Asier Estebanez | Bar Itxaropena de Hondarribia, organizador de Itxarovision

«El único propósito con Itxarovision es que la gente se divierta»

Todo está preparado ya para celebrar este sábado 'Itxarovision'. La cita es en el Bar Itxaropena, en la calle San Pedro de La Marina, de Hondarribia. Una fiesta en torno al popular concurso de la canción europea para pasarlo bien y que además celebra la libertad y la diversidad.

–¿Cómo empezó esta locura tan divertida en torno a Eurovisión?

–Pues fue de forma un poco tonta. A ver, hay unas generaciones que vivíamos Eurovisión de forma intensa, era todo un acontecimiento. Todos en casa viendo la tele juntos... Y yo, en el bar, con los amigos, desde hace tiempo cenábamos y ponía Eurovision, pero sin más. Justo un año había a la vez partido de fútbol y yo puse Eurovisión. Y en los descansos cambiaba al fútbol para que no se me quejaran. Pero al final dije, aquí es lo que hay, se pone Eurovisión y punto. Y varias clientas, una de ellas, Laura Dilla, me dijeron, ¿y si el año que viene haces fiesta Eurovisión? Y le tomé la palabra. Pero le dije, lo hacemos bien, venimos disfrazados, votamos, nos divertimos... Y así empezó todo.

–El primer año me imagino que érais unos pocos y después ha ido creciendo...

–Fuimos un par de cuadrillas, con unos pocos disfrazados. Pero luego lo anuncié por redes sociales y empezó a venir más gente. Cada año ha ido a más y al final hasta salimos por la tele, porque se ha convertido en un acontecimiento.

–Y para este año ya tendréis todo organizado...

–Todo listo para el día 13. Primero empezamos con una cena viendo Eurovisión. Después hacemos las votaciones y luego, entre los que aciertan el país ganador, siempre hacemos un sorteo de un fin de semana algún sitio. Empezamos a las nueve de la noche y suele acabar a las doce y media de la noche o así... Y luego tenemos otro premio que es un micrófono con 'Itxarovision' que se da al mejor disfraz. Y a partir de ahí, fiesta. Está genial, porque cuando ponemos la canción de tu personaje, sales al escenario a actuar. Es muy divertido, la verdad.

–¿El nombre cuándo se lo pusisteis? ¿Desde el principio?

–Desde el principio. Como el bar se llama Itxaropena... Me dijo una amiga, ¡pues Itxarovision! y pensé: «adelante».

– Así que de alguna manera has llevado lo que se vivía antes en muchas casas, a tu bar...

– Sí. En nuestra época se paraba el mundo ese día. Era una pasada. Bueno, es que había sólo dos canales de televisión, así que era un acontecimiento que se veía en todas las casas.

–Y de qué suele ir disfrazada la gente?

–De todo: de Celin Dion, de cantantes españoles... de Chiquilicuatre también han ido... El que más se repite es Azúcar Moreno. Algunos años ha habido hasta ocho. Normalmente se disfrazan de gente que ha participado en Eurovision, pero también hemos tenido a José Luis Uribarri, el presentador de toda la vida...

–¿El disfraz que más te ha sorprendido de estos años?

–Pues un amigo que fue de Verka Serduchka, de Ucrania, que fue super divertido. Y otra que fue de Edurne, con el vestido rojo que luego tirabas de él y se convertía en uno blanco. Virginia Barreto que es maquilladora un año llegó de Lordi y todo el mundo alucinó.

–Y tú también te difrazas, claro.

–Sí, este año tenía duda entre dos, pero voy a ir sencillo, porque ese día también trabajo. Así que seré Nina, en Nacida para amar.

–Para muchos en Hondarribia es una fiesta ya marcada en el calendario.

–Pues creo que sí, que se ha convertido en algo como... importante. Las redes sociales ayudan mucho. Lo que queremos al final es divertirnos y en invierno y primavera no hay muchas opciones.

–Cómo ves Hondarribia, sigue habiendo mucho turismo

–Después de la pandemia yo creo que la gente lo que quiere es salir en cuanto tiene dos o tres días libres.

–¿Cuántos años llevas con el bar? Porque es un bar de familia.

–Lo cogieron mis abuelos hace 80 años, la amona Martxeli, que era del caserío Gartzinekoborda de Lesaka y el attona Bautista, de Irun. Era un bar como los de antes, de vino, raciones, cazuelas... Ojo, que muchas se mantienen, la carta es muy parecida a aquel entonces. Se han ido añadiendo cosas, ahora hay más ensaladas, pero los míticos rusos, los filetes rusos de la receta de la amona ahí siguen y continúa siendo lo que más se vende.

–Luego pasó por tus padres.

–Sí, estuvieron mis padres, la ama, Juncal, muchos años en la barra y después pasó a la cocina con el aita, Javi. Luego empecé yo y al tiempo se unió mi hermano Ibon.

–Y tus padres cómo viven lo de Eurovision.

–Mi madre al principio me decía a ver si estaba loco. Y yo le decía, chica, vamos a probar, total. Lo haces un año y si sale mal, pues no lo haces más. Imagínate ahora, está encantada, porque se ha convertido en algo divertido. Tampoco sin otra pretensión de más.

–Necesario...

–Sí, salir un poco de la rutina. Igual los jóvenes salen más pero mucha gente de 35 para arriba salen tres veces al año y por lo menos, así hay algo divertido. En Itxarovision la media es de 30.

–Es como un carnaval con la temática de Eurovisión.

–Eso es, con la única intención de que todo el mundo lo pase bien.