Los derribos en San Bartolomé comenzarán en marzo
El proyecto de reparcelación se aprobará en febrero, mientras se cierra la negociación del crédito con los bancos
A. MUNGUÍA DV.
Domingo, 1 de febrero 2009, 04:33
Publicidad
Menudo momento para dar esta noticia: La operación urbanística de San Bartolomé -531 nuevas viviendas en el centro de la ciudad- comenzará en marzo con los primeros derribos. Cuando el sector inmobiliario está prácticamente paralizado y los constructores las están pasando canutas, arranca el mayor proyecto de construcción de vivienda libre en el cogollo urbano. Los promotores no están locos -el Ayuntamiento tienen a día de hoy el 37% de los derechos urbanísticos y el 33% de los costes de urbanización- y están convencidos de que para cuando se comercialicen estos pisos de primera calidad -dentro de un lustro- tendrán buena salida.
El documento de reparcelación de San Bartolomé fue presentado el viernes en el Ayuntamiento y su aprobación podría producirse en el plazo de un mes, según fuentes de Urbanismo. «Este documento es el que da pie a actuar, a iniciar los primeros derribos», explicó Martín Arregi, gerente de la promotora San Bartolomé Muinoa.
Mucho gasto al principio
El proyecto va a transformar Amara Viejo, el convento de la Compañía de María y la cuesta de Aldapeta hasta Marianistas. Una costosa operación que va a dar lugar a 531 viviendas libres y casi 2.000 plazas de garaje además de nuevas superficies libres, equipamientos y zonas comerciales. Será costosa porque no sólo hay que realizar unos importantes movimientos de tierras, sino derribar 14 edificios de viviendas donde residen 175 familias a las que hay que realojar transitoriamente mientras se construyen los nuevos pisos.
Cuadrar la operación
Una complicada operación que se está terminando de cuadrar. Ya hay acuerdos con 165 de estos propietarios -19 familias han optado por irse a vivir a las VPO que se construyen en Morlans-. La negociación con los bancos «está muy bien encaminada» confirman en el Ayuntamiento y en la promotora. Tres entidades ofrecerán un crédito de más de 200 millones de euros para asegurar la construcción. «Las indemnizaciones, los realojos, la urbanización y la construcción nos obligará a realizar mucho gasto en los primeros años. La operación sólo será rentable al final» (más allá de 2016), asegura Arregi. «Estamos muy seguros. El producto va a ser muy bueno, en el centro de la ciudad. Hoy la coyuntura es mala, pero cuando se comercialicen los pisos tendrán buena venta», añade. El Ayuntamiento tenía previsto vender sus derechos urbanísticos en la operación en 2008 y 2009. Ante la que está cayendo, esperará a que pase la tormenta.
Publicidad
Las primeras viviendas en ser derribadas serán Amara 12 y Arroka 10.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión