Una parte del muro de Andrearriaga ya ha desaparecido. A.P.

Los vecinos de Irun se despiden del muro de Andrearriaga: «Me da un poco de pena porque era parte del barrio»

Los vecinos de Ventas se despiden del muro de la calle Andrearriaga, que se ha empezado a demoler esta semana

Ane Piñeiro

Irun

Jueves, 7 de noviembre 2024

El barrio de Ventas se despide del muro restante junto a la calle Andrearriaga. Los trabajos enmarcados en la construcción del tercer hilo, infraestructura necesaria ... para la llegada del Tren de Alta Velocidad (TAV), tienen como finalidad transformar este eje viario en el inicio de un espacio verde y sostenible. El derribo del muro supondrá un nuevo paisaje para el barrio.

Publicidad

«Me da un poco de pena porque el muro ya era parte de la zona», comenta Jorge Mena, un donostiarra que frecuenta la zona. Mientras salía de la estación de Euskotren este jueves por la mañana, explicaba que «tal y cómo están las cosas ahora mismo, creo que es mejor derribarlo porque dará mayor visibilidad. Si se puede evitar cualquier problema de seguridad creo que derribarlo es una buena idea».

Juana y María José, paseando por la calle Andrearriaga, comentaban que «todo va evolucionando. Este muro quita mucha visión y cuando ya no esté parece que se quedará una zona más limpia. Me parece una buena idea que se derribe». Juana añadía que «vivo cerca de aquí y creo que esta zona será un poco más agradable» tras la actuación. María José, señalando su móvil comentaba que «he hecho fotos y videos al muro para poder comparar el antes y el después».

Fernando y Mariasun no viven en Ventas, pero mientras paseaban por la zona apuntaban a que la parte superior del muro «llegaba hasta la altura de un segundo piso. Sin duda, cuando lo derriben quedará una zona más bonita», aseguraban mientras miraban los avances de la obra.

Publicidad

Pero no todo el mundo ve con buenos ojos la desaparición de este elemento: «Sinceramente, me parece fatal que se derribe», afirmaba una vecina. «Es algo que conozco de toda la vida, y me encantaba. He nacido en Ventas, vivo en el portal más cercano desde hace ocho años y el muro nos protegía de la lluvia y del viento, y hacía que zona fuera más discreta. El derribo se supone que es para que se haga una pasarela», apuntaba, en referencia a la infraestructura peatonal que unirá ambos lados del barrio, «pero creo que es un capricho. En este barrio hay mucho que hacer». Esta vecina aseguraba que «ahora mismo estamos llenos de ratas. He llamado a Servicios de Txingudi porque un montón de bichos asquerosos se están moviendo por todo esto», decía, en referencia a las obras. Sin embargo, también comentaba que los trabajadores que están ejectuando las mismas «son muy educados. Es una obra grande y con mucho ruido, pero el comportamiento de ellos está siendo muy bueno, ejemplar».

Un vecino que entraba a un portal situado justo frente a las obras contaba que «me acabo de mudar al barrio y no tengo mucha información, pero me parece bien que se derribe el muro. Dará un respiro a esta zona y aportará una vista más bonita», opinaba, aunque mostraba dudas sobre cómo quedará el barrio después de las obras: «¿Pondrán más aparcamientos?».

Publicidad

Precisamente, una de las preocupaciones que se repetía entre los vecinos del barrio es el del tráfico: «al haber quitado esta entrada se va a colapsar más. Quedará muy bien, pero creo que lo del tráfico no lo han pensado», aseguraba una vecina. Antonio compartía esa opinión: «por aquí pasaba una carretera con doble sentido, ¿ahora cómo vamos a ir a casa? ¿en avión? Será muchísimo más incómodo por el tema del tráfico».

Arantxa, trabajadora de un comercio ubicado en esa misma calle, explicaba que «claro que el derribo del muro nos va a afectar al negocio porque se corta la calle. Después, no sé cómo afectará. No me influye la vista que quedará, sino las propias obras, y el Ayuntamiento tampoco nos ha informado de nada».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad