Enrique Gorostegi con uno de los esqueletos empleados para abordar la reeducación postural. LIMIA

Zumarraga

«Si pregunto a alguien si tiene tensión seguro que dirá que no, pero probablemente lleve 50 kilos»

Enrique Gorostegi Profesor de Técnica Alexander y reeducación posturalParticipará en un congreso internacional celebrado en Dublín sobre esta técnica, de la que hace poco habló en las olimpiadas de Zumarraga y ha impartido en el Foro +65 de Urretxu

Miércoles, 30 de julio 2025, 20:57

Enrique Gorostegi está a punto de viajar a Dublín para participar en un congreso celebrado cada tres años a nivel internacional sobre la técnica Alexander, ... de la que es profesor titulado desde hace seis años tras formarse en escuelas de Los Ángeles, California e Irlanda. El congreso se desarrollará del 3 al 9 de agosto y Enrique impartirá dentro del mismo un taller sobre los beneficios de dicha técnica en personas que padecen problemas neurológicos, concretamente, distonía. «Tengo un paciente que veía severamente condicionada la movilidad, el equilibrio y la coordinación general de su cuerpo por este trastorno, llevo año y medio trabajando con él y los resultados están siendo muy positivos e incluso, reconocidos a nivel médico», cuenta.

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–¿Qué es la técnica Alexander?

–Es un método de reeducación corporal a nivel muscular y esqueletal. Tiene diferentes objetivos. El primero es reconocer aquellos hábitos posturales y de movimiento que tenemos y que, muchas veces sin saberlo, van derivando en tensiones, lesiones y dolor. Se trabaja con el paciente en la consciencia y en la prevención. Aunque bien es cierto que la mayoría de las personas llegan a la consulta a raíz de empezar a sentir algún dolor y encauzamos la recuperación. No hablamos de fisioterapia u otras disciplinas similares; es una disciplina activa porque enseña, de manera participativa con el cliente, pautas para soltar esa tensión, el contacto que mantenemos con el paciente es muy suave y en ningún caso doloroso, consisten en enseñarle a identificar dónde va acumulando la tensión para primero diluirla, y luego, aprender a prevenirla. Son herramientas para la vida, no solamente para una sesión.

ERRORES MÁS COMUNES«No reparamos en que la cabeza pesa 5 kilos y a menudo vamos encorvados por la vida»CLAVES «El manejo del estrés es muy importante, no hacerlo tensa de manera insana nuestro cuerpo»

–¿Puede ofrecer algún ejemplo práctico de los resultados?

–Tengo un ejemplo muy claro de una comerciante de Zumarraga que venía sufriendo un problema de ciática muy fuerte durante muchos años, con un gran dolor que le bajaba por la espalda hasta la cadera. Le hablé de la técnica y nos pusimos a ello, en cuestión de cinco sesiones dejó de padecer aquel dolor y pudo empezar a realizar muchas cosas que antes no hacía, entre ellas, algo tan sencillo como sentarse en una terraza, ya que antes, en cuanto se levantaba tras permanecer mucho tiempo sentada le sobrevenía un dolor terrible.

¿Cuáles son los errores posturales más habituales que cometemos?

–Citaré tres aspectos que influyen muchísimo y suelen generar problemas a medio y largo plazo. Uno de ellos es el manejo del estrés, estamos siempre reactivos sin darnos cuenta, ello hace que diferentes partes de nuestro cuerpo se tensen de manera insana, sobre todo, las articulaciones. El segundo aspecto que me parece importante mencionar es el uso de la cabeza, no reparamos en que tiene un peso aproximado de cinco kilos y que debe de estar bien posicionada, cualquier derivación o desvío que hagamos al trabajar, al utilizar el móvil, al andar... debe de ser equilibrado, solemos creer que vamos rectos cuando muchas veces caminamos encorvados hacia atrás. Ello suele generar un daño enorme con el tiempo. En tercer lugar, citaría el uso de las piernas, las rodillas y las caderas. Solemos pensar que la articulación de las caderas se encuentra mucho más arriba de lo que está, por lo que no solemos utilizarlas bien al agacharnos y eso va generando desgastes. Obviamente, la edad es un factor, pero muchas de las cosas que achacamos a los años o a la artrosis son, en realidad, originadas por estas cuestiones. Yo por ejemplo, tengo 61 años y estoy mejor que hace 20.

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–Uno de los premios del equipo ganador de las primeras olimpiadas de las fiestas de Zumarraga consistió en cuatro mentorías con usted como personal-trainer. ¿Cómo ha ido?

–Espero que en breve podamos llevarlas a cabo. Consistirán en una sesión online, otra presencial para todo el equipo, una individual y una mentoría personalizada. Junto a ello, ofrecí dos presentaciones previas en la casa de cultura para todos los participantes en las olimpiadas, enfocadas a los beneficios que ofrece la técnica Alexander y la reeducación postural en la práctica deportiva, ámbito en el que me quiero centrar en este momento. Yo mismo he sido deportista toda la vida y personalmente he atravesado la experiencia de prácticamente no poder andar o hacerlo con muchísimo dolor o cojeando, a pasar a realizar como hago ahora, medias maratones, la Behobia y otras carreras populares y practicar deporte todos los días a un nivel bastante alto. Yo sé que muchos deportistas, tanto aficionados, como profesionales, sufren porque tienen dolores y dificultades de movimiento, los cargan en la mochila y siguen adelante, pero a medio plazo llegan las lesiones o tienen que dejar el deporte y no tiene por qué ser así.

–Cambiando completamente de público objetivo, también ha impartido un curso dentro del Foro +65 de Urretxu.

–Fue muy interesante, abordamos con las personas mayores de 65 años la mejora de la coordinación, la movilidad y el equilibrio, ofreciéndoles herramientas para reconocer aquellos hábitos posturales que les pueden hacer daño para saber cómo reemplazarlos. Tengo y he tenido pacientes octo y nonagenarios a los que les hace mucho bien.

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«No somos ajenos al entorno»

–¿Algo que le gustaría añadir?

–Sí, la importancia de comprender que las personas somos parte del entorno, no somos ajenas a las leyes físicas. Por ejemplo, si se me cae un jarrón se rompe, si doblo demasiado una vara se parte, si aplasto mucho un objeto mullido se oprime... Nuestro cuerpo es igual, si ponemos mucha más tensión de la necesaria en determinadas partes del cuerpo sin darnos cuenta se resiente. Si ahora mismo a pie de calle preguntáramos a cualquier persona si tiene algún tipo de tensión, de entrada nos diría que no, pero estoy convencido de que, en cuestión de un minuto, le demostraríamos que probablemente tiene 50 kilos de tensión donde no debería de tenerla. Si unimos a todo ello la reactividad que tenemos ante los estímulos del móvil, las noticias del mundo que nos rodea, la vorágine del ritmo de la vida que impera en la actualidad... se traduce en constreñimiento, y ello en dolor y lesión. Pero eso se puede cambiar. No es obligatorio sufrir.

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