Basagoiti pide al lehendakari que deje de filosofar y actúe

El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, pidió ayer al lehendakari Patxi López que deje de «filosofar» y «divagar» sobre el modelo de futuro para Euskadi, porque con la situación económica actual «es tiempo de hacer».

Además, Basagoiti calificó el año 2009 como «histórico» por los «avances frente al terrorismo» gracias al cambio de gobierno propiciado por el pacto entre el PSE y el PP y la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ratificando la ilegalización de Batasuna. «ETA tiene hoy menos esperanzas de las que tenía en 2008 y menos de las que tendrá en 2010», enfatizó. El punto negro del año que termina, en cambio, ha sido el «agravamiento de la crisis».

Por eso, el presidente del PP vasco señaló que el anuncio hecho el martes por el lehendakari para abrir un debate social y político para definir el «modelo de Euskadi» le parece que «en el fondo no es positiva». «Es tiempo de hacer, no de filosofar», reiteró.

Asimismo, el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, también hizo balance del año 2009. Atribuyó a José Luis Rodríguez Zapatero la inusitada capacidad de trazar una línea entre lo real y lo imaginario con la que logra defender una tesis y la contraria. Lejos de halagarlo, el líder del PP acusó al presidente del Gobierno de engañar a los ciudadanos al vaticinar que la recuperación económica llegará en 2010.

Rajoy, que el martes examinó la actuación del Ejecutivo en 2009, mantiene su crítica en una ecuación simple: «o Zapatero mintió al pronosticar que España remontará la crisis el año que viene, o mintió al aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2010, cuyas previsiones macroeconómicas fijan un descenso interanual del Producto Interior Bruto del 0,3 % y la destrucción de 300.000 nuevos empleos. ¿O mintió en las dos ocasiones?», sentenció.

Rajoy golpea al Ejecutivo Zapatero en su flanco más débil y cercena cualquier intento de los socialistas de dar por campeado el temporal. Y lo hace con la contundencia de unas cifras que califica de inadmisibles: 4'5 millones de desempleados; una tasa de paro juvenil del 42'5%; un déficit del 6'79 del PIB (71.000 millones de euros) y un gasto que supera en un 73% los ingresos del Estado.