Euskadi entra en el verano con el desafío de evitar retrocesos y dar por controlado el Covid

Se van ganando horas a la noche para el ocio, con la hostelería de nuevo abierta hasta las 02.00. Olvidados quedan meses con toques de queda que impedían andar por la calle sin causa justificada entre las 22.00 y las 06.00 horas. El cambio ha sido aplaudido especialmente por los más jóvenes, que no tienen que mirar el reloj para volver a casa. La noche del sábado, la primera, ya se notó. Muchos apuraron la fiesta hasta altas horas de la madrugada. La presencia policial para evitar el consumo de alcohol en la calle y los botellones, prohibidos, fue notable. También el incremento de los servicios de limpieza en zonas como la Parte Vieja o el muelle donostiarra que amanecían limpias de latas y botellas acumuladas en bolsas de basura. También lo celebraron algunas sociedades gastronómicas, donde se reunieron los amigos en las primeras cenas tras muchos meses.

Las vacunas son las que han conseguido que se pueda empezar a pensar en recuperar una vida prepandemia. En Euskadi se está citando para el primer pinchazo a las personas de 40 años y esta semana empezará, de más a menos, la década de los de 30. Más del 93% de la población mayor de 50 años ha recibido, al menos, una dosis. Los mayores de 70 tienen su pauta completa y el 54% de los de entre 50 y 59 años también. Sin embargo, entre las personas entre 60 y 69 años están inmunizadas el 35,4%, a la espera de completar las doce semanas de AstraZeneca. La campaña avanza hacia la inmunidad de rebaño, esperada para principios de agosto, y ya se anuncia que los estudiantes de 12 a 18 años serán vacunados antes de septiembre. La preocupación ahora está en la aparición de nuevas variantes; las autoridades sanitarias vigilan la afección de la variante Delta en Reino Unido y Portugal.

Euskadi se ha despedido de la cuarta ola de la pandemia con la esperanza de evitar retrocesos. Los datos han ido remitiendo desde mediados de mayo y presentan ya cifras similares a finales de julio del año pasado, buenas. Los últimos datos de nuevos positivos revelan 161 casos y la última tasa de incidencia era de 125 casos por cada 100.000 habitantes.

El sábado que viene será dará otro gran paso. Quitarse la mascarilla en el exterior. La medida ha sido acogida con satisfacción por la población, cansada de tener que llevar constantemente la protección buconasal.

En el interior de los recintos su uso seguirá siendo imprescindible, así como en lugares exteriores donde la afluencia sea muy numerosa. En Euskadi llevar mascarilla se hizo obligatorio en julio del año pasado y un año después empieza a desprenderse de ella.

Llegan las vacaciones y con ella los viajes y el turismo. En los últimos días se ha visto en Gipuzkoa mayor presencia de extranjeros por las calles. Aún no son muchos pero van poco a poco llegando, lo que aliviará la situación del sector hotelero que está a la espera de poder contar con un mayor número de reservas. Para quienes quieran salir al extranjero, a partir del 1 de julio el pasaporte Covid será el documento que acredite en la Unión Europea que o bien se está vacunado, que se ha superado la enfermedad, o bien se ha realizado una prueba diagnóstica negativa 48 horas antes en prueba de antígenos y 72 horas en prueba PCR. Este documento se puede descargar de momento solo vía online a través de la web de Osakidetza desde el pasado 9 de junio. En los primeros cinco días 31.424 los vascos se lo habían descargado. El departamento de Salud anunció que antes de la fecha señalada se habilitará la posibilidad de conseguirlo presencialmente sin concretar la fecha.

El aumento de aforos en exterior e interior dejará respirar a festivales, salas de cine, museos y teatros. Además, las citas deportivas recuperan al público al que tanto han añorado.