El «gozo compartido» con otros artistas
Aunque era un creador individualista, Eduardo Chillida también buscó y mantuvo el trato con grandes artistas plásticos de su tiempo. Gracias a su galerista francés Aimée Maeght, conoció a Marc Chagall, Alberto Giacometti o Alexander Calder. Intercambió obras y tertulias con Georges Braque, Antoni Tàpies o Joan Miró. Cultivó relaciones creativas o/y amistosas con otros referentes de la historia del arte.
C
orría el año 1961. A George Braque, padre del cubismo que fallecería dos años más tarde, le entusiasma una escultura de Eduardo Chillida, 'Yunque de sueños II', que descubre en la galería Maeght de París. Le pide al común galerista comprarla. Chillida se niega a aceptar dinero de un artista al que admira y se la deja como regalo. Braque le cita en su estudio y fuerza al donostiarra a aceptar, algo ruborizado, un óleo suyo a cambio. Ya estaba dedicado: «Para Chillida, con mi amistad».
Eduardo Chillida fue un creador individualista, un mundo en sí mismo. No obstante, se relacionó, desde el respeto, la pasión compartida y hasta el afecto, con otros artistas plásticos internacionales de su generación y de las anteriores y posteriores.

En el festival cultural Europalia en 1985 junto con Antonio López y Antoní Tápies. CHILLIDA LEKU

En el festival cultural Europalia en 1985 junto con Antonio López y Antoní Tápies. CHILLIDA LEKU

En el festival cultural Europalia en 1985 junto con Antonio López y Antoní Tápies. CHILLIDA LEKU

En el festival cultural Europalia en 1985 junto con Antonio López y Antoní Tápies. CHILLIDA LEKU
Su mayor fuente de relaciones con otros grandes creadores plásticos fue su galerista en París desde 1956, Aimée Maeght, muy dado a provocar encuentros y tertulias. En su galería parisina y en los talleres de la Fundación Maeght en Saint-Paul-de-Vence (Alpes Marítimos), trató Chillida con Alberto Giacometti, Marc Chagall, Braque o Alexander Calder, el artista norteamericano de las piezas móviles suspendidas en el aire.
Mientras practicaban cerámica y grabado durante un encuentro veraniego en Saint-Paul-de-Vence, Calder y Chillida hablaban sobre cómo vencer a la gravedad.
También en la Fundación Maeght, y en veraneos en los años 70 en las islas Baleares, trabó amistad con Joan Miró. Su conexión, más que estética, fue en este caso personal y en relación con el compromiso político.

En 1973 con Jorge Guillén en la Universidad de Harvard. Su amistad fraguó también una colaboración artística. CHILLIDA LEKU
Georges Braque y
Chillida exponían en
la galería Maeght de
París y se tenían gran
aprecio. La imagen
está tomada en 1956.
GALERÍA MAEGHT
Con Aimée Maeght en 1976, en Saint Paul de Vence, adonde peregrinaban artistas de la mano de mecenas. GASPARI
Chillida y Joan Miró fueron grandes
amigos. En la imagen, en 1985 junto
con Pilar Belzunce. CHILLIDA LEKU

En 1973 con Jorge Guillén en la Universidad de Harvard. Su amistad fraguó también una colaboración artística. CHILLIDA LEKU
Georges Braque y
Chillida exponían en
la galería Maeght de
París y se tenían gran
aprecio. La imagen
está tomada en 1956.
GALERÍA MAEGHT
Con Aimée Maeght en 1976, en Saint Paul de Vence, adonde peregrinaban artistas de la mano de mecenas. GASPARI
Chillida y Joan Miró fueron grandes
amigos. En la imagen, en 1985 junto
con Pilar Belzunce. CHILLIDA LEKU

En 1973 con Jorge Guillén en la Universidad de Harvard. Su amistad fraguó también una colaboración artística. CHILLIDA LEKU
Georges Braque y
Chillida exponían en
la galería Maeght de
París y se tenían gran
aprecio. La imagen
está tomada en 1956.
GALERÍA MAEGHT
Con Aimée Maeght en 1976, en Saint Paul de Vence, adonde peregrinaban artistas de la mano de mecenas. GASPARI
Chillida y Joan Miró fueron grandes
amigos. En la imagen, en 1985 junto
con Pilar Belzunce. CHILLIDA LEKU

Georges Braque y Chillida exponían en la galería Maeght de París y se tenían gran aprecio. La imagen está tomada en 1956. GALERÍA MAEGHT
En 1973 con Jorge Guillén en la Universidad de Harvard. Su amistad fraguó también una colaboración artística. CHILLIDA LEKU
Con Aimée Maeght en 1976, en Saint Paul de Vence, adonde peregrinaban artistas de la mano de mecenas. CLAUDE GASPARI
Chillida y Joan Miró fueron grandes
amigos. En la imagen, en 1985 junto
con Pilar Belzunce. CHILLIDA LEKU
Como «un gran amigo» le consideraba igualmente el catalán Antoni Tàpies, quien cuando murió Chillida dejó escrito en DV: «Pese a que formalmente nuestras obras son muy distintas, ambos experimentamos una similar curiosidad por la ciencia y un sentido muy especial de la espiritualidad. De ahí que nos propusieran exponer juntos en varias ocasiones y que siempre aquello se convirtiera en un gozo compartido».
Créditos
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Texto Iñaki Izquierdo
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Narrativa visual y diseño Izania Ollo y Maider Calvo
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Edición de vídeo Ainhoa Múgica y Dani Soriazu
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Desarrollo Gorka Sánchez
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Edición Jesús Falcón
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Material audiovisual Chillida Leku, archivo Eduardo Chillida, Fundación Maeght y Susana Chillida