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Las piparras más picantes triunfan en Ibarra
La tradicional degustación de guindillas y tomates reunió a cientos de vecinos y visitantes en la plaza el día grande de las fiestas
ANDER BALANZATEGI
Miércoles, 24 de agosto 2022, 18:46
Guindillas, fritas y encurtidas, y tomates conformaron el menú estrella del día de San Bartolomé en la plaza de Ibarra. Cientos de personas hicieron cola ayer ansiosas por adquirir sus raciones tras tres años sin poder disfrutar de la cita más multitudinaria de las fiestas. Mientras, en las cocinas habilitadas para la ocasión, baserritarras del pueblo sudaban la gota gorda para preparar sus productos. Vecinos y visitantes, en su mayoría residentes en Tolosaldea y alrededores, se mezclaban disfrutando del 'langostino de Ibarra', en ambas versiones, junto a un vino tinto. A las fritas se les notaba el toque salado y picante, que incitaba a echar mano de la bebida; mientras que las encurtidas estaban más suaves, pero con su toque de gracia provocado por los fuertes calores del verano. A los sabores que no defraudaron a los comensales, les acompañaba también el dulce y refrescante tomate.
Los butanos a todo gas y las piparras a remojo en el aceite hirviendo. Los cocineros las removían y las sacaban a los platos de plástico. Pío Peña, baserritarra local y uno de los organizadores de la fiesta, señalaba que con los fuertes calores las guindillas este año han adquirido un punto muy picante. Pero eso no fue problema ayer. «Si con mal tiempo la gente ha solido venir hoy con este sol nadie se queda en casa», comentaba Peña, que además recordaba las ganas acumuladas de tres años sin esta fiesta gastronómica en Ibarra.
Si bien el calor ha afectado a las guindillas dándoles más picazón, Peña destaca que los tomates, que gracias a los sistemas de goteo aguantan mejor las altas temperaturas, «han salido dulces». Eso sí, subraya que si no hubiera sido por ese sistema de regadío se habrían estropeado por la falta de agua de este verano.
El reparto comenzó a las 12.00 horas y se alargó hasta pasadas las 14.00 horas, para lo que Peña y compañía tenían preparados «205 kilogramos de tomates y 100 de guindillas».
«Las guindillas están más picantes este año por las altas temperaturas del verano pero el tomate ha salido más dulce»
Zubelzu Piparrak, Ibarlur Piparra Kooperatiba y Txumitxa organizaron la jornada gastronómica de ayer en Ibarra. A los veteranos como Peña les acompañaban sus hijos y chavales jóvenes del pueblo que quieren seguir celebrando días como los de ayer para que no se pierda una de las citas más deseadas del verano en Tolosaldea. Los alumnos del instituto Uzturpe, de Ibarra, que cursarán este año cuarto curso también se sumaron para ayudar. «Estamos recaudando dinero para el viaje de fin de curso y a cada persona que trabajamos hoy nos dan 35 euros», explica Saigots que cogía los platos de plástico con la raciones de tomates y los repartía entre los hambrientos comensales. También recogía los sucios que le entregaban para apilarlos a modo de torre. En frente, al otro lado de la valla, decenas de personas se arremolinaban para hacerse con su plato. «Se nota que la gente tenía ganas de disfrutar en Ibarra», reía mientras no daba abasto. Uno de sus compañeros, Luis, hijo de baserritarras, tenía ya bajo control sus quehaceres al ser su quinto año de trabajo. Pese a que confesaba que la noche anterior no le había dejado descansar mucho, resaltaba «el encanto» de ver tanta gente «disfrutando de los pimientos y las guindillas».
Con nota alta
La gente compraba sus boletos, se ponía a la cola y recogía puesto a puesto la comida y bebida. Primero las guindillas fritas, después las embotadas en vinagre y, por último, los tomates. También pasaban a por un vaso de vino tinto, que desde los fogones dicen que es lo mejor «para refrescarse». Los que salían de la cola con sus raciones eran personas de todas las edades, también jóvenes que no se quedaron en la cama tras una noche de fiesta intensa. Fue el caso de Ioritz, Txomin y Unax, tolosarras que probaron las guindillas y las calificaron con una nota alta. «Igual que en Tolosa hay costumbre de comer chorizo en fiestas a nosotros también nos gusta venir a probar las guindillas de Ibarra», comentaban. Eso sí, la afluencia de gente joven no fue muy cuantiosa y los tolosarras señalaban que la mayoría de gente aparecería en Ibarra por la noche.
No muy lejos se encontraba una familia, compuesta por vecinos de Ibarra y Tolosa, que había invitado a amigos de Madrid para disfrutar de los «langostinos de Ibarra». Este corrillo daba la clave para no quemarse con el 'fuego' de las piparras: «Primero miramos si está muy hecha o si tiene marcas blancas, que son signo de picor y, después, mordemos la punta, porque si te lo comes entera igual tienes que acabar con el vino de golpe», bromeaban.
El día de San Bartolomé, jornada grande las fiestas ibartarras, transcurrió hasta la tarde con mucho calor, un ambiente festivo muy esperado y una cita gastronómica que satisfizo los paladares de quienes se acercaron a degustar los productos locales. Las olas de calor y la escasez de agua de este verano no han supuesto un problema para el 'langostino', y, a pesar de estar un poco más picante, se comieron hasta agotar existencias.