El gran viaje de Extremadura a Legazpi
El centro extremeño La Bellota celebra su 30 aniversario, aflorando los recuerdos de su llegada a la localidad al albor del crecimiento industrial
El día de ayer removió recuerdos y emociones en muchos de los extremeños afincados en Legazpi. El centro extremeño de la localidad, La Bellota, celebró su 30 aniversario, aflorando con ello las memorias de los comienzos de la propia comunidad extremeña en Legazpi y del gran viaje realizado por muchos paisanos hace décadas desde su tierra natal hasta el municipio del Alto Urola en busca de un futuro mejor al albor del gran crecimiento y la necesidad de obreros de la fábrica de Patricio Echeverría, que llegó a alcanzar los 3.600 trabajadores en los años sesenta, un buen número de ellos venidos de Cáceres y de Badajoz.Aquellas generaciones fundaron el centro extremeño La Bellota, casa de encuentro y tributo a sus orígenes, a través de la cual, vienen compartiendo su cultura y tradiciones con el pueblo de Legazpi. «Sin Legazpi y sin su apoyo, no hubiera sido posible», valoraba ayer la presidenta de La Bellota, Ana Sánchez, en medio de las celebraciones. El día comenzó con un festival de bailes en la Azoka con el grupo de coros y danzas extremeñas 'Nuestra Señora Virgen de la Montaña' procedente de Astrabudua, Bizkaia. No obstante, antes de su actuación y como símbolo de ese 'diálogo y convivencia' entre la cultura extremeña y la legazpiarra, dos dantzaris de los grupos de baile locales Korosti ySustraiak interpretaron un Aurresku de honor al son de los txistularis de Goiz Deia. Tampoco faltaron los productos de la tierra, con un rico escaparate de embutidos ibéricos de Santibáñez el Bajo (Cáceres) al pie de la fiesta. La celebración se trasladó después a la sede que La Bellota posee en el barrio San Ignacio, donde se celebró una comida con baile en la sobremesa.
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