Juanjo Olaizola sigue con su rutina diaria en el Museo del Tren

Mucho se ha comentado y escrito durante estas últimas semanas sobre Juanjo Olaizola desde que, a principos de este mes, el Departamento de Transportes y Obras Públicas del Gobierno Vasco anunciara la intención de destituirle en su cargo, nombrándolo responsable de formación de Eusko Tren. DV ha estado con el protagonista, con Juanjo Olaizola, que continúa con sus labores en el Museo y realizando los habituales viajes en tren de vapor hacia Lasao, pero no quiere hacer ningún comentario a este respecto. Dice que seguirá con su trabajo hasta nuevas noticias.

La plaza saldrá a concurso próximante, y mientras Olaizola mantiene su cargo.

El eco que ha tenido la noticia es indudable. Olaizola ha recibido innumerables muestras de apoyo durante los últimos días. Comunicados, redes sociales... incluso hay una página en Facebook para protestar por su cese al que ya se han adherido cientos de personas. Son innumerables los Amigos del Ferrocarril que alaban el trabajo realizado por el actual director del Museo.

Muestras de apoyo

La AVPIOP, Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obras Públicas, se dirigió también al consejero de Vivienda, Obras Públicas y Transportes, Iñaki Arriola, para pedirle que reflexione y «reconsidere» su restitución. Con sede en Bilbao, la entidad tiene como objetivo salvaguardar el patrimonio industrial en Euskadi.

Las muestras de solidaridad llegan desde Europa. La Federación Europea de Museos y Ferrocarriles Turísticos ha mostrado a través de una carta su sorpresa y rechazo a la decisión de destituir a Juanjo Olaizola. En una misiva remitida a diversos responsables de Eusko Tren y del Departamento de Transportes del Gobierno Vasco, firmada por Jacques Daffit, los directivos de la federación manifiestan su rechazo a esta «incomprensible decisión».

Reunión de patronos

El alcalde de Azpeitia mostraba también esta semana su total desacuerdo con la destitución y enviaba un comunicado tras la junta de patronos celebrada el pasado lunes, día 17, en el que aseguraba que la decisión de destituir al director del Museo, «había sido adoptada con anterioridad a la celebración de la citada reunión». El alcalde califica la decisión de la destitución como un «hurto al Patronato», ya que si alguno de los patronos hubiese considerado preciso modificar el actual equipo humano, incluido el cambio en la dirección, «debía haberlo planteado, debidamente motivado» ante el Patronato, órgano de gobierno de la Fundación, para su «análisis, deliberación y correspondiente resolución».

El primer edil considera que tras más de dieciséis años de gestión del Museo Vasco del Ferrocarril por la Sociedad Pública EuskoTren, era de suponer que con el paso de dicha institución a la nueva Fundación, «el personal a él adscrito, con su director, Juanjo Olaizola al frente de dicho equipo humano, fuera transferido a la nueva entidad, dada su contrastada y acreditada trayectoria profesional y los resultados obtenidos a lo largo de estos años, en los que han convertido el museo azpeitiarra en un referente a nivel estatal y europeo».

Eizmendi también muestra su «satisfacción» con la labor desarrollada por el equipo humano del Museo Vasco del Ferrocarril, con su director Juanjo Olaizola al frente «desde su creación, partiendo desde cero, hasta convertirlo en uno de los mejores museos ferroviarios de Europa».

Por otro lado, Hamaikabat exige en otro comunicado remitido a los medios de comunicación, una «encarnizada defensa de nuestro patrimonio» al Ayuntamiento de Azpeitia. Sobre la pretensión de cesar al director del Museo «y quién sabe, tal vez, trasladar también las instalaciones de Azpeitia a otro sitio, o simplemente eliminarlos», dice, «no valen las pretendidas excusas de la necesidad de transformar el órgano de gestión del Museo en una Fundación para desprenderse del 'alma mater' del mismo para, quién sabe (algunos sí que lo sabemos), enchufar a un correligionario».

Hamaikabat de Azpeitia exige la «ratificación inmediata» de Juanjo Olaizola al frente de la dirección del Museo Vasco del Ferrocarril, además de «la erradicación de cualquier veleidad e intención de convertir el Museo en un chiringuito de amiguetes y el compromiso leal y respetuoso con los valores y principios que han regido su existencia hasta el momento».