Todos somos capitanes intrépidos
La Agenda Portátil ·
Una visita a Albaola, paseo por el parque Elosegi de Tolosa, una 'nueva vía' por Lasarte y una lectura de Cercas / ¡Vacunen más rápido! / El rodaje de 'Maixabel' / La salida del TourSer Tribulete supone que un jueves a las nueve de la mañana puedas estar navegando por aguas de la bahía de Pasaia y eso ... sea trabajo. Íbamos a Albaola, el maravilloso astillero donde se construyen los barcos con las mismas técnicas de hace siglos y donde te enseñan con obras, y no con palabrerías de autoayuda, que lo importante es el camino, no el destino. Llevan años construyendo la réplica de la nao San Juan y algún día la terminarán, pero el prodigio es ver cómo se levanta desde la nada.
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Uno se siente un capitán intrépido, o al menos txikito, en la pequeña embarcación que lleva hasta Albaola. En Semana Santa el astillero reabre y de jueves a domingo puede visitarse con la experiencia completa, embarcando en Trintxerpe y llegando por mar. Basta con inscribirse previamente. Lo recomiendo. Y además, vivimos días en que uno se siente más seguro embarcado que en tierra firme. Otros años por estas fechas preparábamos maletas; ahora ni siquiera escuchando al lehendakari te aclaras de lo que se puede o se debe hacer. Bueno, sí: quedarse en casa. Yo también tengo una recomendación para Urkullu y su gobierno: vacunen más y más rápido. De día y de noche. Sé que es difícil organizar la estrategia, pero no hay prioridad mayor.
Nos quedamos de capitanes de nuestro propio territorio. Tampoco está mal. El otro día nos escapamos a Tolosa, que es siempre una excelente idea. Descubrimos el parque Elosegi, recuperado ahora parra los ciudadanos, con su entrada escondida al fondo de un callejón, sus cuestas y sus estupendas vistas. Y luego nos dimos un festín con chuleta en el siempre gratificante Julián. No todo va a ser andar.
Otro día repetí mi nueva ruta favorita. Como los fines de semana Igeldo se nos llena de paseantes me escapo por Ibaeta hasta Usurbil y vuelvo por Zubieta hasta Lasarte. Para regresar a Donostia abrí esta vez 'una nueva vía', como si estuviese escalando el K2, o así. Subí por el barrio llamado antes Buenos Aires y ahora Zabaleta (empiezas como si fueses hacia chez Martin Berasategui, ese otro camino feliz) y apareces en el cruce de Galarreta para enlazar con Miramon. Del Antiguo al Antiguo, veinte kilómetros.
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También leo como forma de viajar. He pasado unos días en Barcelona gracias a 'Independencia', la nueva novela de Javier Cercas protagonizada por el mismo mosso de escuadra que la anterior. A mí Cercas siempre me gusta: con este escritor me pasa lo mismo que con Tolosa. El punto de vista de sus artículos puede ser a veces discutible, pero como narrador funciona, y eso que cambia tanto de estilos. La trama de esta novela negra está demasiado trucada para que todo encaje, pero te atrapa.
Así estamos. En casa pero tranquilos. Y agradézcanme, amigos, que hasta ahora no he mencionado eso que se celebra el próximo sábado en Sevilla: tomen este oasis como un descanso. Aunque bueno, ya que me queda una línea escribiré para llenar... Goazen Erreala!
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En boz vaja
Las emociones de 'Maixabel'
Este fin de semana está previsto que culmine el rodaje de 'Maixabel', la película de Icíar Bollaín que cuenta la historia de la viuda de Juan Mari Jáuregui y su encuentro con quienes mataron a su marido, aquel hombre justo y valiente que tan bien vendría a la Euskadi de hoy. La otra cara del rodaje ha sido tan emocionante como la propia historia. Ha ocurrido con la conexión de Maixabel Lasa con Blanca Portillo, su 'alter ego' en la ficción. Y pasó el día en que los amigos de Juan Mari se reunieron con el equipo de la película y todo terminó en lágrimas. O la secuencia del asesinato, rodada en el Casino tolosarra 'haciendo' del Frontón, escenario real del crimen. Si la película funciona también emocionará. Quieren estrenarla en el Zinemaldia.
Vuelve el Tour... y en paz
El Tour saldrá de Euskadi en 2023. Qué bien. Habrá protagonismo de Bilbao pero también tendremos fin de etapa en Donostia. Ojalá podamos disfrutar en paz. Quienes vivimos la salida de la carrera desde San Sebastián en 1992 aún recordamos aquellos días con sabor agridulce. Hubo fiesta, pero también una dura campaña en contra, incluso con ataques incendiarios, de quienes luego descubrieron que esa ruta no era la buena. Al final llegaron a meta, aunque casi fuera de control.
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mezquiaga@diariovasco.com
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