».

El 'power trio' encabezado por el órgano Hammond de Azpiroz, el guitarrista Dave Wilkinson y el baterista Karlos Arancegui, pusieron la nota más progresiva al ciclo con buena parte de su repertorio y los temas de su último álbum 'Eup!', donde caben tanto compases africanos y escalas zíngaras como pasajes psicodélicos. «Creo que los niños absorben propuestas de todo tipo, también las más adultas. Son esponjas y no hay que infantilizar, por eso nosotros hemos hecho un concierto 'nuestro' que pueden digerir perfectamente».

«Una experiencia así, a esa edad, me hubiese impactado, así que ojalá algún niño haya sentido eso mismo»

Mikel Azpiroz

Pianista

Pero es el blues, sin lugar a dudas, el estilo más acertado para ese propósito de cultivar a las nuevas generaciones del jazz, y es por ello que la mayoría (si no todas) de las cinco propuestas que subieron al escenario fueron a cargo de especialistas en este género. La vocalista Itziar Yagüe fue la encargada de levantar el telón del Txikijazz el pasado miércoles en Kutxa Fundazioa Plaza, en la cuarta planta de Tabakalera, donde decenas de familias disfrutaron del show sentados en el suelo. Un espacio en el que también fueron protagonistas el viernes Swingtronics, veteranos repetidores del Txikijazz con su divertido espectáculo de swing 'cincuentero' y electrónica.

El jueves fue el turno de los donostiarras Noa & the Hell Drinkers, banda donostiarra recientemente condecorada como mejor grupo en el «Eurovisión del blues». Cuarteto ya clásico de las terrazas del Jazzaldia que en esta ocasión actuó en un Chillida Leku donde dos días después estuvo la cantante de Washington Carole Alston. La despedida con Elkano este domingo volvió a presentar una gran entrada en la trasera del Kursaal, donde «todo era un mar humano y que resultó fantástico».

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