Quique González: «En estos tiempos difíciles, es muy bonito volver a tocar y a encontrarme con la gente»

–El título hace referencia a los Valles Pasiegos, donde vive y compuso las canciones de este trabajo.

–Eso es. Llevo casi 18 años viviendo aquí, donde el viento sur es un condicionante muy potente, para todo. Es muy característico de esta zona y te lleva un poco a la locura. Me gustaba la idea de que el viento sur fuera el protagonista, la voz de las canciones. De ahí el título del disco.

–Aquí hemos tenido un octubre de viento sur casi continuo; hay días que sigue soplando y da la sensación de que también nos está dejando un poco 'tocados'.

–Es que afecta al ánimo, al humor, al vigor... Pero, por otro lado, también creo que es inspirador, que te coloca mentalmente en otro sitio y te da otra perspectiva cuando sopla muy fuerte. A mi me condiciona mucho la temperatura, el tiempo... Cuando estoy componiendo y sopla el viento sur, me gusta pensar que las canciones salen de otra manera.

–Publicó el disco hace un año. ¿Qué acogida ha tenido?

–En estos tiempos difíciles, ha sido muy bonito poder volver a tocar y a encontrarme con la gente a la que le gustan mis canciones. Han recibido muy bien el disco. Al principio, lo tocábamos casi entero; ahora, al haber pasado un año, hemos quitado algunas e incluido otras, llamemósles 'viejas', de mi repertorio. Y mezclan bien unas con otras. Las canciones pueden ser, de alguna manera, vasos comunicantes. Creo que ha habido una buena comunicación y diálogo con el público que está viniendo a los conciertos. En estos tiempos tan duros, como decía, no soy de los que más se puede quejar.

–Acorde con esta época incierta que estamos viviendo, 'Sur en el valle' plantea más preguntas que respuestas.

–Supongo que la incertidumbre también se cuela en las canciones. Escribí casi todo el disco estando en casa, durante la pandemia, y creo que eso le ha dado un carácter más contemplativo e introspectivo que otros trabajos. Habla más de una experiencia interior, personal, que de experiencias colectivas, viajes y otros lugares. Es un disco en el que hay cuestionamiento e incertidumbre.

–A pesar de ello, en todo el trabajo se percibe calidez, tanto en el sonido como en la letra. Es un disco reconfortante dentro del desasosiego.

–Me gusta que transmita esa sensación. Uno puede haberlo deseado, pero no siempre se consigue.

–Hay entereza dentro de esa melancolía que transmiten las canciones. ¿Es algo que también se gana con los años?

–Al final, llevo veinticinco años publicando discos. Soy consciente de que seguramente he recorrido más camino que el que me queda por recorrer. Miras con un ojo el pasado y las experiencias que has vivido, y también tienes la vista en el futuro, en no saber qué va a pasar.

–Pero se asume con madurez, como algo inherente a la vida.

–Sí, aunque no sé si de forma premeditada. He cumplido 49 años hace dos semanas. La edad me da otra perspectiva de las cosas, y esa visión se mete en lo que escribo.

–Siendo un disco, como decía, con un carácter introspectivo, ¿cómo fue el proceso de ponerlo en común con su banda?

–Nos juntamos en una casa en el campo, frente a un lago, un paisaje bastante inspirador. Estuvimos trabajando juntos unos cuantos días antes de meternos en el estudio a grabar. Yo necesito mucha camaradería con los músicos con los que toco, me gusta que haya convivencia mientras se graba el disco. Ese compañerismo afecta al encaje sonoro y da calidez a lo que estás grabando.

–En 'Sur en el valle' ha colaborado con el escritor vasco Kirmen Uribe.

–Es un 'bonus track', una sorpresa que aparece al final del disco físico. Hice algunos recitales con Kirmen, que me parece un tipo espectacular y es uno de mis escritores favoritos. Hace tiempo musiqué algunos de sus poemas y solía tocar esta canción, 'No es verdad', en directo. Decidí grabarla y me pareció que era un cierre y un buen regalo para la gente que sigue comprando discos.

–Es ciertamente un detalle, ahora que las plataformas digitales están tan en boga.

–Yo creo que sí. Somos la última generación de coleccionistas y yo vengo de ese formato. Todo ha cambiado mucho y en muy pocos años, y vamos adaptándonos. Pero sigo consumiendo el formato físico, sobre todo vinilos; aunque entiendo todas las cosas buenas que aportan las plataformas.

–Hace un tiempo comentó en una entrevista que actuar en Euskadi es una maravilla.

–La experiencia que he tenido siempre ha sido muy buena. Hay un público muy fiel, cercano y divertido. He hecho muchos amigos en todos los años que llevo tocando allí. De hecho, el sello que edita el disco, Cultura Rock, está en Bizkaia. Y vivo muy cerca. Por todo eso, para mí es muy especial; sobre todo por volver a encontrarme con los amigos que tengo en Euskadi.

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