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La primera parte construida se desvelará en marzo del 2026.

Eibar

Andrés San Millán crea un gran retablo en Nueva York

Arte. El artista eibarrés, afincado en Estados Unidos, presenta una monumental obra concebida como refugio frente al ruido informativo y como memorial

Miércoles, 1 de octubre 2025, 20:58

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El artista eibarrés Andrés San Millán, de 67 años, ha dedicado las últimas décadas a desarrollar un lenguaje artístico propio en Estados Unidos, a medio camino entre la danza, el teatro, la escultura y la performance. Su nuevo proyecto, titulado 'Retablo para el Cuerpo y la Mente', representa una síntesis de ese recorrido vital y creativo.

La obra, todavía en proceso, se concibe como una narrativa alternativa al flujo tóxico de información que dominan los medios de comunicación y como un monumento vivo en recuerdo de quienes se han marchado demasiado pronto. San Millán explica que la idea germinal nació tras el tsunami de 2004, pero que se ha ido moldeando con los acontecimientos que marcaron el presente: el cambio climático, la pandemia de Covid-19, las guerras en Ucrania y Gaza, el terremoto de Haití y tantas otras tragedias globales que forman parte de nuestra memoria compartida. «Me sentí impulsado a crear una obra que pudiera ofrecer consuelo y un espacio contemplativo para la reflexión» afirma.

El 'Retablo para el Cuerpo y la Mente' se articula en secciones y se encuentra aún en fase de construcción. La primera parte, de 24 por 30 pies, se desvelará en marzo del próximo año en la Bank Art Gallery, 94 Broadway, Newburgh (Nueva York), aunque el próximo día 17 ya podrá verse en esa misma ciudad un avance preliminar.

La obra aborda cuestiones urgentes, « la mente dividida y propensa al conflicto, la necesidad de unidad y supervivencia, y el vínculo esencial entre humanidad y naturaleza», señala San Millán. En cuanto a los materiales, principalmente maderas a la deriva y objetos encontrados, «evocan la impermanencia, el reciclaje y la fuerza regeneradora de la naturaleza».

Aunque el estreno internacional tendrá lugar en Estados Unidos, parte de la trayectoria reciente de San Millán ha pasado por Eibar. En el Topaleku de Arrate Kultur Elkartea exhibió, el pasado año, algunas piezas ligeramente vinculadas al retablo: tres esculturas elaboradas con madera desechada que representaban un siderometalúrgico, un baserritarra y una tercera figura que arrastraba a las anteriores. «Eran representaciones de miles de personas condensadas en dos cuerpos», explica el artista.

Estas esculturas dialogan con las diez instalaciones que colocó en el valle del Hudson, a poco más de una hora de Nueva York, donde se afincó tras su paso también por Barcelona y su formación en danza moderna.

Vida dedicada al arte

Nacido en Eibar en 1958, San Millán se formó en Urkizu, La Salle y la Universidad Laboral antes de mudarse a Barcelona para estudiar en el Instituto de la Danza y el Teatro. Con 24 años emigró a Estados Unidos, donde amplió su formación y acabó construyendo una carrera polifacética: bailarín, director artístico, escultor y docente.

En Nueva York cofundó el Teatro Cocoon, en colaboración con la Rhinebeck Theater Society, y recibió apoyo de instituciones como la Fundación Scripps.

El coreógrafo Alvin Nikolais, figura de referencia en la danza moderna, lo calificó como «creador», un apelativo que él mismo asume como reflejo de su trayectoria. Igualmente, San Millán ha trabajado también como profesor de danza y pintura en el ARC of Greater Hudson Valley, ha impartido talleres de arte en el Boys and Girls Club de Poughkeepsie y ha dado clases privadas.

Por todo ello, su visión artística no se limita al escenario o la galería: ha revitalizado espacios comunitarios como el restaurante Ducktown en New Windsor o una granja agrícola orgánica en Massachusetts, siempre desde la perspectiva de unir creatividad, vida cotidiana y naturaleza.

En esta dirección, el artista eibarrés explica que «mi trabajo nace exclusivamente de la inspiración. No pretendo ser historiador ni científico, simplemente busco verdades accesibles a través del proceso creativo», señala. Esa búsqueda lo conecta con sus raíces vascas. «Nacer y crecer en Euskal Herria ha sido como tener un pasaporte al mundo. Cada vez que conozco a alguien nuevo, quiere saber sobre nuestro idioma, nuestras costumbres, nuestro folklore».

En su última visita a Eibar confesó que volver a su ciudad natal suponía un cierre de ciclo y una preparación para el siguiente capítulo de su carrera. «Me encanta Eibar. Ver las calles llenas de gente me alegra el día. Creo más en que el trabajador de Eibar es arte tal como decía el viejo dicho de que el trabajo es arte. Los eibarreses , -dice san Millán-,destacan tanto en lo artístico como en lo empresarial» asegura.

Con el 'Retablo para el Cuerpo y la Mente', San Millán busca que el arte actúe como refugio frente a la saturación de noticias y como espacio de renovación espiritual. La obra, que crece a partir de materiales humildes, aspira a convertirse en un memorial colectivo y a abrir un diálogo sobre la fragilidad humana y la necesidad de reconstrucción. En un mundo marcado por crisis encadenadas, el artista eibarrés ofrece un trabajo que trasciende fronteras: una invitación a la contemplación, al consuelo y a la unidad. Un monumento vivo que, desde Nueva York, también lleva consigo la memoria de Eibar y de Euskal Herria.

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