Ongi etorri, iñauteria! Ongi etorri, Ostegun Gizen!
Un txupinazo reivindicativo. Tolosa recupera sus carnavales sin restricciones y vivió ayer un primer día soleado e intenso en el que reivindicó varias protestas locales
Todo viene y todo pasa, pero mientras tanto, el carnaval se queda en Tolosa. El municipio dio ayer su particular 'golpe de estado' para anunciar que durante siete días nada ni nadie parará su fiesta ni un solo momento. Tolosa ya se ha transformado en la capital del humor, el ingenio, la música popular y la locura, y tras un 2021 sin carnaval y la edición histórica del año pasado en la que muchos sienten que pasó «desapercibida», intentará recuperar este año todos y cada uno de sus elementos y pequeñas historias que la convierten única.
El municipio disfrutó ayer del inicio de los Iñauteriak como una jornada primaveral en la que el sol logró imponerse luciendo con fuerza. El primer día de los carnavales contó con un txupinazo reivindicativo y claramente más numeroso de su historia con una imagen colorida por la 'vuelta' de las chilabas que presentaba una postal con público hasta bien entrado el Zumardi Txiki.
La corporación bufa del Kabi-Alai, quien toma el mando del Ayuntamiento en Jueves Gordo, llegó a la Plaza Zaharra en kalejira desde la Plaza Nueva pasadas las once y media de la mañana, y a falta de diez de minutos para las doce, salió al balcón para anunciar la tan esperada llegada del carnaval, cuando de pronto varios 'manifestantes' se abrieron paso entre el público para maniobrar un asalto al ayuntamiento de Tolosa, emulando las imágenes del ataque al Capitolio o el Congreso de Brasil.
Escaleras en mano, los 'manifestantes', ataviados con mascarillas, uniforme sanitario y cuernos, se alzaron al balcón principal y 'tomaron' el ayuntamiento vistiendo el edificio con diferentes pancartas de protesta con el objetivo de revocar a los 'alcaldes'. A gritos e interrumpiendo el pregón, reflejaron el carácter «reivindicativo» del municipio sobre diversos temas 'locales' que han ido sucediendo durante este último año.
En el satírico y clásico discurso, la 'revuelta' concentró todas las protestas y mensajes en favor de la sanidad pública, el reclamo de la construcción inminente de un hospital público para Tolosa, las reivindicaciones realizadas por los vecinos de la Parte Vieja o los pensionistas, y en alusión a la polémica con el proyecto de reforma de Zumardi Txiki pidiendo que «este espacio se quede como está y siga siendo 'txiki'». En última instancia, una vez despechada a la 'corporación', hacerse dueños del lugar y conseguir 'las firmas' de los miembros del Ayuntamiento para hacer realidad sus reivindicaciones, pidieron al público 'respirar' al más puro estilo Enekoach dando paso al kuttuna carnavalero de este año.
«La mejor vitamina»
Bajo un bombín y una nariz roja, Antxon Elosegui pasó a protagonizar el pregón, que este año se adelantó un minuto. Tras recibir la distinción del 'kuttuna carnavalero' por los miembros del Kabi-Alai en el salón de plenos, Antxon hizo suyos los gritos de 'Gora Ostegun Gizen! Gora Iñauteriak! Gora Tolosa!', que fueron contestados por la multitud que llenaba la Plaza Zaharra.
En un acto previo, arropado de amigos cercanos y familiares, el 'kuttuna' quiso recordar a su padre, quien le inculcó el «tolosarrismo» y el «amor por el carnaval», y pidió a los tolosarras cuidar el repertorio de la música tradicional de los Iñauteriak. «La música, los toros y el ingenio que tiene el carnaval es la mejor vitamina que puede tener un tolosarra», destacó Elosegui.
Por segundo año consecutivo, la Plaza Zaharra echó de menos a la Comparsa de Don Jueves Gordo, pero la fiesta recuperó a su personaje más representativo del día, Don Jueves Gordo, caracterizado siempre por un sonriente y emocionado Josetxo Carceller que volvió a hacer las delicias de su público, deseoso de darle la mano y el ongi etorri, mientras acompañaba entre las calles a la txaranga Pintxana.
La música comenzó a sonar rápidamente entre en la Parte Vieja tras el txupinazo, de la mano de las txarangas de la sociedad Kabi-Alai y Pintxana, que por la tarde volvieron a protagonizar el ambiente para dirigirse hasta la plaza de toros, donde tuvo lugar el primer espectáculo taurino. Después, la música popular siguió vibrando en la Parte Vieja con presencia de más agrupaciones que se sumaron hasta el amanecer.