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Miguel Sanz, en su despacho de la sede del Gobierno de Navarra en Pamplona. :: FOTOGRAFÍAS MIKEL FRAILE
POLÍTICA

«El pacto en Navarra entre constitucionalistas es vital para que NaBai no gobierne»

«Con los nacionalistas se puede hablar de cosas, pero no negociar para formar gobierno», asegura el presidente de Navarra

CRISTINA AGUINAGA

Lunes, 19 de julio 2010, 09:47

Miguel Sanz afronta su último año al frente de la presidencia de Navarra tras catorce años en el cargo. En un momento de incertidumbre sobre los futuros resultados electorales en una Navarra más polarizada que nunca, Sanz (Corella, 1952) argumenta que un gobierno con los nacionalistas vascos abocaría a la comunidad a su desaparición como comunidad diferenciada.

- ¿Cómo afronta el último año en la presidencia de Navarra después de 15 años al frente y con la seguridad de que no va a volver a presentarse?

- Con muchísima normalidad y también con la tranquilidad de saber y conocer que, al final, el papel más difícil que me corresponde representar en este ultimo año es precisamente el de saber hacer 'mutis por el foro'. Creo que he cumplido una etapa y la abordo con mucha tranquilidad y con la satisfacción del deber cumplido. También siendo consciente de que seguro que he cometido algún error. Seguro no, segurísimo. Pero también he tenido la suerte de pasar por ahí y vivir también momentos dulces, en materia económica, en materia de bienestar, de consolidación de nuestras libertades...

- Al hablar de errores, ¿alguno que se pueda enmendar en este año que quedaría?

- Pues no, porque este año la preocupación que tengo es, precisamente, abordar la situación de crisis económica que estamos padeciendo. A pesar de que seguimos siendo una comunidad, junto al País Vasco, con los mejores índices en materia de empleo y también de economía, y de crecimiento, con el índice de producción industrial alrededor del 17% y de que tenemos una balanza comercial positiva y con sectores maduros, que van francamente bien, como es el del automóvil, a pesar de eso, el desempleo, el paro, ha crecido del 5,5 al 12%, se ha duplicado, y eso nos cuesta, nos duele. Y nos lleva a utilizar políticas restrictivas que sólo se consiguen dando un paso atrás en lo que han sido permanentes avances y crecimientos en todos los ámbitos.

- En medio de esta crisis, en muchas ocasiones ha destacado la colaboración en Navarra de UPN y el PSN. Sin embargo, también se ve una separación total con otras formaciones. ¿No tiene remedio?

- Es una pena, pero en Navarra hay una jota que se ha hecho rutinaria: «Si bebo vino, borracho y si no bebo, miserable». Al final, el entendimiento con un partido tal y como está instalada la cultura política te lleva al enfrentamiento con el otro. En nuestro caso, ni mucho menos es así. Por otro lado, he de decir que no nos importa mucho. Indudablemente, el entendimiento con el partido socialista está basado en la lealtad constitucional, a la Constitución y al Amejoramiento (del Fuero) y ese entendimiento es imposible hacerlo con el nacionalismo aglutinado en Navarra alrededor de Nafarroa Bai, puesto que su modelo político y territorial difiere enormemente de lo que representan.

- También ha habido una separación de UPN con el PP y ahora mismo unas declaraciones y unas críticas feroces en muchos casos. ¿Cómo es posible llegar a eso después de tantos años de trabajo en común?

- Yo creo que es posible porque a veces una mentira pronunciada muchas veces alguien piensa que se convierte en verdad, pero no es así. La realidad es tozuda y, a pesar de que dirigentes del PP de Madrid y algunos de Navarra hacen ver, con fines exclusivamente electorales, que quien rompió con el PP fue UPN, eso es absolutamente falso.

- De todas formas, puede ser que después de estas declaraciones y división, puede llegar un momento en que habrá que pactar o hablar con partidos, porque se hace difícil imaginar una mayoría clara. ¿Qué va a pasar entonces?

- No me corresponde a mí esa decisión. Primero habrá que ver cuáles son los resultados después de las elecciones y, en cualquier caso, UPN no tiene la puerta cerrada a ningún pacto. Lo que UPN ha dicho siempre es que en Navarra la línea divisoria no la define la izquierda o la derecha, sino que la define el constitucionalismo y el nacionalismo. Y no ahora, sino siempre. Y, por tanto, el entendimiento entre los partidos constitucionalistas es fundamental para que el nacionalismo aquí no llegue al poder y no llegue al Gobierno de la Comunidad foral porque eso sería tanto como decir que Navarra dejaría de formar parte de este estado de las autonomías formado por 16 comunidades autónomas, una comunidad foral y dos ciudades autónomas. Ese es el estado autonómico.

- Llegados a este punto, y desde su posición que no será determinante, a ¿quién preferiría de compañero, al PP o al PSN?

- El que garantice, en mayor medida, la identidad de Navarra, el Amejoramiento y la Constitución. No sé quién lo va a hacer y si la aritmética lo va a permitir. Hasta ahora, los votos de UPN y el PP no han servido, nunca, para garantizarla. No se alcanzaba para conseguirlo. No se qué va a pasar en el futuro, pero la fórmula que mejor garantice la Navarra del Amejoramiento y la Constitución será para mí la mejor fórmula. Pero eso sólo ha podido ser con el PSN. Y es lo mismo que está ocurriendo con el País Vasco. Y algunos están criticando lo que hemos hecho en Navarra gobernando UPN. En el País Vasco, el pacto presupuestario se ha hecho gobernando el PSE y allí lo ven bien los del PP y aquí no lo vieron bien algunos del PP.

- ¿Cómo cree que afectará la división UPN-PP en los resultados electorales?

-Estoy convencido de que UPN tendrá unos resultados extraordinarios porque su espectro se ha ampliado y el PP va a ser un partido minoritario, muy minoritario. El espacio ideológico del PP está absolutamente recogido en UPN.

- No es de los que esperan mucha 'sangría' por ese lado.

- No.

- Insiste en la división en Navarra entre constitucionalistas y nacionalistas. ¿Por qué ese miedo al nacionalismo vasco? ¿Cómo se explica para alguien del País Vasco ese temor?

- La ideología nacionalista la respeto enormemente. No la comparto pero la respeto. Lo que indudablemente no entiendo y es mi obligación evitar que gobiernen quienes consideran, desde el ámbito nacionalista, que Navarra no debe ser una comunidad foral autónoma y diferenciada, sino que debe formar parte de Euskadi o Euskal Herria, y defienden que Navarra deje de formar parte del estado de las autonomías. Por tanto, mi obligación es trabajar para que Navarra siga siendo una comunidad pionera dentro de la España de las Autonomías y un referente también garante de la unidad constitucional. Y con el nacionalismo vasco actual representado en Navarra no es posible.

- ¿Cómo analiza a Nafarroa Bai y los últimos movimientos en torno a la coalición?

- En Nafarroa Bai se integran partidos como Aralar, como EA, que acaba de formalizar un acuerdo en el País Vasco con Batasuna y eso me parece tremendamente peligroso. Además, no les duelen prendas de incluir en su programa político su concepto de la Navarra integrada en Euskadi. No les duelen prendas de hablar de la nación vasca independiente, de la soberanía, ni de la independencia. Y de hablar incluso de la necesidad en algunos casos de posibilitar una salida negociada con ETA. Y nuestro planteamiento político es que con ETA no puede negociarse nada, ni con quienes apoyan a ETA puede negociarse, ni con quienes consideran que Navarra debe de formar parte de otra nación diferente puede pactarse un gobierno. Se puede hablar de cosas, pero no de negociar con ellos para formar un gobierno, porque sería estar prisionero de quienes no creen en la Navarra del Amejoramiento.

- Al margen de esto, la relación con el PSN se ha utilizado como argumento para reflejar sus diferencias con Yolanda Barcina, su sucesora al frente de UPN. ¿Qué hay de cierto en eso y cómo son las relaciones entre los dos?

- Yo creo que no hay diferencias políticas. Debe de haber diferencias estratégicas. Diferentes estados de opinión ante algún hecho, pero diferencias políticas no hay ninguna. De todas formas, no es esa la idea que se está transmitiendo en momentos puntuales, como el voto a las políticas económicas del Gobierno central.

- ¿Pero existen las diferencias de las que tanto se hablan o no? ¿Es cierto eso que se dice que usted está más sometido al PSN, que al fin y al cabo facilitó con su abstención que presidiese el Gobierno de Navarra?

- Si dicen que digan. Se dicen interesadamente muchas cosas, pero la realidad deja en evidencia a los que intentan estigmatizar la actitud política de alguien, en este caso de mi hacer política. ¿Quién toma la decisión de recurrir la ley del aborto? La decisión la he tomado yo, y no me importa lo que diga el PSN. También critico ciertas políticas socialistas, y no he hecho ninguna dejación. Si tengo que decir que no, lo hago y si hay que hacer recortes los acordamos nosotros y no nos importa diferenciarnos del Gobierno de España, como con la reforma fiscal o con algún impuesto. Nosotros no tenemos ninguna hipoteca con el partido socialista, pero al tratar de defender los intereses generales de Navarra más allá de los intereses electorales o de las ambiciones personales y políticas de algunos, para llegar al poder de la forma más rápida posible, para eso se utilizan todos los mecanismos: la moción de censura, la enmienda a la totalidad de los presupuestos. ¿Pero qué efectividad tiene una enmienda si no presentas unos presupuestos alternativos? Ninguna. ¿No será mucho mejor pactarlos y acordarlos e intentar integrar en ese proyecto de presupuestos planteamientos tuyos? Eso es lo que estamos haciendo en Navarra.

- ¿Cómo ha sido el primer año del nuevo Gobierno Vasco? ¿Qué cambios ha apreciado en las relaciones con Navarra con un lehendakari no nacionalista como Patxi López?

- Yo siempre he defendido que las relaciones entre comunidades autónomas deben de estar sustentadas en las relaciones personales y en las relaciones comerciales y culturales. Y las relaciones las hacen las personas. Nosotros no hemos tenido nunca problemas, al menos desde que yo presido la comunidad, para que el Grupo Mondragón sea uno de los grandes grupos empresariales de Navarra. Nos hemos llevado extraordinariamente bien. Tampoco ha habido problemas para que comerciantes y empresarios navarros hagan sus inversiones en el País Vasco, y lo mismo para que las entidades financieras colaboren en su ámbito de actuación. A partir de ahí, las instituciones tenemos que facilitar ese tipo de relaciones entre empresarios, trabajadores. Y eso se ha impulsado y se ha suavizado desde que el Constitucionalismo está al frente del Gobierno Vasco, desde que Patxi López, el PSE en colaboración con el PP están gobernando en una comunidad tan entrañable.

- ¿Y algún ejemplo práctico que refleje ese cambio de relación, esa mejora?

- Pues el respeto a nuestros símbolos, el respeto que se tiene a la hora de tratar el vascuence con la normalidad requerida, no, entre instituciones. Y no utilizar el vascuence como arma arrojadiza. No es patrimonio de una ideología, no es patrimonio de la ideología nacionalista, ni muchísimo menos. Nosotros somos el partido mayoritario en muchas zonas del norte de Navarra, UPN es mayoritario en muchísimas zonas del norte.

- En lo que no se ha notado el cambio, parece, es en la posibilidad de que ETB pueda verse en Navarra a través de la TDT. ¿Qué ocurre ahí para no cerrar el acuerdo?

- No pasa nada. Yo creo que el único problema que existe me imagino que será de prioridad económica. Parece evidente que nosotros, que Navarra, no paguemos para que se vea la ETB, la televisión de la CAV, en Navarra. Si a la televisión vasca para incrementar su difusión le interesa que se vea en Navarra, le tenemos que dar todas las facilidades. Y las damos. Lo que hemos dicho es que no pagamos. Me imagino que eso lo entiende perfectamente el Gobierno Vasco y la CAV y estará pensando, dentro de sus prioridades, cómo lo paga.

- ¿Y acuerdos en otros ámbitos pendientes, como el de la conexión entre la 'Y' vasca y el TAV navarro? ¿Hay algún avance?

- Ahí no hay ninguna dificultad, ni ahí ni en otras cosas. Lo que pasa es que para hablar de conexión, hay que terminar el estudio de alternativas y, además, tendremos que hacer nuestro tramo conforme al convenio firmado para Castejón-Pamplona. Después habrá que abordar la conexión con la 'Y' vasca, pero antes de llegar al tejado hay que poner los cimientos.

- ¿El tramo navarro cumplirá los plazos marcados?

- A priori no. Como tenemos la encomienda para el tramo Castejón-Pamplona, se va trabajando y a comienzos de 2011 se pondrá la primera traviesa.

- ¿Cómo afronta el futuro a más largo plazo, al dejar la presidencia?

- De verdad que no sé. Lo que sí sé es que voy a tener que seguir trabajando para vivir. Y más ahora que parece que se alarga la edad de jubilación.

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