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Lejos de convertirse en el escenario en el que dar el golpe de efecto que le propulsara hacia posiciones cabeceras, el Eibar volvió a sus habituales andadas lejos de Ipurua y regresó del Martínez Valero con el rabo entre las piernas y la décima derrota en su zurrón. Los armeros lograron mantenerse vivos pese al jarro de agua helada que supuso marcharse al descanso mientras los ilicitanos aún celebraban su primer gol, obra del joven guineano Sory Kaba.
Sin embargo, pese a que una ocasión de Guruzeta hizo albergar alguna esperanza de poder al menos igualar el marcador, una incomprensible expulsión de Carrillo en el minuto 71 tras ver una segunda amarilla estando ya amonestado desde inicio de la segunda mitad, precipitó el despropósito definitivo que se produjo cuando solo minutos después el Elche anotó un segundo tanto que al principio fue anulado por fuera de juego, pero que acabó subiendo al marcador.
Elche
Dituro; Álvaro Núñez, Affengruber (Diaby, min. 87), Bigas, Salinas; Nico Fernández, Febas (John Chetauya, min. 79), Nico Castro (Rodri Mendoza, min. 79), Yago de Santiago (Albert, min. 87); Agustín Álvarez y Sory Kaba (Mourad, min. 75).
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Eibar
Magunagotia; Cubero, Carillo, Arambarri (Alkain, min. 65), Cristian; Sergio Álvarez, Nolaskoain; Mada (Guruzeta, min. 65), Iván Gil, Antonio Puertas (Matheus Pereira, min. 65) y Jorge Pascual (Aitor Galarza, min. 80).
Goles: 1-0, min. 44: Sory Kaba. 2-0, min. 74: Nico Castro.
Árbitro: Galech Apezteguia (Comité navarro). Expulsó a Carrillo, del Eibar, por doble amarilla en el minuto 72.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 23 de la Liga Hypermotion disputado en el estadio Martínez Valero de Elche ante 18.211 espectadores.
Después de esperar hasta el momento de embarcar rumbo a Elche, Joseba Etxeberria no pudo incluir en la expedición a los cuatro jugadores que llevaban toda la semana entre algodones. De modo que Javi Martínez, Corpas, Bautista, y Martín Merquelanz terminaron completando por diversas molestias musculares el parte médico que el club publicó antes del partido.
En realidad, el elgoibarrés decidió realizar solo dos cambios respecto al último choque ante el Albacete, apostando por colocar a Sergio junto a Nolaskoain en la sala de máquinas, pese a que volvía a tener a Matheus Pereira a su disposición tras su ausencia en los dos primeros choques del año, y devolviendo a Cubero a la titularidad ocho jornadas después de su última participación ante el Burgos el 23 de noviembre.
El lateral vizcaíno asumió el protagonismo desde el mismo comienzo del partido, frustrando primero de forma muy oportuna una amenazante irrupción en el área de Yago de Santiago y colgando minutos después un centro al área que no se convirtió en su segunda asistencia tras la que regaló a Nolaskoain ante el Tenerife en Ipurua, porque Dirturo repelió de forma acrobática el cabezazo de Jorge Pascual.
Pero, pese a que la escuadra eibarresa fue capaz de arrebatarle la posesión que el Elche suele imponer en su feudo, las rápidas llegadas de los ilicitanos se fueron acumulando y, después de un par de tentativas que el delantero franjiverde Sory Kaba no pudo concretar, el guineano acabó poniéndole el lacito en el minuto 45 a un balón que le llegó rebotado tras una gran acción individual de un Nico Fernández que dejó atrás a Carrillo y coló un pase que ni Cristian ni Arambarri pudieron interceptar.
Un mazazo que, de primeras no hizo que el preparador azulgrana alterara la hoja de ruta que había diseñado, aunque el Elche, envalentonado tras haber encarrilado el choque, buscó con insistencia sentenciarlo.
Sin embargo, fue precisamente poco después, tras realizar un triple cambio en el que dio entrada a Guruzeta, Xeber y el esperado Matheus, cuando el Eibar comenzó a desintegrarse por completo.
Determinante, sin duda, fue la expulsión sufrida a un cuarto de hora del final por Carrillo, al que no se le ocurrió otra cosa que protestar una decisión del árbitro cuando ya había visto otra al inicio de la segunda mitad.
Y es que justo después de que cesaran sus baldías protestas, el Elche llegó como una exhalación hasta el área y Nico Castro hizo el resto perforando la portería eibarresa con un remate cruzado que, al principio fue anulado por un supuesto fuera de juego que el árbitro comprobó a instancias del VAR que no se había producido porque Peru Nolaskoain rompió la línea.
Ahí murió cualquier esperanza de que el Eibar pudiera retornar a casa con algo positivo, pese a que en los últimos minutos Etxeberria volviera a proporcionar unos pocos minutos al recién renovado ariete del filial Aitor Galarza, que no tuvo ninguna opción.
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