Achacan a un «error de ejecución» los daños en la rotonda pisable de Arrasate
La Diputación asegura que el contratista que construyó esta infraestructura en Osiña «ha reconocido el fallo» en la obra
La Diputación Foral de Gipuzkoa achaca a un «error de ejecución» los desperfectos ocasionados en la rotonda pisable de Osiña, en Arrasate, que se inauguró el pasado 9 de abril y produjo un gran revuelo mediático ante las continuas imágenes de autobuses, camiones y otros vehículos pesados atravesando por encima de la glorieta. Tres semanas después del estreno, la rotonda necesitaba sus primeras reparaciones.
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«Para conformar la zona sobreelevada circular central se extendió una capa de aglomerado bituminoso en caliente. Cuando se aplicó la resina sobre la que se colocan las losetas parece ser que el aglomerado no se había enfriado lo suficiente y esa temperatura elevada hizo que la adherencia entre materiales no fuera la correcta. Se produjo un curado de la resina demasiado rápido por esa temperatura más alta de lo deseable. Es posible que al disponer de un solo día para ejecutar el anillo central el ritmo de instalación de adhesivo y plaquetas fuera superior al deseable», explica la diputada de Infraestructuras Viarias, Ain-tzane Oiarbide, en una respuesta remitida a las Juntas Generales de Gipuzkoa a pregunta de Oskar Bordes, del grupo juntero EH Bildu.
Oiarbide deja claro que «el contratista es el responsable de subsanar aquellos desperfectos o malas ejecuciones que se den durante la obra, o en el plazo de garantía», y que tanto el propio constructor de la obra como el instalador «han reconocido el fallo». En ese sentido, ambos intervinieron en su reparación «de manera inmediata», asumiendo el «compromiso de hacer lo necesario» para garantizar el correcto funcionamiento de la rotonda pisable. Asimismo, la diputada puntualiza que la última semana de abril y primera de mayo dieron «sendos repasos generales» para comprobar el estado de la isleta, cuyas losetas cuentan con un certificado que acredita «la resistencia a 3 millones de pasos de rueda».
La glorieta, cuya construcción tuvo un coste de 168.108 euros, tiene un diámetro exterior de 19,10 metros, de características geométricas que entran dentro de los parámetros de una miniglorieta. Una opción que, como admiten desde el propio departamento de Infraestructuras Viarias, tiene dos ventajas principales, «su economía y su seguridad».
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