Gipuzkoa se entrena para catástrofes aéreas

Un avión con destino al aeropuerto de Hondarribia se dispone a aterrizar, cuando el piloto detecta un problema técnico y comunica a la Torre de Control de que el aparato está perdiendo altura, por lo que desvía su trayectoria y acaba impactando junto a la playa de la localidad. Fuego, muertos, heridos... Un accidente aéreo con múltiples víctimas en suelo urbano que este martes ha servido como modelo para realizar un simulacro organizado por el aeródromo donostiarra.

El objetivo ha sido analizar los procedimientos y los tiempos de actuación ante una emergencia de esta magnitud, así como comprobar la eficacia, el grado de conocimiento y la coordinación de todos los agentes implicados en la atención de una catástrofe aérea.

Por lo tanto, el simulacro no solo ha servido para poner a prueba el plan de emergencias del aeropuerto, sino el trabajo de bomberos, policías, sanitarios y demás colectivos operantes en Gipuzkoa. Entre ellos, los bomberos de la Diputación de Gipuzkoa, SOS Deiak, Osakidetza, Er-tzaintza, Policía local, Policía Nacional, Guardia Civil y Cruz Roja.

Una vez recibido el aviso por el Servicio de Emergencias, los primeros en llegar al lugar del siniestro han sido los bomberos del aeropuerto, con un camión autobomba de 800 caballos con el que han lanzado un chorro de agua de alta potencia capaz de extinguir el incendio de un avión en apenas dos minutos. Con el fuego controlado y los bomberos de la Diputación ya en el lugar, se ha procedido a la localización de las víctimas, algunas de ellas atrapadas aún entre los restos del avión, otras esparcidas en la zona tras haber salido despedidas por el impacto.

Protegidos con máscaras de respiración, han ido evacuando uno a uno a los heridos, que han sido marcados con cintas según la gravedad de sus heridas: amarillo, grave; rojo, muy grave; negro: fallecido. Lamentablemente, dos personas han muerto en el acto, un hombre y una mujer. Ese primer triaje de los heridos permite que la actuación de los sanitarios sea más fácil y rápida.

Hasta el lugar se han trasladado un total de seis ambulancias, tres de soporte vital básico, dos medicalizadas y una especial para incidentes de múltiples víctimas. Las personas accidentadas ha ido siendo atendidas en función de su gravedad, mientras se instalaba un hospital de campaña. Otro de los heridos graves, una mujer joven con fuertes quemaduras en su cuerpo, ha fallecido también antes de ser trasladada a un centro hospitalario. Los otros once heridos, tras una primera asistencia, han sido trasladados al Hospital del Bidasoa, que ha aprovechado para realizar asimismo un simulacro interno.

En el aeropuerto de San Sebastián se ha establecido un puesto de mando y también una sala de atención a familiares de las víctimas del accidente, que han sido atendidas por psicólogos de la Cruz Roja y han ofrecido muestras de ADN a forenses y Policía científica, quienes han analizado asimismo el lugar del siniestro para establecer su causa.

Aunque lo vivido este martes no fue más que un simulacro, este tipo de ejercicios son fundamentales para el entrenamiento de todos los servicios que intervienen en emergencias. «Aunque esperamos que nunca ocurran, es importante que nos conozcamos entre nosotros para saber cómo actuar juntos. Es una forma de testear nuestro trabajo y saber lo que hay que hacer y lo que no en estas situaciones», ha subrayado Emilio Lozano, suboficial de los bomberos de la Diputación. «Repasamos todos los protocolos de actuación y detectamos posibles problemas de coordinación», ha indicado Manu Arteaga, responsable de Emergencias de Osakidetza en Gipuzkoa.