Legazpi
Legazpi volvió a cumplir este lunes con la peregrinación a Arantzazu, de más de un siglo de tradiciónEl camino hasta el santuario estuvo pasado por agua, pero la lluvia no amilanó las ganas de los fieles de este día
Pese al 'aje' del día después del Artzain Eguna, Legazpi cumplió este lunes con su peregrinación a Arantzazu. Fue un camino pasado por agua, ... pero como en otras ocasiones, la lluvia no amilanó las ganas de participar de los legazpiarras y fueron unos cuantos los que se dieron cita a la altura de la fuente de la Virgen para dar cuenta del hamaiketako de salda, chorizo y carne servido por los voluntarios de siempre por gentileza del Ayuntamiento. Hubo otros tantos que optaron por llegar hasta las mismísimas puertas del santuario en el autobús habilitado por el consistorio para ello, junto a otro que salió a primera hora y llevó a los pasajeros hasta Udana para que continuaran desde allí su trayecto andando. Una misa en el templo oñatiarra y una comida en el Hotel Santuario de Arantzazu redondearon la jornada.
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Como otras muchas localidades, la legazpiarra lleva más de un siglo realizando este camino. A través del libro 'Legazpi siglo XX: hitos en el camino hacia la modernidad' escrito por José Mari Urcelay, podemos conocer numerosos detalles del mismo. Cabe comenzar por abril de 1912, cuando el Ayuntamiento de Legazpi acordó adherirse a la propuesta realizada por el consistorio de Oñati para que la Virgen de Arantzazu fuera nombrada patrona de Gipuzkoa. Casi seis años después, durante un pleno celebrado en marzo de 1918, la Corporación Municipal de Legazpi se hacía eco de la esperada noticia: «El Papa, durante la misa mayor, había proclamado a la Virgen de Arantzazu patrona de la provincia». En ese mismo instante, el Ayuntamiento acordaba felicitar a la comunidad franciscana de Arantzazu y otorgarle un donativo de 250 de las antiguas pesetas. A primeros de septiembre de 1920, una comisión provincial animaba a engalanar los balcones y ventanas de toda Gipuzkoa el 9 de septiembre, con motivo de la festividad de la virgen de Arantzazu. El 12 de septiembre de ese mismo año, el Ayuntamiento de Legazpi acordaba celebrar una peregrinación anual a Arantzazu, que tendría lugar cada 8 de septiembre con la participación de una representación municipal en la misma. Se sabe que esta tradición fue interrumpida en los tiempos de la Segunda República, con la aprobación de la constitución de diciembre de 1931, entre cuyos decretos se encontraba la prohibición de toda actividad municipal en actos y manifestaciones de índole religiosa.
Se cree que la peregrinación fue recuperada en la década de los cuarenta del siglo pasado. Al menos hay constancia de que en 1943, el 9 de septiembre fue declarado festivo en el calendario laboral. Algo que también ocurrió con el 8 de septiembre en Legazpi durante un tiempo. Trabajadores de las décadas de los 40 y 50 recuerdan como Patricio Echeverría habilitaba camiones con bancos en su interior para acudir a la peregrinación. En su nueva etapa hasta la actualidad únicamente fue suspendida durante la pandemia del Covid.
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