Un compromiso para no usar la IA en los exámenes y trabajos de la UPV
Código de ética. La institución académica aprueba un documento que pretende inspirar la conducta de toda la comunidad universitaria
El Consejo de Gobierno de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) aprobó este jueves el código de ética, un documento que no cuenta con precedentes en la regulación interna de la institución académica, y que servirá de referencia para toda la comunidad universitaria en sus actuaciones. Entre sus disposiciones, el código sostiene que el estudiantado debe asumir el esfuerzo necesario para la asimilación de conocimientos y la realización correcta de las pruebas de evaluación «sin copiar, plagiar y sin valerse de medios o estrategias incompatibles con la honestidad y el esfuerzo», en referencia a la tentación de utilizar en trabajos y exámenes la Inteligencia Artificial (IA) o futuras herramientas que propicien las nuevas tecnologías.
Según indicó este jueves la UPV, el código «quiere inspirar el comportamiento de todas las personas que estudian, enseñan, investigan o gestionan en su seno, así como informar la interpretación de todas sus normas y guiar en el futuro la toma de decisiones». Como se concreta en el texto, «no tendrá naturaleza normativa, sino el objetivo de inspirar la conducta de todas las personas que conformamos la comunidad universitaria, de sus órganos y de las personas que se relacionan habitualmente con éstas», pero tendrá el valor de «servir como criterio interpretador de las normas vigentes». El texto es fruto de más de dos años de esfuerzo en el seno de dos grupos de trabajo, que contaban con representación de todos los sectores de la comunidad universitaria.
El código especifica que la comunidad universitaria debe sujetar sus actuaciones a los siguientes valores: igualdad, libertad, verdad, respeto, servicio público y compromiso social, y sostenibilidad. Asimismo, declara el compromiso de la institución con la creación, crítica y expansión del saber; la formación integral del estudiantado; la contribución al desarrollo y normalización de la lengua y la cultura vascas; el impulso de la cooperación internacional; la integración de las personas con necesidades especiales; la paz, la justicia y la promoción de la convivencia democrática; y el desarrollo sostenible de la sociedad, con rechazo de todo tipo de terrorismo y violencia. La universidad también se compromete a garantizar la igualdad de mujeres y hombres, prevenir cualquier discriminación, y respetar la diversidad y la diferencia.
Docentes e investigadores
Además, se establecen normas de conducta referidas al personal docente e investigador, demandando que desarrolle su actividad «con rigor científico, honestidad y reconocimiento del esfuerzo y la colaboración, sin plagiar ni valerse del conocimiento ajeno de forma irregular».
Será la Comisión de convivencia de la universidad la que facilitará su difusión, impulsará una reflexión permanente sobre los principios éticos, aclarará las dudas que puedan surgir en su interpretación, identificará posibles deficiencias en los procedimientos, y analizará y recomendará actuaciones sobre conductas que sean contrarias a los preceptos del código.
La rectora, de la UPV, Eva Ferreira, señaló que el código es «un documento de enorme relevancia porque define los principios y los valores que deben inspirar a todas las personas que formamos parte de la universidad pública vasca. Hay que subrayar, además, que lo que acabamos de aprobar es el primer código de estas características de la Universidad del País Vasco y que documentos de esa naturaleza necesitan de un consenso sólido: en este caso, hemos conseguido un respaldo amplio, que abarca distintos colectivos y distintas sensibilidades».
Fraudes académicos en la normativa de sanciones
El nuevo código de ética no tiene carácter normativo, aunque sí que tendrá el valor de «servir como criterio interpretador de las normas vigentes». Algunas de ellas están contempladas en la normativa de sanciones de los estudiantes aprobada por el claustro de la UPV/EHU en julio de 2023. El texto incluye las novatadas, el plagio o los fraudes académicos, así como la discriminación, la violencia -tanto física como verbal-, la discriminación o el deterioro del patrimonio histórico y cultural como faltas muy graves, que pueden tener como consecuencia la expulsión durante un tiempo de las aulas.