Movilidad pinta con colores cuatro rutas ciclistas en la ciudad
La medida «sencilla, económica y fácilmente entendible», según el edil Albizu, es un nuevo paso para «mejorar la ciclabilidad»
ÁLVARO VICENTE
Jueves, 10 de octubre 2013, 02:43
Si es uno de los muchos ciclistas que utilizan a diario la red de bidegorris de la ciudad probablemente haya visto que en los últimos días han brotado líneas intermitentes de colores en algunos tramos del mismo. No es una broma de mal gusto ni tampoco una reivindicación ecologista. Estamos ante la nueva propuesta del departamento de Movilidad del Ayuntamiento que ha decidido diferenciar con colores (amarillo, azul, verde y rojo) cuatro rutas distintas para quienes ya conocen la red de bidegorris y sobre todo para los visitantes que no conocen la ciudad y quieren recorrerla en bicicleta. Los trabajadores de los hoteles o de la oficina de turismo dejarán de hacer filigranas para explicar a los turistas cómo llegar a un punto determinado de la ciudad en bicicleta. Les bastará con dar un color.
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Esta medida, por qué no decirlo, es una de las principales deficiencias en la red de bidegorris detectada por una auditoría realizada en 2011: los usuarios de las bicicletas consultados detectaron que era necesario identificar diferentes itinerarios ciclistas. La apuesta está enmarcada en el proyecto europeo TIDE que impulsa procesos y acciones que convierten las ciudades en espacios «cada vez más idóneos para vivir». Esta primera fase del proyecto tendrá continuidad cuando se instale señalética vertical en distintos puntos del recorrido.
El concejal de Movilidad, Jon Albizu, apunta que estamos ante una medida «sencilla, económica y fácilmente entendible» que busca seguir dando pasos para «mejorar la ciclabilidad» en nuestra ciudad.
El presupuesto para llevar adelante este proyecto es muy bajo porque el consistorio ha alcanzado un acuerdo con la federación Sartu -una entidad sin ánimo de lucro que opera en el sector de los servicios sociales con el objetivo de luchar contra la marginación y la exclusión social- que ha puesto sus trabajadores a disposición de forma gratuita. El consistorio sólo abona el coste de la pintura.
De norte a sur
La primera fase de este proyecto dibuja cuatro rutas distintas con una longitud diferente cada una de ellas. La más larga es la azul. Cruza la ciudad de este a oeste, y viceversa. Nace en la estación de Cercanías de Pasai Antxo sigue por Buenavista, Txaparrene, Ategorrieta, Boulevard, La Concha, Antiguo, Universidades, Errotaburu y Añorga Txiki.
El itinerario rojo es más corto. Lleva al ciclista de la zona alta de Altza e Intxaurrondo al barrio de Gros. Empieza en Garbera continúa por Ametzagaina, cocheras de DBus y termina en Ategorrieta, donde conecta con el itinerario azul.
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El amarillo se centra en el trazado de bidegorri que pasa por el túnel de Morlans. Arranca en la estación de autobuses de Pío XII, sigue por el túnel, con un desvío a Bera Bera, y desemboca en Errotaburu junto a la estación de Lugaritz.
El verde recorre la vega del Urumea, desde Martutene-Loiola hasta el Aquarium pasando por el Paseo Nuevo. La ruta presenta un desvío por el camino de Uba.
Los cuatro itinerarios pueden ser ampliados a medida que la red ciclista siga creciendo. No se han incluido en este primer mapa las calles de coexistencia al considerarse que son vías de conexión con las grandes rutas. La ciudad cuenta con más de 60 kilómetros de bidegorri. Cada día se detectan más de 15.000 movimientos ciclistas. El perfil de los usuarios es diverso, pero predominan los hombres (57,95%) sobre las mujeres (42,05%).
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