1978El boom de los libros políticos

Nos damos una vuelta hoy con la memoria por las librerías de los tiempos de la Transición. Por la Librería Internacional de Juan Repiso y su abigarrada oferta de libros en el número 6 de la calle Churruca. En la acera de enfrente, nos asomamos a la librería y papelería Viuda de M. Baroja.

Miramos el escaparate de Ramos, en calle Bergara, cuando aún no había sido absorbida por el grupo Elkar y tenía en su sótano aquel espacio cultural, Espelunca. O llegamos hasta la plaza de la Constitución, a ver los libros de temática política de Lagun en su local original.

Nos vamos de viejas librerías y ¿con qué títulos nos encontramos? En febrero de 1978, según un reportaje que publicó DV en su suplemento dominical, los lectores donostiarras tenían «preocupación por los temas vascos y de divulgación política». En él se comentaba que «todos los temas de nuestra tierra, el ensayo en general y aquellos títulos que estaban prohibidos tienen gran aceptación».

Tras la dictadura, había avidez por ponerse al día. Sólo así se explica que en una de las librerías donostiarras consultadas -imaginamos que Lagun- el libro más vendido del momento fuese Eurocomunismo y estado. Otra obra muy pedida era La tía Julia y el escribidor, de Vargas Llosa.

«La preocupación por el euskera, por los temas de nuestra tierra, es general -leemos-. En una librería consultada nos informaron que se habían vendido mucho los métodos de euskera como el Euskalduntzen en sus tres grados; también ha tenido aceptación el diccionario de Kintana y Euskera batua zertan den de Txillardegi. Entre los libros escritos en nuestra lengua los cuentos son muy solicitados. Títulos como El nacionalismo vasco y las clases sociales de Beltza, y Los anarquistas y la guerra en Euskadi, de Chiapuso, o Síntesis de la historia del País Vasco de Martín Ugalde han alcanzado un éxito notable».

¿Alguien recuerda a A.S. Neill, el creador de aquel método alternativo de enseñanza en Summerhill? Pues sus libros eran entonces auténticos best-sellers. Hace treinta años, en las librerías donostiarras también se vendían muchas obras de Cortázar, «algún filósofo poco conocido como Bataille» y autores «hasta ahora prohibidos» como Goytisolo y Semprún.

Aquellos librillos divulgativos, los Cuadernos de educación popular, también tenían mucho tirón. Y «la gente joven compra mucho libro de bolsillo, cuyo precio medio ronda las 200 pesetas».