La feria semanal continúa entre fuertes medidas de seguridad

Llega una nueva semana de confinamiento entre múltiples medidas de seguridad. Además de la red de ayuda a vecinos dependientes que ya ha sido solicitada por un gran número de ellos, se sigue trabajando en nuevas medidas que ayuden a llevar el día a día del confinamiento con la mayor normalidad posible.

La feria del sábado sin ir más lejos se ha celebrado en la cancha azul de Zubikoa, como en las últimas semanas, con las medidas necesarias para la seguridad: se ha mantenido una distancia mínima de dos metros entre productores y consumidores, no se podían tocar alimentos, los consumidores han tenido que lavarse las manos antes de entrar, la entrada y salida han sido separadas, en todo momento se ha controlado el número de personas de la cancha azul, los productores han actuado con mascarillas y guantes... En la feria participaron catorce productores y acudieron alrededor de 360 ciudadanos.

Aunque en un principio el Gobierno Vasco había decretado la supresión de este tipo de mercados, el mismo sábado a mediodía anunció el fin de esa medida.

Según la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, esta medida se promulgó «en el contexto previo al período festivo de Semana Santa, que coincidía también con fuertes restricciones de movilidad. Ahora las circunstancias han cambiado y el período de restricción de la actividad industrial no esencial deja de tener efectos a partir del lunes». En este contexto, el Gobierno Vasco también modificó la orden relativa a los mercados, de modo que su celebración pudiera reanudarse esta semana: «De acuerdo, y manteniendo las medidas de distanciamiento y de higiene que rigen para todas las actividades en este nuevo periodo, en todo momento estamos hablando de criterios de salud pública» enfatizó.

En la feria del sábado estuvieron presentes los vendedores de frutas Cruz y Vesga, el de bacalao Morillo, el de pasta Calvo, el vendedor de conservas Ortega, la productora de pan ecológico Naiara Uriarte, Maialen Madina, José Mari Lizarralde y Josu Iñarra, el vendedor de patata Fernández de Barrena y el grupo de verduras Gaizka Olabarrieta, Urbieta y Ortuzar. La feria estuvo activa desde las 8.00 de la mañana hasta las 13.30, con la obligación impuesta a todos los usuarios de que a esa hora debían abandonar obligatoriamente el recinto.

Desde el primer momento el grupo local de EH Bildu mostró su queja por la orden de supresiíon del Gobierno Vasco. «En situación de emergencia es vital poner alimentos de calidad al alcance de la ciudadanía, es una necesidad de primer orden». Afirmaba no entender que, en tiempos en los que los supermercados y los grandes establecimientos están llenos de gente, «la actitud del Gobierno Vasco de obstaculizar a los pequeños vendedores de la feria». En este camino, reiteró su compromiso de seguir apostando por los productores y pequeños vendedores de la localidad.

En la nota difundida por el equipo de Gobierno también expresaba su preocupación por la «cara bilateral» que está mostrando el Gobierno Vasco: «El lehendakari se manifestó en voz alta contra el decreto que ordenaba el cierre de quince días de las empresas de actividad innecesaria y se empeñó en dar una solución rápida a las mismas. Pero no mostró la misma actitud cuando llegó la decisión de cerrar los comercios y establecimientos hosteleros de la localidad. ¿Todos ellos no forman parte del tejido económico?», pregunta el equipo de gobierno municipal y concluye su escrito señalando que los más vulnerables, ahora son aún más vulnerables debido a la crisis económica y sanitaria que está teniendo lugar.

Entre otros asuntos, se ha acordado que los colgadores y envases puerta a puerta se desinfectan cada noche. Además se solicita la retirada de los residuos de la Mancomunidad de forma separada y los días correspondientes.

Con la única excepción del rechazo, la Mancomunidad ha colocado contenedores grises abiertos en los puntos de suspensión para que el rechazo pueda ser retirado cualquier día mientras dure la situación de alarma provocada por la Covid-19. El resto de fracciones (papel, orgánica y envases ligeros) deben colgar como es habitual en el tendedero.

Los ciudadanos que hayan dado positivo en el coronavirus o estén en cuarentena prescritos por el médico, deberán depositar todos los residuos en rechazo, es decir, en los contenedores grises que se hayan colocado al efecto. Los ciudadanos que den positivo o estén en cuarentena no tendrán que hacer una separación de residuos pero todos los demás sí.

Desde la Mancomunidad del Alto Deba se solicita el mantenimiento lo más limpio posible de las embarcaciones propias y de los alrededores del tendedero.

Además de todas las medidas que se han venido tomando en materia económica, laboral y sanitaria, hace ya unos días los educadores de Kubo y Topaleku comenzaron a proponer diferentes actividades cuyo principal objetivo no era otro que los usuarios habituales del Gazteleku. Y es que, una vez finalizadas las tareas escolares y en horario de tarde de descanso, se proponen dos actividades diarias. El reto consiste principalmente en responder a diferentes preguntas de cultura general así como dar a conocer curiosidades, recetas culinarias preparables por niños y jóvenes, pruebas para adivinar canciones, ejercicios para aprender a gestionar emociones, actividades físicas, manualidades y sesiones de baile. Estas son algunos de los temas que se les han propuesto hasta ahora de lunes a viernes.

Durante el fin de semana, el mensaje de los educadores cambia y proponen películas, documentales y audiovisuales que pueden verse en familia. El medio es una cuenta Instagram sobradamente conocida por los usuarios del Gazteleku.

Son muchos los niños y jóvenes que salen del colegio y por las tardes, o los fines de semana y se dan la vuelta por el Gazteleku. El doble objetivo de la iniciativa es mantener el contacto con los educadores locales y ofrecer alternativas para las largas horas de estancia en casa que nos quedan a todos antes del fin de la crisis sanitaria.