Delicioso e insospechado

Su insospechado vermú de mediodía lo elaboraron con las hierbas más diversas. La base, sin duda, fue el romántico clasicismo que emanó de las piezas del inicio del concierto de cámara o las evocadoras melodías de autores como el georgiano Giya Kancheli o el tunecino Anouar Brahem, a quienes interpretarán en 'Lontano', el álbum que lanzarán en noviembre. En su primera función tras el confinamiento, también tocaron la fibra con una subyugante versión instrumental de 'Alfonsina y el mar' en la que casi pudo escucharse la letra; ya saben que el violonchelo es el instrumento más similar a la voz humana.

Pero lo mejor fue presenciar cómo el lirismo del piano y el lamento de la cuerda frotada dialogaban con las partes más vanguardistas. En ocasiones, los ojos y las manos de Lechner y Couturier parecían desviarse de la partitura para entregarse a la pura improvisación: hubo instantes salpicados de disonancia y de breves incursiones en el jazz, el minimalismo, los ritmos orientales o la música atonal. Ese estimulante e inspirado contraste estuvo sembrado de pasajes misteriosos y amenazantes, y sobre todo, de interrogantes musicales que sólo pueden ser escanciados por citas tan necesarias como el Jazzaldia.