Bruselas recuerda a Rajoy que puede pedir el auxilio del fondo de rescate
El FEEF tiene la capacidad de comprar deuda, pero su intervención supondría un endurecimiento de los ajustes demandados por la UE a España
IÑAKI CASTRO CORRESPONSAL
Martes, 24 de julio 2012, 04:32
La Comisión Europea recordó ayer a España que existe una amplia gama de grises hasta llegar al rescate integral. El Ejecutivo comunitario subrayó que el BCE, enrocado en su negativa a comprar deuda en los mercados, no es la única entidad que puede intervenir para frenar el huracán de volatilidad. El Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), que también sufragará el rescate bancario, cuenta con poderes para adquirir bonos soberanos e incluso para avalar las emisiones del Tesoro con garantías comunes. En ambos casos, la UE exige contrapartidas a cambio, aunque el Gobierno cumpliría buena parte de ellas gracias al último paquete de ajustes.
La posibilidad de recurrir al FEEF cobró fuerza ayer ante la constatación de que el BCE no acudirá al auxilio de España. El propio presidente del emisor del euro, Mario Draghi, ha insistido en que el fondo de rescate sería la herramienta natural para contener una oleada de inestabilidad como la actual. Siguiendo esa tesis, una intervención de estas características permitirá salvaguardar la credibilidad del BCE, que reniega de la compra de deuda porque desborda sus atribuciones y genera fuertes tensiones en su seno por los recelos de Alemania. La idea aparece y desaparece desde que estalló la crisis, pero nunca se ha puesto en práctica.
Ahora, sin embargo, la intervención del FEEF se antoja mucho más plausible por la emergencia desatada y la flexibilización acordada en la cumbre europea de finales de junio. En aquella cita, que será recordada por la derrota de Angela Merkel, el primer ministro italiano logró que se agilizara el uso del fondo de rescate para adquirir deuda. Mario Monti, en un insólito frente común con Mariano Rajoy, consiguió que se suavizaran las condiciones para poner en marcha este mecanismo. En esencia, forzó a la canciller alemana a no imponer más ajustes al país solicitante más allá de los acordados en el marco del expediente por déficit excesivo y en las recomendaciones económicas anuales de la Comisión.
Plazos vinculantes
Monti empujó para modificar el FEEF ante la presión de los mercados sobre la colosal deuda italiana, pero España podría acabar beneficiándose en primer término. Gracias a las duras reformas contempladas en el memorando que regula el rescate bancario, el Gobierno cumple gran parte de las condiciones para pedir la intervención del fondo. El recorte sin precedentes aprobado la semana pasada sienta las bases para reducir los desfases en el gasto y cubre el núcleo fundamental de las recomendaciones de Bruselas. Entre otras cuestiones, el Ejecutivo comunitario reclamaba la subida del IVA y la eliminación de la deducción por vivienda.
Pese a que España tendría buena parte de los deberes hechos, el hipotético escudo del FEEF tampoco sería gratis. La renovada normativa establece que las recomendaciones se completarían con plazos vinculantes concretos. Ante este supuesto, el Gobierno tendría que apretar con otras cuestiones todavía pendientes. Bruselas ya ha advertido de que espera ver nuevos esfuerzos para reducir la alta tasa de abandono escolar y una revitalización de las políticas activas de empleo. Teniendo en cuenta la experiencia del rescate bancario, que ha acabado siendo mas riguroso de lo esperado, tampoco sería descartable que Alemania forzara un endurecimiento de otras medidas que quedaron en un segundo plano como el adelantamiento de la jubilación con 67 años.
En la capital comunitaria, la sensación de alerta roja que vive España no alcanza unas cotas tan dramáticas. Uno de los portavoces económicos de la Comisión insistió ayer en que tanto el Gobierno español como el italiano trabajan en «la buena dirección» pese a las dudas de los inversores. Además, recalcó que la zona euro dispone de «instrumentos operativos» dentro del FEEF para atajar la inestabilidad. La decisión final quedaría en manos de Rajoy, que según la normativa debe dar el primer paso y pedir auxilio a sus socios. La intervención sería casi inmediata y, curiosamente, el BCE se ocuparía de ejecutar las compras de deuda aprovechando su elevada capacidad técnica.
Almunia, en positivo
El comisario de Competencia, Joaquín Almunia, defendió ayer la necesidad de que los socios apliquen sus propias decisiones y calmen a unos mercados «extraordinariamente nerviosos». A su juicio, la entrada en acción del fondo de rescate es la vía a seguir porque se debe «respetar el estatuto de independencia del BCE». El exlíder socialista descartó que España tenga que recurrir a un rescate completo y ratificó que su economía «tiene condiciones para salir adelante». Pese a este nítido mensaje, pidió al Gobierno que se esfuerce lo «máximo posible» para «cargarse de razones» y convencer al resto de la UE de que resulta imperativo actuar de inmediato.
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, también salió en apoyo de España. Cuestionado por el riesgo de que la economía española se deslice por el camino tomado por Grecia, constató que esa hipótesis no se materializará de «ninguna manera». Schäuble, que hoy se entrevista con Luis de Guindos, admitió que los ajustes «siempre son dolorosos», pero «acabarán dando sus frutos». En una línea similar, Mario Monti llamó a mantener la calma y rechazó que deba convocarse una cumbre de urgencia.