El único que levantó la mano
En la reunión previa a la Clásica, Juanma Garate preguntó si alguien se sentía capacitado para un mano a mano con Alaphilippe o Bernal y Powless dijo que él sí
Viernes por la noche. Hotel de concentración del Education First. El director del equipo estadounidense, el irundarra Juanma Garate, se dispone a dar la charla ... previa a la Clásica de San Sebastián. Antes de empezar, pregunta a sus ciclistas: '¿Hay alguno que se ve capaz de disputar la victoria en un mano a mano al final con Alaphilippe o con Bernal? Me respondéis después de la charla'. Tras el repaso a la carrera, Garate recuerda la pregunta y un ciclista dice 'yo sí': Neilson Powless. «Fue el único que levantó la mano». Al día siguiente, el californiano levantaría los brazos en el Boulevard.
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Powless remató una estrategia perfecta del EF. «Cada vez que vas a una carrera -explica Garate- vas con una estrategia, pero a veces toca adaptarla sobre la marcha, según cómo se van sintiendo los corredores y lo que pasa en carrera. Nosotros queríamos pasar a la acción desde arriba de Erlaitz y buscar abrir la carrera desde lejos, pero en Jaizkibel vimos que se estaba intentando dejar tiempo a la fuga para llevar la carrera calmada, así que modificamos el plan. Pusimos a Barta a tirar muy fuerte desde abajo de Erlaitz, con la idea de dejar un grupo muy reducido y que arrancase Simon Carr. Me habría gustado que Barta hubiera tirado por lo menos un kilómetro más, pero arrancó Landa y Carr respondió. Dio un espectáculo en la subida».
«A pie de Murgil tiré de psicología. Le dije 'ahora estás aquí. Levantaste la mano y es tu momento'. Este tipo de cosas ayudan»
Juanma Garate | Director del EF
La segunda parte del plan ya incluía a Powless. «Le dije que coronase entre los tres primeros, máximo cuarto, a la rueda de Mohoric, porque se podía tirar para abajo. Así fue. Luego hubo un tramo en el que radio vuelta se oía mal y la televisión estuvo sin cobertura, pero en Oiartzun me pareció en un instante que iban cuatro tíos detrás de Carr y que uno era Neilson. Cuando recibimos la información de que la renta era de 35 segundos, le hice esperar para ponerle a trabajar».
Powless, el único que se había presentado voluntario para ir a la guerra contra Alaphilippe y Bernal, estaba en cabeza de carrera a pie de Murgil. «Ahí tiré de psicología -rememora su director-. Le dije 'ahora estás aquí. Levantaste la mano y es tu momento'. Ese tipo de cosas ayudan».
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Bajada mirando la pantalla
Garate desvela otro secreto que a él mismo le sigue asombrando, pese a haberlo visto muchas veces. «En la bajada de Igeldo, Neilson miró el Garmin (el ordenador que los ciclistas llevan en el manillar) y vio que venía la curva mala y frenó. En meta, Mohoric me dijo que pensaba que la curva mala era la anterior, que ya la habían pasado, y por eso cometió el error. Que había hecho la bajada dos veces el viernes porque esperaba jugársela ahí, pero se despistó. Esto al mío le vino bien».
«Me sorprende que miren la pantalla en carrera. No van todo el tiempo mirando, pero lo hacen a menudo. Simon Clark, que ahora está en el Qhubeka, lo hacía mucho con nosotros y decía que le venía muy bien y le ayudaba. Cuando hay un tramo complicado, algunos echan un vistazo entre curva y curva y ven la siguiente. En mi época no existía esto».
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Los ciclistas llevan en su cuentakilómetros toda la información. «La organización -explica Garate- envía todo el recorrido en GPX a los equipos y nosotros se lo mandamos a los corredores. Lo tienen todo ahí. El que quiere, puede añadir el perfil, la potencia, detalles del GPS... Incluso podrían tener mis notas, las que tengo en mi tablet con todos los detalles, que se van actualizando según avanza la carrera. Sé que algunos equipos ya lo hacen».
«En la bajada de Igeldo Neilson miró el Garmin, vio que venía la curva mala y frenó; Mohoric creía que ya la habían pasado y...»
Juanma Garate | Director del EF
La estrategia del EF salió perfecta, pero el director irundarra reconoce que «Powless se precipitó en Murgil. Habíamos hablado de que no había que moverse demasiado pronto porque los últimos 500 metros se agarran y te pueden pasar por encima. Pero entre que se sentía bien y que Carr había trabajado mucho para él, probó desde lejos. Se le hizo largo, pero en los últimos 500 o 600 metros reguló bien».
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Luego, la bajada a toda velocidad mirando la pantalla y la llegada a Ondarreta en cabeza en solitario, con Mohoric y Honoré pisándole los talones. «Al pasar por el túnel de La Concha le dije que esperase. Habíamos hablado mucho de esos tres últimos kilómetros antes y que si llegábamos delante nos la íbamos a jugar en la llegada. Le hablé y le dije que estaba ante una gran oportunidad y que cogiera la rueda de Mohoric, que no empezara último el sprint. El chaval lo clavó».
Para sorpresa general... fuera del equipo EF. «Sabíamos que es rapidillo, pero como no había ganado nunca no se había podido comprobar. Pero esas cosas se saben en un equipo. Para arriba demostró que estaba muy fuerte y confiábamos en que podía hacerlo. Luego, de ganar a no ganar hay 20 centímetros, como el sábado. Muchas veces los corredores hacen lo que se les pide, pero si no ganas parece que la pizarra no ha salido».
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«Sabíamos que es rapidillo, pero como no había ganado nunca no se había podido comprobar. Pero esas cosas se saben»
Juanma Garate | Director del EF
Preparar una carrera no es improvisado. «Es un trabajo de días, donde vas decidiendo todo, el tema del material, los desarrollos, las ruedas... Y se manda con antelación a los corredores toda la información, con vídeos incluidos, para que vayan interiorizando lo que se van a encontrar».
Powless estrenó su palmarés a los 24 años. «Es un ciclista que me gusta mucho, porque pese a su juventud es muy respetuoso y educado. No es tímido, es hablador y le gusta dar su opinión, pero siempre con mucho respeto. Y escucha. Es sencillo, humilde y está siempre con una sonrisa. Aporta mucho». Desde el sábado, también victorias. nada menos que la Clásica de San Sebastián.
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Garate es el ganador de la Clásica de 2007
Juanma Garate es el ganador de la Clásica de San Sebastián de 2007 ya que, a pesar de haber sido el segundo ciclista en cruzar la meta aquel día, el hombre que le precedió, el italiano Leonardo Bertagnoli, dio positivo por dopaje y acabó siendo desposeído del triunfo.
«Tardó mucho en ser descalificado. Recuerdo que me enteré por casualidad, por una llamada de una persona por otro asunto. Entré en los registros oficiales de la UCI y, efectivamente, allí estaba mi nombre como ganador de la Clásica. Tampoco se lo comunicaron a los organizadores. Un día bromeando les dije que me tendrían que incluir en el palmarés y no sabían nada. Lo hicieron y me dieron la txapela de ganador, cuando ya estaba de director».
Garate cuenta que «la txapela está en casa y hace unos días le hice una foto con ella al médico del equipo, que estuvo de turismo por aquí. Se la enseñé a los corredores el viernes y les dije que quería otra. Y mira».
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