Los delitos en Semana Grande se mantienen estables mientras los detenidos suben un 145%

El balance de la actividad delictiva de la Aste Nagusia de este año arroja unas cifras totales prácticamente similares a las de 2019 y sustancialmente inferiores a las de 2018. Durante 2020 y 2021 no hubo Semana Grande como tal y, por tanto, los datos de denuncias no resultan comparables a las de esos años. Los dos cuerpos policiales han contabilizado un total de 350 denuncias en ocho días -de sábado a sábado, ambos inclusive-, un número prácticamente similar al de 2019 (349) y sensiblemente inferior al registrado en 2018 (504).

El hurto es el delito que se comete con más asiduidad en la ciudad ya que supone una de cada tres denuncias en el conjunto del año, pero en la Semana Grande alcanza la proporción de dos de cada tres infracciones penales. Este delito castiga a quien, con ánimo de lucro y contra la voluntad de su dueño legítimo, sustrae bienes ajenos «siempre que no medie fuerza en las cosas ni intimidación en las personas». Es el típico robo de carteras o móviles sin que el dueño se dé cuenta.

De los 350 delitos denunciados en la Semana Grande, 220 han sido hurtos, lo que supone el 62,85% del total. Con todo, la cifra ha descendido un 6,77% respecto a 2019 -236 hurtos- y un 40% respecto a 2018 -368-. Dentro de los delitos contra el patrimonio, han subido ligeramente los robos con intimidación -han pasado de 16 a 17- y los robos en interior de vehículo -pasan de 14 a 15-. Durante la Aste Nagusia de este año, sin embargo, no se ha producido ningún robo de vehículo, frente a los 3 que se denunciaron en 2019 y los 7 de 2018. Lo que sí han aumentado significativamente respecto a los años previos a la pandemia son los robos en vivienda. Este año durante la Semana Grande se han denunciado 13, cuando en 2019 fue solo un caso y en 2018, dos.

Las agresiones a particulares se han incrementado. En esta Semana Grande, se han registrado 18 denuncias, por 12 de 2019 y 13 en 2018. En este apartado están incluidas tres denuncias tramitadas por la Ertzaintza como intento de homicidio. También han subido las denuncias por resistencia o agresión a agentes de la autoridad (13), una tipología que en 2019 presentó siete denuncias y en 2018, ocho.

Las agresiones o malos tratos en el ámbito familiar se duplican al registrarse 11 denuncias cuando en 2019 fueron 5 y el año anterior, 4. En este apartado se incluye la agresión a una mujer en el paseo de Errondo durante la noche del 13 de agosto, presuntamente cometida por su pareja, que fue detenido e ingresó en prisión. En el apartado de los pinchazos, se han registrado dos denuncias formales, a pesar de que se investigan varios casos más.

En el apartado de delitos contra la libertad sexual, no se ha registrado ninguna denuncia por agresión sexual, una tipología que arrojó una denuncia en 2019 y 2 en 2018. En cuanto a los delitos contra la libertad sexual, se han presentado dos denuncias (ambas por tocamientos), cuando en 2019 fueron tres y en 2018, cinco.

La actuación policial conjunta permitió detener a 91 personas, un número muy superior al de 2019 (37) y 2018 (46). Otras 36 personas más figuran como «investigados no detenidos», frente a las 22 y 17 de los años anteriores. Estas cifras indican, según el concejal Martín Ibabe, «que el operativo de seguridad ha funcionado, ofreciendo una contención en los delitos denunciados y un fuerte incremento de las detenciones, lo que evidencia que la policía ha hecho bien su trabajo».