La reforma integral del hogar del jubilado de la calle Idiakez costará 2 millones de euros

Es una intervención largamente trabajada con el propio hogar del jubilado y con diversos departamentos del Ayuntamiento. Los primeros se resistían a reducir el espacio disponible actualmente ante el gran uso que hacen de sus dependencias los 4.000 socios de la entidad. Los segundos exigían la plena adecuación de todas las dependencias a las diferentes normativas. La clave que finalmente permitió integrar todos los objetivos fue la cesión por parte de la Seguridad Social de un local en planta baja, de 55 m², pegado al hogar del jubilado, que en el pasado se usó por los servicios forales de Gizalde.

El hecho de las que las plantas superiores del edificio hayan cambiado de uso y hayan pasado de ser oficinas administrativas a convertirse en viviendas ha reforzado la necesidad de una profunda rehabilitación en el local. El hogar del jubilado tiene diferentes plantas intermedias en cinco niveles distintos, dispone de una única salida para un aforo muy superior a las 100 personas, presenta «deficiencias de seguridad frente al riesgo de incendios» y limitaciones en materia de accesibilidad, sus condiciones de luz natural son «muy pobres», «la eficiencia energética es muy baja» y además registra problemas de humedades en el sótano.

El proyecto, redactado por los arquitectos Javier Bueno Becerra y David Sánchez Bellido, permitirá pasar de 993 a 1.117 m² tras incorporar el antiguo local de Gizalde. Pese a estar las dependencias distribuidas en cinco niveles distintos, la reforma aborda la «rehabilitación funcional, ambiental y tecnológica» del local, y corrige las carencias que hoy presenta el hogar del jubilado, según el dictamen que será aprobado por el gobierno municipal. Habilita una salida de emergencia y un recorrido de evacuación alternativo en todas las plantas; incorpora una escalera protegida desde el sótano y actualiza las instalaciones de protección contra incendios; mejora las condiciones de accesibilidad universal al colocar la planta de acceso a cota cero, instalar un ascensor completamente adaptado e incorporar aseos adaptados con doble trasferencia; la zona de hostelería cambia de ubicación para permitir una altura libre de 3,5 metros; el proyecto potencia el aprovechamiento de luz natural mediante la incorporación de «nuevos paños de vidrio en la fachada y mamparas de vidrio en el interior»; mejora las condiciones de eficiencia energética al limitar el consumo de las instalaciones de ventilación, climatización e iluminación; y resuelve los problemas de humedad del sótano mediante la «remodelación de la solera y el drenaje del nivel freático».

El proyecto tiene el visto bueno del Departamento de Obras y Proyectos y cuenta con un presupuesto de 2.075.579 euros (IVA incluido), según indicó Juantxo Marrero. Se prevé su aprobación por parte de la Junta de Gobierno Local la semana que viene, posteriormente se sacarán las obras a concurso y se estima que los trabajos se inicien «a mediados del año que viene».