Agentes de la Guardia Civil y la Gendarmería francesa inspeccionan un camión durante los controles realizados en la muga de Irun. G. C.

La muga de Irun, epicentro del tráfico ilegal de basuras

Uno de cada tres camiones de residuos sometidos a control transporta desechos de manera clandestina desde Francia para enterrarlos en vertederos del Estado

Iñigo Villamía

San Sebastián

Sábado, 20 de enero 2024, 01:00

La muga de Irun se ha convertido en epicentro del tráfico ilegal de basuras. Una operación conjunta llevada a cabo entre la Guardia Civil ... y la Gendarmería francesa ha permitido estimar que uno de cada tres camiones de residuos sometidos a control en la frontera transporta desechos no tratados, en ocasiones tóxicos, procedentes de Iparralde, Burdeos y la Costa Azul. Su destino, generalmente, son vertederos de Aragón y Cataluña, donde son enterrados para generar ingresos de forma ilícita, si bien fuentes policiales aseguran que se trata de una operación que se desarrolla a lo largo de todo el Estado.

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Según confirma un comandante de la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (UCOMA) del Seprona a este periódico, Irun se ha convertido en una vía de entrada principal de estos residuos prohibidos. Su detección no es sencilla. Cuando se para un camión hay otros muchos que pasan. Y además son controles que llevan tiempo porque es habitual que los residuos vengan mezclados, presentando como cara desechos legales –cartón o basura tratada– pero dejando en el fondo otros de carácter ilegal y, con frecuencia, peligrosos. «Hay que moverlos, buscar con tiempo y eso retarda unas horas la tarea y permite que funcione el boca-oído y otros eviten el paso fronterizo». añade. Buscan el factor sorpresa con un protocolo que realizan tres o cuatro veces al año, con una duración de tres o cuatro días cada uno. «Son aleatorios, pero intentamos tener la máxima precisión y la coordinación con las autoridades francesas es excelente».

Todo tipo de materiales

Encuentran de todo, aseguran desde la Guardia Civil. Desde residuos urbanos o metálicos a aparatos electrónicos, residuos industriales... El fraude comienza en la declaración de ciertos tipos de basura que en realidad esconden otros. Y la legislación europea es clara: cada país, salvo en el caso de residuos tratados, es responsable de sus desechos. «Poco a poco vamos conociendo mejor todo tipo de basuras y detectamos más las ilegalidades, sobre todo aquellas que pueden presentar un carácter tóxico», explica el comandante.

Las claves

  • 250 euros es lo que cuesta eliminar una tonelada de basura en Francia, por los 40 de España

  • 3-4 son los periodos al año en los que la Guardia Civil realiza controles. Duran 3-4 días

  • 3.000 euros de beneficio genera cada camión que consigue cruzar la muga

  • Destinos más elegidos Las basuras procedentes de Francia se entierran, sobre todo, en vertederos de Aragón y Cataluña

Es un tema técnico, pero reconocen haber avanzado mucho en la investigación en estos últimos meses. Desde el Seprona han venido observando que el grueso de estas operaciones ha elegido Irun como centro de operaciones. «En este segundo año de seguimiento hemos podido comprobar mejores resultados, un incremento de denuncias y más detenciones de materiales ilegales», reconocen. También ha mejorado la formación y especialización de los agentes, y algo similar ocurre en el lado francés de la muga. De este modo saben claramente cuáles son los residuos autorizados y cuáles no, los documentos que deben presentarse y, en su caso, si ha habido falsificaciones o cambios.

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Unas sociedades profundamente consumistas, como son las nuestras, producen cantidades ingentes de residuos, que también son oportunidades de negocio para los más desalmados. Y todos los países intentan evitar convertirse en el basurero europeo, tanto por razones económicas como medioambientales. Los datos son muy preocupantes, toda vez que se ha detectados que uno de cada tres camiones interceptados en la muga transporta residuos ilegales. Hay mucho dinero en juego. La operación Poubelle, por citar un ejemplo, desarticuló una organización criminal que llevaba sus residuos desde Francia a Zaragoza que habría ingresado unos 16 millones de euros en los últimos tres años. Y es que las diferencias de precio en los tratamientos de residuos en España y Francia son enormes.

Seis veces más barato

Eliminar una tonelada de basura en el país vecino tiene un coste de 250 euros, seis veces más que en el Estado, donde la media es de 40 euros. De esta forma, diez camiones con veinte toneladas cada uno, según este criterio, supondría en Francia un desembolso de 50.000 euros por 8.000 en España. En consecuencia, y en palabras de la policía, este negocio ilícito puede generar a sus responsables un beneficio de 3.000 euros por cada camión que cruza la muga una vez descontados todo tipo de gastos. Es decir, si cada día consiguen pasar entre diez y veinte, la cuantía rondaría entre los 30.000 y 60.000 euros.

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La tentación fraudulenta es indiscutible, pero el riesgo de importación de restos tóxicos es un grave problema de salud y medioambiental. Porque el Seprona habla de residuos informáticos, disolventes, pilas, pinturas y similares, todos ellos con un carácter letal. En realidad, todo el mundo pierde, salvo los infractores: Francia está dejando de recaudar importantes ingresos fiscales, mientras España, sobre todo en su vertedero de Zaragoza, corre el riesgo de contaminar los suelos, aires y a la ciudadanía. Y todo por la codicia de ciertos individuos conscientes de que junto con el narcotráfico, la trata de seres y las falsificaciones, el movimiento de residuos es una «auténtica máquina de enriquecimiento».

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