«Es inaceptable que matar a alguien salga más barato que un delito económico»

No se anda por las ramas y no duda en calificar a los conductores imprudentes de «delincuentes viales» y «asesinos en potencia», para los que la presidenta nacional de la asociación Stop Accidentes, Ana Novella, pide un endurecimiento de las penas. Porque «no puede salir más barato matar a una o varias personas al volante que un delito económico».

– ¿Sorprendida por el repunte tan significativo de delitos viales?

– La gente se ha desmadrado mucho tras la pandemia en todos los ámbitos, y la seguridad vial no es una excepción. Estamos volviendo a datos de siniestralidad y criminalidad viaria no ya de antes de la pandemia, sino de tiempo atrás.

– Desmadre que se traduce en conducir alcoholizado, drogado...

– Es espeluznante el aumento de casos de conductores a los que se pilla bajo los efectos de las drogas, porque se entiende que es más difícil de detectar ese estado que el de la influencia del alcohol. No me cansaré de repetir que el binomio coche y alcohol/drogas es un cóctel molotov total y quien lo hace es un asesino en potencia y, por tanto, debe ser tratado como delincuente vial. Pero no es el único riesgo, ni mucho menos. También los excesos de velocidad o estar pendiente del teléfono móvil, sobre todo al whatsapp...

– ¿Más educación o más sanción?

– La base de todo es la educación vial, porque eso lleva a la concienciación. Pero eso no exime de que haya que darle una vuelta al Código Penal y endurecer las sanciones. No puede ser que por matar a una persona en accidente haya un máximo de cuatro años de prisión. Cierto es que si hay varias víctimas puede llegarse hasta los nueve años, pero en ese caso, si alguien mata a cuatro personas, ¿a cuánto sale el muerto? ¿a poco más de dos años? Y eso si no hay eximentes. No es aceptable que matar a alguien al volante salga más barato que un delito económico cuando de lo que hablamos es de vidas humanas.

– ¿Son entonces insuficientes las últimas reformas en este campo?

– Apoyamos la línea de los últimos cambios, como que quede más definido cuáles son los delitos graves y no queden al arbitrio de los jueces, que deberían mostrarse también más concienciados con la gravedad de los delitos viales. O que se considere delito abandonar el lugar del siniestro. Se va avanzando, pero a un ritmo insuficiente.

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