«Ha quedado muy bien, pero ¡ya era hora!»

Alas 12.45 horas se abrió este jueves el nuevo puente de Astiñene que conecta los barrios de Loiola y Egia. Tras casi cuatro años de retraso los primeros vehículos, bicicletas y peatones comenzaron a circular por sus carriles y aceras en medio de un fuerte aguacero que acompañó una apertura en el que no hubo ningún acto oficial convocado. Un Peugeot de color oscuro que subía hacia Egia fue el primer vehículo en estrenar este puente, el primero de la ciudad con trazado curvo. También saludó a los allí presentes, – operarios y responsables de Obras y Proyectos del Ayuntamiento–, el chófer del autobús de la línea 27, el primero de Dbus que pasó tras la esperada apertura.

Un pequeño grupo de ciudadanos también se congregó a esa hora en la parte del puente más cercana a Loiola para comprobar in situ que la apertura era una realidad. Con algunos de ellos habló DV.

«¡Ya era hora!», fue lo primero que dijo este donostiarra. «En mi opinión, se ha tardado demasiado en acabar. Desde luego, yo no entiendo que una obra que debía durar menos de 2 años se haya acabado haciendo al final en casi 4. Pero bueno... el puente ya está abierto y ahora nos toca disfrutar de él». Dejó para el final otra reflexión: «Creo que si hubiera sido una obra particular hubiera estado hecha hace 2 o 3 años, sin embargo como es una obra pública... no sé que pasa en esta ciudad, pero creo que las cosas tardan más en hacerse de lo que yo pienso que deberían tardar».

«Uso este puente a diario para ir a trabajar a Quirón. La verdad es que se me ha hecho muy larga la espera», cuenta.

«Cada vez que pasaba por la acera del puente viejo y veía las obras me preguntaba: '¡Ya acabarán algún día!'». Ayer acabó esa espera y con buena nota para Oihane. «La verdad es que ha quedado muy bien, está muy chulo. Si lo comparas con el viejo, que parece que se va a caer, hemos salido ganando».

En moto, cubierto y abrigado hasta arriba para protegerse de la lluvia, este egiatarra que pasa «por el puente de Astiñene a diario» afirmó que «es una mejora porque el viejo puente daba miedo, parecía que cualquier día se iba a romper». Sobre los retrasos, dijo que «se pueden llegar a entender, se habló de que la empresa que debía hacer la obra tuvo problemas, pero es un tema que ha creado preocupación en el barrio. La gente estaba bastante cansada».

«Había ganas de que se abriera el puente», señaló. «Esperemos que con el nuevo Astiñene no haya problemas de inundaciones. La sensación ha sido muy buena. La bajada hacia Loiola se me hecho más corta porque el puente empieza antes». Sobre el retraso reconoce que «ha sido un tema muy comentado, al menos en mi casa con mi aitas lo hemos hablado mucho».

A este loiolatarra también se le ha hecho «muy larga la apertura del nuevo puente. Es un tema del que se ha hablado mucho en el barrio, nos toca de forma directa». Recuerda que el viejo puente «estaba en muy malas condiciones» y que con la nueva conexión «ganamos en seguridad y comodidad. El viejo puente era para los peatones bastante inseguro. La acera era muy estrecha y si te cruzabas con alguien tenías que pisar la carretera. Solo por eso salimos ganando».

«Viviendo en Martutene he venido continuamente a ver los avances de las obras. También tomo potes en Egia y he seguido todo lo relacionado con el puente. Y la verdad es que ha quedado muy bonito pero se ha tardado una eternidad», señala. «¡Ni en la construcción del puente de San Francisco tardaron tanto. Pero siempre que sea para reforzar y reformar hay que estar contentos», afirma. «El otro estaba muy viejo, muy inclinado, cualquier día parecía que íbamos a ir para abajo. Cuando el nuevo puente esté acabado al 100% va a quedar muy bien».

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