Los duendes interactivos de 'Gookapi'

El proyecto está dando sus primeros pasos. Cuando en la productora vizcaína Baleuko trabajaban en el largometraje 'Zutik! Salvar el árbol!', que ha estado nominada en los últimos premios Goya a la mejor película de animación, vieron que todos los personajes que habían creado y todos los avances tecnológicos empleados en la producción tenían un recorrido más allá del filme. De ahí surgió un nuevo entorno para los duendes protagonistas –que nacen al mismo tiempo que un árbol y le acompañan durante toda su existencia– con integración en imagen real –por ejemplo hace unos días estuvieron grabando en las cuevas de Arrikrutz en Oñati– y en 360º, interactividad, 'cardboard' (gafas de realidad virtual conectadas a un dispositivo como un 'smartphone'), ¡merchandising¡ con realidad aumentada (incluida una camiseta musical) y un álbum digital, que de momento es el único elemento exclusivamente en euskera.

El objetivo es crear una OTT, el acrónimo en inglés de Over The Top, que es una plataforma de contenidos –Netflix es un ejemplo de OTT–, con todo el proceso incluido desde la producción hasta la distribución y exhibición, «La nuestra en esencia es eso, pero a escala micro», comenta Egoitz Rodríguez realizador de Baleuko, que explica que el concepto es «una plataforma verde, de contenidos seguros, sin rastro de acciones violentas. Todo lo que generamos tiene muy presente las cuestiones relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por la ONU, al menos los que nos resultan más cercanos. En resumen, verdes en contenidos y blancos en tratamiento».

Las tramas de los dibujos animados de 'Gookapi' en principio están pensadas para menores de 9 años, «aunque gracias a algunos elementos del 'merchandising' está llegado a un público algo mayor». Están protagonizadas por duendes del bosque, porque en cada árbol vive un pequeño duende que le protege. La inspiración proviene de la mitología celta que establecía que los árboles son el centro del universo y dependiendo de cuándo naciera una persona le correspondía un determinado árbol con características comunes. «Junto a estos personajes, los niños aprenden a cuidar de la naturaleza y el medio ambiente», comenta Rodríguez.

Los canales son interactivos, de forma que se puede elegir qué aventura vivir aprendiendo manualidades, cocina, jardinería, experimentos, ciencia y música. «Se trata de crear experiencias que dejen un poso más allá del intelectual de los libros. Despertarles a los niños la curiosidad sobre todo en temas relacionados con nuestra identidad cultural. Hay un nicho, más allá de los videojuegos, para las nuevas generaciones que nacen prácticamente siendo 'gamers'; les gusta pasar las fotos de forma interactiva y elegir entre opciones, aunque todavía sean pequeños para los videojuegos. Se les presentan disyuntivas simples para que vean que las decisiones que toman tienen consecuencias, eso sí, sin moralina».

Una de las líneas en las que están trabajando es 'Iratxoen kantu sekretuak' (Las canciones secretas de los duendes). Son videoclips animados con canciones escritas por Iñigito Txapelpunk, el nombre artístico del lekeitiarra Iñigo Arrasate Lauzirika, con la temática común a todo el proyecto de sostenibilidad, amistad y otros valores. En la actualidad hay más de quince canciones de un estilo que definen como «punk infantil». Los duendes no solo cantan, también enseñan a bailar y los vídeos aparecen subtitulados a modo de karaoke. En breve se pondrá en marcha un espectáculo físico donde Iñigito Txapelpunk cantará con avatares de los duendes.

Otros diez capítulos corresponden a 'El taller creativo de Liz'. Cada duende tiene un nombre vinculado al árbol que protege y en este caso proviene de 'lizar' (fresno). La principal característica de su personalidad es la creatividad. A través de un taller muestra a los menores manualidades, botánica, cocina. Las imágenes son reales y en ellas se inserta al personaje que ejerce de presentador. A medida que avanzan las elaboraciones, los niños deben elegir qué proceso quieren seguir: una tarta grande o varias pequeñas, base de bizcocho o de galleta, con forma de mono o de otro animal... Cada decisión que toman les orienta a otro vídeo.

'Pintxo contra el cambio climático', en producción, está protagonizado por un duende que vive en un cactus, por tanto un poco seco. Aquí se desarrollan historias dentro de un hogar donde hay que tomar pequeñas elecciones cotidianas como activar el aire acondicionado, dejar encendidas todas las luces, usar el vehículo para pequeños desplazamientos, que convierten a los niños en agentes del cambio climático.

En 'Mithy el explorador', donde el duende convive con un roble y que también está en producción, introduce a los usuarios en un bosque donde viven aventuras también interactivas. Los espacios naturales donde se desarrollan las actividades son reales como las cuevas de Arrikrutz de Oñati, el Flych de Zumaia, una explotación de oveja o el parque natural del Gorbea.