Una clausura que fue excepcional
A. V.
Domingo, 8 de mayo 2016, 16:30
El cierre del Liceo Francés de San Sebastián en 1998 se considera casi excepcional en el mundo, ya que los centros tienen éxito entre el alumnado. El donostiarra empezó a impartir clases en el otoño de 1898 y cerró sus aulas definitivamente el 30 de junio, recién terminado el curso 1997-1998. Era un clásico en el mapa educativo de la ciudad tal y como se recordaba en este mismo periódico. «Mientras los restantes veinte colegios franceses asentados en España tienen lista de espera para poder matricular a nuevos alumnos, el Liceo donostiarra no ha podido soportar la competencia de los colegios que ofrecen la posibilidad de aprender euskera. Hay 415 liceos franceses repartidos en 128 países de todo el mundo para el curso 1997-1998».
El centro tenía capacidad para 343 alumnos. El director del Liceo Francés de San Sebastián, Philippe Etchegoyhen, se hizo cargo del mismo en 1994. Entonces, el colegio contaba con unos 400 alumnos, la mitad de los que tuvo en su mejor momento, cuando en 1980 los cerca de 800 estudiantes obligaban a que existiera una larga lista de espera para las nuevas matriculaciones.
Los primeros intentos para recuperar la situación perdida se dieron con el cambio de ubicación del centro. En 1992, se produjo el traslado desde la Maison de France, situada en el Paseo de Francia, en el centro de San Sebastián, donde se había instalado en 1913, hasta un antiguo convento de la zona de Ategorrieta. Pese a ello, la caída del número de alumnos continuó y, ya en el curso 1996-1997, el Gobierno francés planteó el cierre, evitado en el último momento al comprometerse a mantener las subvenciones para cubrir las pérdidas. Sin embargo, llega diciembre y el Ejecutivo del país vecino decide finalmente retirar las ayudas al colegio. Era el final.