Una Tamborrada de todos y para todos

La Tamborrada es especial para cualquier donostiarra y todos tienen el derecho de disfrutarla, de sentirse partícipes de ella. Este año más que nunca teniendo en cuenta que la inclusión se ha convertido en el eje y el motor por el que a la profesora de danza Isabel Verdini le han otorgado el Tambor de Oro 2024. Curiosamente, recibirá el reconocimiento en una semana en la que el Congreso de los Diputados ha aprobado sustituir la palabra «disminuidos» por «personas con discapacidad» en el artículo 49 de la Constitución. Una reivindicación histórica que al fin ve la luz.

La protagonista es una de las caras de este reportaje, en el que se muestra cómo la Tamborrada se ha convertido en un entorno integrador, amable y solidario en el que nadie queda excluido. EL DIARIO VASCO ha reunido a representantes de las tamborradas de ONCE, Matiazaleak y Eskaut Gia, junto a Isabel Verdini y algunos de los bailarines de su escuela de danza, en el epicentro de la fiesta, la Parte Vieja donostiarra, para celebrar que la Tamborrada es de todos y para todos, que no hay barrera ni obstáculo que pueda con la ilusión de cualquier donostiarra de vivir el Día de San Sebastián de la mejor manera posible, siendo parte del mismo.

La ilusión quedó reflejada desde el primer momento. Las ganas por el Día de San Sebastián llevó a los participantes a soltarse con la Marcha de Sarriegui durante la sesión fotográfica, muestra de que todo está listo para el gran día.

Isabel Verdini reconoce que «la ilusión puede con todo, también con el estrés» que acumula estas últimas semanas. Presume de que «lo bonito de este Tambor de Oro es la palabra inclusión y decirle a la sociedad que la diversidad es muy importante y hay que cuidarla y atenderla». Extiende su reconocimiento a los bailarines de Verdini: «Son parte del premio. Lleva mi nombre, pero cada trozo del tambor es de ellos porque hemos compartido lo bueno y lo malo». El de mañana será un día de los buenos, especial para ella, en el que «me dejaré llevar».

En esta sesión de fotos tan particular estuvo Isabel Verdini y algunos de sus bailarines, pero también componentes de compañías que desarrollan una importante labor social. Es el caso de ONCE, que tiene en Fernando Arrieta a su respon-

sable: «El primer año fue la leche, con muchos ciegos que no habían podido salir hasta entonces» y que tuvieron una posibilidad que ya no esperaban. Tanto es así que «la gente se emociona». Detrás hay mucho trabajo y dedicación para poder asegurar que «los límites están donde cada uno los quiere poner. Muchos tienen miedo, pero gracias al trabajo de mucha gente se consigue».

El empeño de ONCE para sacar adelante esta tamborrada ha sido importante. Andrea Parte, directora de ONCE Gipuzkoa, explica que «las personas con discapacidad son parte activa de nuestra sociedad y para Donostia esta celebración es muy importante». En este sentido, «hemos sido capaces de superar las dificultades, no hay barreras, y hemos conseguido una iniciativa muy bonita e ilusionante, dando más pasos en la inclusión total de las personas con discapacidad».

Uno de los componentes de la tamborrada es Imanol San Julián. Con una ceguera total, confiesa que tras cuatro años en los que participó en el colegio, «la oportunidad que me ha dado Fernando no la voy a olvidar en la vida». Reconoce que «estuve tanteando tamborradas y me viene abajo», siendo la de ONCE la que le ha dado la oportunidad de participar de nuevo en un Día de San Sebastián que «siento mucho, como el que más». Ni las dificultades para ensayar, ni las discapacidades de los integrantes (muchos ciegos y sordociegos) han podido frenar su implantación en la fiesta.

Sacar adelante las tamborradas requiere de mucho esfuerzo des-interesado. En la previa y también el día 20 de enero. Eugenia Fournier es voluntaria de Adinkide y participa del Día de San Sebastián con Matiazaleak. Oriunda de Argentina, «la Tamborrada es una manera inclusiva de incorporar a personas que no somos de San Sebastián». Una jornada que vive «con mucha emoción porque es lo que transmiten tanto pequeños como mayores». Su forma de agradecerlo es acompañar a personas con discapacidad en la tamborrada para demostrar que «todos pueden participar. No importa la condición».

Uno de los que más disfruta de esta tamborrada es Xabier Madina. Traje solidario de Matiazaleak, lo hace en silla de ruedas. No oculta que «cada año lo hacemos mejor» y agradece que «para nosotros supone una oportunidad de participar de la fiesta, no hay excusas».

Pero si hay una tamborrada que históricamente ha sido innovadora, esa es Eskaut Gia. Lucía Garay, una de sus representantes, reivindica que «la tamborrada nació integradora, lo que nos caracteriza es que todo el mundo es bienvenido». Con más de 15 años de experiencia en esta compañía, algunos tocando y otros dirigiendo, añora «el antiguo oncológico, que era nuestro punto de partida» y que servía para animar a todas aquellas personas que tenían que pasar un día tan señalado ingresadas. Además, «históricamente hemos parado en sedes sociales, no tanto en bares» en un largo recorrido que atraviesa los barrios de Egia, Gros, Parte Vieja y Centro.

Porque la Tamborrada es de todos y nadie debe perderse la experiencia de ser parte del día más importante de la capital guipuzcoana. No hay barreras. Gora Donostia!