Basterretxea y las siete ramas de 'Izaro'
A. C.
Sábado, 24 de abril 2010, 04:22
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Néstor Basterretxea se erigió en protagonista indiscutible de la celebración no sólo por el reconocimiento que le brindó el Parlamento Vasco por esculpir su símbolo, Izaro, sino por cautivar con su discurso a toda la Cámara. A sus 86 años, el «más viejo» (sic) del hemiciclo, expresó su «más hondo agradecimiento» y recordó el origen de aquel encargo que se ha convertido en la imagen de la sede parlamentaria, ahora rediseñada digitalmente para celebrar el 30 cumpleaños. «El tronco y las siete ramas» de la escultura de roble que preside la Cámara contiene algunos volúmenes del antiguo Árbol de Gernika, recordó el artista bermeano, que explicó que su obra se inspira en la historia del euskera y en su asentamiento durante siglos en territorios más allá de la CAV.
Basterretxea, que estuvo arropado por más de medio centenar de familiares y allegados, arrancó las risas de los parlamentarios al rememorar cómo, de pequeño, acudió a ese mismo edificio para examinarse de Ciencias o de Matemáticas, y cómo, con 10 años, escuchó hablar por primera vez del Parlamento. «A veces me asustaba al oír gritar a (José Antonio) Agirre y a mi padre, que era diputado del PNV, porque les rechazaban propuestas de contenidos autonomistas», evocaba. «Esto es una queja -añadió- porque era mi padre quien las redactaba» (risas).
La pureza de su obra y de su discurso rompió el tono más serio de sus predecesores en la tribuna, y desató el aplauso de los invitados, entre los que se encontraban además de los ex lehendakaris y ex presidentes de la Cámara, los diputados generales de Gipuzkoa y Álava, los presidentes de las Juntas Generales, el nuevo presidente del TSJPV, el Ararteko, el presidente de Eudel, el del Senado, el delegado del Gobierno, o los presidentes del PNV y EA.
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