Un nutrido grupo de autoridades civiles y religiosas, entre ellas Avelino Elorriaga, presidente de la diputación de Gipuzkoa, y Jaime Font Andreu, entonces obispo de San Sebastián participaron en los actos.

Onati

La piedra que 'transformó' Arantzazu

75 aniversario. El 9 de septiembre de 1950 se colocó la primera piedra de la nueva basílica, un proyecto plagado de problemas y prohibiciones que hoy en día es todo un símbolo del arte vasco contemporáneo en uno de los rincones más significativos de Gipuzkoa

Sábado, 6 de septiembre 2025, 20:53

La festividad de la Virgen de Arantzazu llega este año marcada por dos aniversarios redondos. El 30 de agosto se cumplieron 70 años de la ... bendición de la nueva basílica y pasado mañana se cumplirán 75 de la colocación de aquella primera piedra con la que arrancó la profunda transformación no solo física, también social de Arantzazu.

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Mucho ha llovido, y no solo literalmente, desde que un nutrido grupo de autoridades civiles y religiosas, entre ellas Avelino Elorriaga, presidente de la diputación de Gipuzkoa, y Jaime Font Andreu, entonces obispo de San Sebastián, colocaran el 9 de septiembre de 1950 la primera piedra de la Basílica aprovechando la festividad de la virgen.

La tormenta que desató en la sociedad guipuzcoana de los años cincuenta la construcción del santuario es ya patrimonio de las hemerotecas. La basílica ha dejado de ser la piedra de la discordia que tanta tinta hizo correr y se ha convertido en el eje de un enclave que no ha parado de cambiar para adaptarse a nuevos tiempos y realidades.

Naturaleza, historia, religiosidad, arte, cultura, renovación y vanguardia caminan hoy en día juntas en uno de los rincones más significativos, artísticos y espirituales de Gipuzkoa Un remanso de paz y naturaleza colgado entre barrancos y roquedales que el martes celebrará su festividad sin ningún acto conmemorativo especial.

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El programa será el de los últimos años: la secular peregrinación oñatiarra, la recepción y el aurresku de honor a las autoridades en la explanada de la basílica, y la misa mayor que presidirá el obispo Fernando Prado, en la que seguro habrá guiños a la historia del santuario.

Un emblema que superó todas las dificultades y constituye un testimonio único de la labor desarrollada por un plantel de artistas sin precedentes que avanzó lo que sería la vanguardia artística, rompiendo los moldes arquitectónicos de la época.

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Algunos de ellos, personajes anónimos y desconocidos en los años 50, se convirtieron con los años en figuras de relieve internacional que acapararon los más prestigiosos premios y distinciones. Y aunque la personalidad de Oteiza y la polémica originada por la prohibición de sus apóstoles consiguió eclipsar a sus compañeros, con el tiempo todos y cada uno de ellos alcanzaron la gloria artística: Eduardo Chillida, Lucio Muñoz, Francisco J. Sáenz de Oiza, Luis Laorga, Néstor Basterretxea o Xavier Álvarez de Eulate.

Pocas son la intervenciones que no suscitaron controversias. No obstante, todos hicieron valer su particular sensibilidad artística y lograron que Arantzazu se convirtiese en un símbolo de modernidad y vanguardia de todo un pueblo.

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Y por eso hoy en día es mucho más que un santuario; es precursora de la cultura vasca, símbolo del arte contemporáneo , campamento base del Parque Natural de Aizkorri... Un faro donde se encuentran la historia y la espiritualidad.

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