«Me motivó mucho el factor dual, compaginar la uni con el trabajo»
«Hice el Bachillerato digamos que por inercia. Seguían todos mis amigos y yo no quería separarme de ellos, pero... La verdad es que estaba ... algo hastiado de estudiar», reconoce Asier Gordillo. Para frenar esa espiral de aburrimiento y desinterés por su formación, Asier decidió cambiar de aires y se matriculó en un Grado Superior de Mantenimiento Electrónico, «para poder trabajar cuanto antes y acercarme a cosas más prácticas, como la soldadura y las máquinas. No quería ver más bolígrafos y papeles», cuenta.
Publicidad
«Al principio me dio algo de vértigo ir a la universidad porque todo el aspecto teórico ya lo tenía bastante olvidado»
En su casa hubo división de opiniones. «Es verdad que a mi madre le dio un poco de pena que me metiera a FP», recuerda Asier. Por eso su ama se llevó una gran alegría dos años después, cuando su hijo le comunicó que iba dar el salto a la universidad. La decisión se aceleró tras una charla del Instituto de Máquina Herramienta de Elgoibar en su centro. «La verdad es que me motivó muchísimo el tema de la dual, lo de estudiar y trabajar al mismo tiempo», destaca. En ese momento es cuando pensó: «¿Y por qué no?». «No me costaba nada probar. Mi sensación era que iba a salir ganando en todos los escenarios», remarca este joven de 25 años. «Ya tenía el título de Grado Superior bajo el brazo y, además, unas prácticas garantizadas en la carrera», relata.
Desde otra perspectiva
Volver de nuevo a una dinámica ordinaria de estudio puro y duro «no me hacía especial gracia», reconoce. «Me daba un poco de vértigo el hecho de que muchas cosas teóricas se me habían olvidado ya», añade. Vamos, que le daba «pereza», pero cuando vio las asignaturas que iba a tener a partir de 2º del Grado Universitario de Técnico en Mejora e Innovación de Procesos y Productos, de pronto el horizonte se le despejó. Ya no había tantas nubes.
Asier ahora trabaja en la empresa Iraundi, en Bergara. «Acabé la carrera en junio. Ha sido un camino de siete años entre la FP y la universidad. Las cosas me han ido bien y estoy contento», señala orgulloso. Se siente realizado por haber aprendido «a entender y a hacer muchas cosas que me van a ayudar en mi carrera profesional». Por ejemplo, a participar en el diseño y en el funcionamiento de diversos productos, a colaborar con factorías para ayudarles a mejorar los procesos de fabricación... En este sentido, Asier remarca que en su trabajo se siente «seguro, porque yo ya he sido operario antes. Entiendo al trabajador al que debo ayudar, porque yo he estado en su lugar antes».
Publicidad
«Me siento seguro porque yo ya he sido operario antes. He estado en el lugar de la gente a la que ahora ayudo en el trabajo»
Desde junio, Asier es uno de los jóvenes altamente cualificados con los que cuenta Euskadi. Ese perfil técnico, profesional y avanzado que otorga una doble titulación en Formación Profesional y universidad le sitúa en uno de los escalafones más altos en los equipos de selección de personal de las empresas vascas y del resto del Estado. «Puede que ahora no, pero... A mí lo que me gustaría es montar una empresa. Podría ser una fundición de aceros», señala con rotundidad. «Tal vez por ahora solo sea una ilusión, pero es una idea que ronda mi cabeza desde hace tiempo», cuenta. Ahora su misión es la de «seguir aprendiendo en el trabajo».
Igualmente, haber accedido a la universidad desde la FP le valió a Asier para «entrar con otro punto de vista al de mis compañeros. Yo era dos años mayor que todos los demás y ya había estado trabajando. ¿Estaba más centrado que los demás? Sí, puede ser», defiende. Ahora, anima a otros a que sigan su ejemplo: «Es una bonita experiencia que es mejor aún si te la tomas sin presión. Hay tiempo».
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión