Hernani

«Veía necesario salir de mi zona de confort y por eso elegí Leganés»

Axel tiene todo el tiempo en la boca la palabra evolución, a la que habría que añadir la de sensatez. Es sencillo. Pese a seguir avanzando a sus 25 años dentro de un mundo como el del fútbol, no construye castillos en el aire. De momento ya ha conseguido algo muy importante: Disfrutar del camino, que no es poco y a muchos se les olvida. En ello está y en ello sigue.

–¿Cómo llega a entrenar a los porteros del equipo de División de Honor Juvenil del Leganés?

–La temporada pasada estuve en el Amorebieta en Primera RFEF a 40 minutos de casa y al terminar me salieron varias opciones. Pero me pareció una muy buena el ir a Leganés, entiendo que es un paso grande salir de mi zona de confort, algo que me sirve para crecer como persona, viviendo cosas nuevas. También profesionalmente, porque allí se vive otro fútbol. Lo veía como un paso atractivo.

–La primera ocasión que entrena fuera, ¿costó tomar la decisión?

–No, tenía la idea de salir y probar cosas nuevas. Creo que saliendo de casa puedo crecer más y la verdad es que estoy disfrutando de lo que estoy haciendo. Desde que llegué a Leganés y me reuní con Diego Uriarte, responsable de la preparación física, y el director deportivo de cantera Jorge Broto, hubo muy buena vibración. Es un club trabajador, humilde, con las ideas muy claras. Transmite la unión de un club y eso, lo cierto, es que al final te atrae. Ayuda a dar ese paso.

–¿Cómo está llevando un cambio tan grande?

–Siento que la adaptación está siendo muy buena y rápida. Lo estoy disfrutando. No te voy a mentir, los días se me hacen cortos. Desde el club me están ayudando, tengo que decir que son personas increíbles y muy cercanas. El entrenador es Manolo Rueda, que fue jugador del Alcorcón, tiene años de experiencia y las ideas muy claras. Le estoy muy agradecido porque me deja mi espacio y me ha dado la responsabilidad de la preparación de las acciones a balón parado. Es un reto que cojo con muchas ganas e ilusión.

–División de Honor Juvenil es la máxima a nivel nacional dentro de la categoría.

–Sí. El Atlético de Madrid y el Real Madrid suelen estar arriba siempre y en los últimos dos años el Leganés ha acabado tercero, o sea que estamos en un pelea bonita. El objetivo es estar ahí arriba.

–Dentro de la categoría juvenil los mejores pasan por División de Honor.

–Sí, en el equipo ya tenemos chavales que están entrenando con el primer equipo. Dice mucho del club porque dar esa confianza a los chavales no es fácil y les hace crecer.

–¿Cuál ha sido su trayectoria?

–Desde pequeño empecé en el Hernani. Estuve de portero hasta los 18 años, pero me saqué el hombro y se me generó un problema con la articulación. El aita fue el que me comentó a ver si me veía entrenando a porteros, podríamos decir que fue el que me dio ese empujón. Fue dejar de jugar estando en el Hernani y empezar acto seguido a entrenar a los porteros txikis del club. Estoy especialmente agradecido a esa etapa, con gente como Ion Loran. Luego me fui al Anaitasuna dos años en Tercera RFEF, aprendiendo mucho también en esa etapa. Me sirvió para ir al año siguiente a Amorebieta, ya en Primera RFEF. Fue un año que me marcó mucho, en el que más he crecido. Empezamos con Julen Guerrero como entrenador pero lo cesaron en la séptima jornada, entrando Nacho González. En esa etapa acabé haciendo labores también de segundo entrenador, siempre poniendo el foco en los porteros pero aprendiendo mucho. Pasé muchas horas con Nacho y creo que lo aprendido me va a servir durante toda mi trayectoria.

–De ahí ya a Madrid.

–Estuve en Amorebieta una temporada, me dieron la posibilidad de seguir pero ya les transmití a ellos lo que sentía, que quería salir y probar cosas nuevas. En Madrid conocí a Luis Llopis y me pareció muy atractivo seguir trabajando con él. Fue algo que también me ayudó a dar ese paso.

–¿De dónde viene esa relación?

–Preparando el curso Uefa GKB de porteros estaba Llopis de tutor. Durante las clases nos fuimos conociendo e hicimos buena relación. En mi segundo año del Anaitasuna me llamó y me preguntó a ver si grababa entrenamientos, algo que yo ya hacía desde mi etapa en el Hernani. Le enviaba mis entrenamientos y él me daba su opinión, así comenzamos. Llopis para mí es un referente, un entrenador de altísimo nivel y que durante estos años me ha ido transmitiendo la idea del portero, cómo se integra en el juego de hoy en día. Desde lo colectivo y no tanto en un trabajo individual. Le estoy muy agradecido y le tengo mucho cariño.

–O sea que tiene el asesoramiento de un tal Luis Llopis, casi nada.

–Le mandaba vídeos y me iba corrigiendo. Al principio me daba mucha más caña porque mi conocimiento no era tan alto, pero con el paso del tiempo va cambiando, aunque me sigue apretando pero tengo claro que es para mi mejora y lo agradezco. Creo que conseguimos inspirarnos mutuamente.

–En Madrid se verán.

–Sí, cada dos semanas nos juntamos, vamos a comer, ver vídeos...

–Un lujo tener ese tipo de asesoramiento del que puede ser considerado el mejor entrenador de porteros del mundo.

–Yo así lo considero y, sin duda alguna, es un lujo. Respeto todo lo que me dice, le doy el peso que tiene, pero poco a poco me voy soltando y le voy diciendo cosas yo también a él. Tengo que citar también a Mario Soria, entrenador de porteros de categorías inferiores del Real Madrid, que también me ayuda mucho. Fue en su día portero del Leganés. Nos solemos reunir los tres y analizar la labor que estamos haciendo.

–Entiendo que ese primer contacto con Llopis lo facilitaría el que fueras de Hernani.

–Yo no le conocía personalmente, pero entiendo que a él sí que le influiría y le haría ilusión.

–¿Hubo un momento en el que tomó la decisión de dedicarse de manera profesional al fútbol?

–Empezó poco a poco y siempre he tenido muy claro que mi camino iba a ser progresar de manera constante. Vivir el día a día y no tener expectativas irreales. No me va ayudar poner el foco demasiado alto. Estudié magisterio, soy profesor y he ejercido ya en un centro educativo de Donostia. Pero cuando fiché por el Amorebieta sí empecé a vislumbrar ese camino de dedicarme de manera profesional a esto.

–Vivió una etapa en Hernani, ¿qué recuerdos tiene?

–Muy buenos y bonitos. Son dos etapas diferentes, la de jugador y la de preparador de porteros. Cuando te pones del lado de entrenador ves las cosas de otra manera.

–¿Mantiene relación con gente del club?

–Sí, aunque es verdad que algunos han dejado ya la entidad. Tengo relación con Ion Loran, que sigue, y Aritz Otxotorena, que ahora está en el Antiguoko.

–Si tuviera que decirme un sueño que tenga dentro del mundo del fútbol...

–Un sueño en mayúsculas sería estar el día de mañana en un equipo profesional de alto nivel, pero siempre con la mentalidad de no poner el foco más allá de en lo que estoy ahora. Estoy disfrutando mucho del día a día, se me pasa el tiempo volando y estoy muy enfocado en lo que estoy haciendo ahora. No me quiero desviar de eso. Todo lo bonito que venga después bienvenido sea.