Tolosa

La escultura del carnaval y los toros

El pintor, escultor y muralista Tomás Hernández Mendizabal (1940-2021), inauguró en mayo de 2003 su escultura dedicada al carnaval y a los toros. Su emplazamiento no podía ser otro que el elegido, justo a la entrada del coso taurino tolosarra. Fue un gran legado conemorativo del centenario de la plaza (1903-2003). Se considera la pieza más 'popular' de todas las que integran el circuito de escultura contemporánea al aire libre de Tolosa, y con ella concluimos la serie que hemos planteado en homenaje a Antxon Elosegui y Koldobika Jauregui.

Hernández Mendizabal describió su escultura como un gran arlequín de cuatro metros y medio de alto, que hace un quiebro a un toro. «He intentado unir los dos usos de la plaza. Es una obra figurativa, moderna y entendible, de la que me siento muy orgulloso», declaró el día de la inauguración. El sombrero de la figura humana evoca el utilizado por la txaranga Polvo y Paja.

«Cuando mi amigo Tomás me enseñó el boceto original y me hizo trasladarlo a Tolosa, el sombrero era el clásico del arlequín, es decir, terminado en punta. Después de varias reuniones, se estimó que dicha finalización podría ser peligrosa, por lo que se decidió cambiarlo por un sombrero. Llegado a este punto, qué mejor que un 'canotier', que es precisamente el sombrero que usa la txaranga más antigua de Tolosa», cuenta Juan Bautista Aranzabe.

«He vivido el carnaval tolosano durante muchos años y he disfrutado plenamente del espíritu carnavalero que aquí se vive. Ahora he querido con esta escultura dejar la impronta de unos días de felicidad y alegría compartida con los tolosarras que tan bien me han acogido», expresó también en la inauguración el artista donostiarra, quien durante tantos años colaboró con los Iñauteriak cediendo gratuitamente los carteles anunciadores de la fiesta.

La escultura fue realizada en acero cortén y materializada por el equipo que dirigió Agustín Ruiz. Con esta obra, Hernández Mendizabal quiso unificar las dos fiestas más importantes que se celebran en la villa : los Iñauteriak y San Juan, también las pruebas de herri kirolak. «Siempre me han atraído las fiestas populares porque nos hablan de costumbres y cultura de los pueblos y por eso debemos respetarlas. Desde hace tiempo tenía en mente hacer algo para Tolosa y ahora se me ha brindado esta oportunidad que agradezco profundamente. Con las dos figuras que componen la escultura, el arlequín y el toro, he querido simbolizar la esencia de lo que es y ha sido el coso tolosarra», precisó el autor.

El acto de inauguración contó con la presencia del entonces alcalde, Antton Izagirre, que agradeció al escultor la donación desinteresada de su obra. También estuvo presente el presidente de Toros Tolosako Zezenak y gran artífice de esta colección de esculturas, Antxon Elósegui, alma mater del intenso programa taurino y cultural que conmemoraró el centenario de la plaza, que se mostró emocionado y tuvo igualmente palabras de agradecimiento para el escultor, «amigo desde hace muchos años».

Tomás Hernández Mendizabal pudo recibir en vida el homenaje merecido del pueblo de Tolosa. Fue en 2018, y entonces dijo que seguiría colaborando con el carnaval «hasta que me muera si los tolosarras quieren». El artista falleció en diciembre de 2021, y ya había entregado el cartel de los Iñauteriak 2022, que finalmente, tras el levantamento de la suspensión decidida inicialmente tras la pandemia, anunció los carnavales de ese año, en la que fue la plasmación visible de su último trabajo artístico. El Ayuntamiento de Tolosa quiso mostrar su gratitud a la familia de Tomás Hernández Mendizabal. En 2022, con presencia de la entonces alcaldesa Olatz Peon y de concejales de todos los partidos políticos, más el propio Antxon Elósegui, los familiares del dibujante donostiarra recibieron un cuadro que reproducía todos los carteles carnavaleros que creó y donó desinteresadamente, desde 1969 hasta el último de 2022.

La iniciativa de contar en Tolosa con un importante circuito de esculturas contemporánea es, desde luego, meritoria y singular. Los impulsores de la idea -Antxon Elosegui, Mitxel Perales, Juan Garmendia Larrañaga, Iñaki Echeverria e Iñaki Epelde-, agrupados en el CIT, demostraron, gracias a su empeño, empuje y competencia, que es posible materializar importantes proyectos culturales al margen de las instituciones públicas.

¿Es posible la continuidad del circuito de esculturas en el futuro? El gran deseo de Antxon Elosegui era completarlo con una pieza de alguna mujer artista vasca de primer nivel. También se habló en su día con el navarro Javier Santxotena, y se barajó la posibilidad de que éste realizase una obra en homenaje a la música y los músicos tolosarras, una asignatura que queda 'pendiente'. Y, asimismo, se celebraron dos ediciones de 'Eskulturastea' (2012 y 2013), para acercar al pueblo la esencia de la escultura contemporánea. La colocación de una pieza de Manu Uranga en la 'Emakumeen Plaza', hoy desaparecida, fue una de las acciones visibles de aquella iniciativa.