Eibar
La nueva vida de las gafas olvidadasCampaña 'Hazte visible'. El eibarrés Mikel Porto ha organizado durante varios meses la recogida de 20.000 pares para Senegal, enviadas a través de Grupo Baobab y Ayuda Contenedores
Según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, un tercio de la población mundial tiene algún tipo de deficiencia visual o ceguera. En los países más ricos, este problema se soluciona rápidamente: basta con acudir a una óptica, diagnosticar el defecto visual y corregirlo con un par de gafas. Sin embargo, en países en situación de desigualdad, como Senegal, esto solo está al alcance de unos pocos. Por ello, el pasado 2 de agosto, llegó un contenedor a la región de Saly y M'Bour con 20.000 gafas graduadas y de sol. La labor de las oenegés Grupo Baobab y Ayuda Contenedores fue fundamental para realizar el traslado, junto con otros objetos, pero el gran organizador de todo ello ha sido el eibarrés Mikel Porto.
«Esto se me ha salido de madre». Es lo primero que dice Porto al otro lado del teléfono. Una cifra casi récord que demuestra su gran capacidad de asociacionismo y voluntad solidaria. Meses de trabajo desde finales del año pasado que culminaron en junio con la recogida de más de 20.000 anteojos para ayudar a combatir este problema que, extrapolando el dato a Senegal, afectaría a cerca de seis millones de personas que necesitarían gafas o sufren algún tipo de problema visual.
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20.000 Han sido las gafas que la región de Saly y M'Bour, en Senegal, ha recibido el 2 de agosto, repartidas en 50 cajas dentro del contenedor de la ONG Grupo Baobab, con la colaboración de Ayuda Contenedores
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2-3 años Es la demanda anual que se podrá cubrir en los seis centros oftalmológicos a los que se han repartido estos artículos de lujo para la mayoría de la población senegalesa
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Son las personas que han ayudado a Mikel Porto en la criba de las gafas Pero debajo, en la cadena solidaria, hay innumerables eibarreses, guipuzcoanos y vizcaínos
No es la primera vez que Mikel Porto se moviliza para llevar a cabo una acción como esta. Ya en febrero de 2020 recogió, como presidente de la Fundación de Peña de la SD Eibar, 1.000 pares, entre 600 y 800 de ellas «en un fin de semana en el estadio de Ipurua, regalando una camiseta firmada por los jugadores». Para poner la cifra en contexto, 1.000 gafas serían las necesarias para abastecer la demanda de un año en un centro oftalmológico en Senegal.
Objetos perdidos
A finales del año pasado, hacia noviembre, retomó este «clásico» de ayuda a países africanos, volviendo a ponerse en contacto con la oenegé Grupo Baobab, fundada y presidida por Guy Verbeeck. La chispa que encendió todo fue la prensa, que informaba sobre la falta de este artículo en el continente. Así, retomó la aventura solidaria por su cuenta, pero «sabiendo a dónde tengo que tocar la puerta». Primero, se dirigió a las oficinas de objetos perdidos de 76 de los 88 ayuntamientos de Gipuzkoa, además de cuatro de Bizkaia –Bilbao, Durango, Santurtzi y Markina-Xemein–. Escribió un correo electrónico explicando los motivos y lo que pretendía hacer. Cabe destacar que los artículos entregados se almacenan durante dos años, y si no son reclamados, son desechados.
Otro enclave inicial fueron los centros para personas mayores u hogares del jubilado, que sirvieron como punto de recogida. En ellos, destaca Mikel Porto, «se ha hecho una labor impresionante». Gracias a la ayuda ofrecida por el eibarrés Félix Elkoroiribe, presidente de Agijupens y Euskoferdepen, asociaciones de jubilados y pensionistas, se creó una red de ayuda de la que se ha obtenido buena parte del total de gafas.
También cabe mencionar la colaboración de varias ópticas, tanto de Eibar como de Gipuzkoa, que han ofrecido aquellas gafas que, tras un cambio de graduación, sus clientes entregan para su reciclaje. Y, por supuesto, el centro comercial Garbera, que junto al Ayuntamiento de Durango, mantendrán sus puntos de recogida hasta el 31 de diciembre, ya que «la necesidad de gafas es permanente y grande». Así nació la campaña 'Hazte visible'.
Colaboraron clubes deportivos
Es especialmente destacable el trabajo realizado en el centro comercial donostiarra, donde se incentivó la donación de gafas con la participación de varios clubes deportivos –Gipuzkoa Basket Club, Balonmano Bera Bera, Hockey Hielo Txuri Urdin, Ampo Ordizia, Hondarribia Arraun Elkartea, Club de Remo San Pedro, Eibar Rugby Taldea, Real Sociedad, CD Bidasoa...– ofreciendo camisetas firmadas. Con ello, se ha logrado una «increíble» participación de todos los ciudadanos que, junto con los hogares del jubilado, ha permitido reunir más de 20.000 pares de gafas, tanto de sol como de vista.
La acción solidaria «se ha ido extendiendo como una mancha de aceite», indica Mikel Porto, que se sorprende con la cantidad almacenada en cincuenta cajas. «No contaba con la dimensión que estaba tomando esto. Nos han pedido que no quitáramos las cajas de recogida. Y fíjate, nos ha dado junio recogiendo gafas», señala orgulloso. Está claro que esta labor es «mi niña de los ojos», que le ha llevado a dedicar muchas horas de trabajo por y para la causa.
La asociación con empresas también ha sido importante. Dive Medical, ganadora de un galardón en los Premios Toribio Echevarria por su proyecto de inteligencia artificial y eye tracking, está en conversaciones con Verbeeck y Porto para conocer cómo puede encajar su proyecto. Mediante tecnología propia, pueden valorar la función visual de pacientes incluso no verbales.
Pero, por supuesto, Porto no lo ha hecho solo. Junto a él han estado «media docena de amigos» seleccionando y preparando el envío, además de todos los colaboradores en los diferentes puntos de recogida. «Ha sido una campaña preciosa y yo estoy encantado. He recibido el apoyo de mucha gente, sobre todo de mis amigos. Tengo una cuadrilla que me ha echado un cable viniendo los fines de semana a trabajar al pabellón. No tenían por qué hacerlo, pero lo han hecho», asegura Porto, organizador de la acción solidaria. Porque de las 20.000 gafas enviadas a Senegal, todas pasaron «una a una por nuestras manos», desde las más baratas a las más caras, más nuevas o más viejas, apartando aquellas en mal estado. «Nos hemos permitido desechar algunas porque para mandar cosas que van a tener que tirar allí, preferimos tirarlas aquí porque ocupan espacio en el contenedor», explica.
Finalmente, con la inmensa cantidad recogida, aunque solo cubra «una parte pequeñita» del país africano, han contactado con seis centros oftalmológicos senegaleses para distribuir las gafas, lo que cubriría la demanda de dos a tres años en cada uno. «Es una pasada».
«Gracias y hasta la próxima»
Aunque está orgulloso de la hazaña conseguida, Mikel Porto no siente como propio el valor solidario, por muchos agradecimientos que haya recibido a la llegada del contenedor. «Soy una bolita de nieve echada cuesta abajo», dice, repartiendo el mérito. Él ha sido el motor de una ciudadanía entregada a la causa. «No sé cuántas veces he dado las gracias. No tengo ya palabras de agradecimiento para la gente. Todo el mundo ha querido apoyar, echar un cable, arrimar el hombro... Les diría simplemente gracias y que nos vemos en la próxima», afirma.
Sin abandonar este proyecto, que tendrá continuidad hasta al menos finales de año, se ha involucrado en otra acción del Grupo Baobab, que consiste en recopilar bicicletas para evitar el abandono escolar en Senegal, ya que los niños deben recorrer kilómetros hasta sus centros educativos. «Visto lo visto, no lo voy a dejar», avisa. Senegal tampoco.
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