Primeros brotes verdes en el comercio donostiarra
Crisis ·
La demanda de locales vacíos crece un 25% en un año y hay calles de la milla de oro con ocupación total, síntomas del inicio de la recuperación de un sector que lucha por volver a la normalidad tras casi dos años de pandemia
Algo se mueve en el comercio donostiarra. La llamada milla de oro, cuadrante peatonal que forman las calles Getaria, Loiola, Arrasate y San Marcial, coronadas por la Avenida, ha visto cómo en 2021 volvía a concitar la atención de las marcas y sus locales comerciales, muchos de ellos vacíos desde hace meses, han vuelto a ser alquilados.
La disponibilidad de estos exclusivos escaparates ha caído un 60% de media en el último año, alcanzándose el 100% de ocupación en Getaria. Como si fuera una mancha de aceite, el efecto se ha extendido a otras zonas del Centro y algunos barrios, con un incremento medio del 25% en la contratación de locales libres.
Son, según los expertos, síntomas del inicio de la recuperación de un sector golpeado con crueldad por la pandemia. En estos ya casi dos años desde el inicio de la crisis sanitaria, la mayoría de los comerciantes han tenido que hacer frente a un cierre forzoso durante los meses del confinamiento domiciliario y posteriores reducciones de aforo, medidas dictadas con el objetivo de frenar los contagios que aún hoy siguen en vigor en el País Vasco.
Los carteles de 'Se alquila' desaparecen más rápido en el Centro (-27%) y Gros (-26%) que en Amara (-12%) o Egia (-7%)
Además de las consecuencias directas, hay otras indirectas que también han perjudicado la actividad comercial. La primera es el temor de muchos potenciales clientes a ir de compras por todo lo que ello conlleva: entrar en recintos cerrados, interactuar con otras personas, tocar puertas y prendas, meterse en probadores... El miedo al coronavirus se ha convertido en una barrera psicológica que condiciona el día a día de no pocas personas. Esta campaña de rebajas con menos movimiento de lo que era habitual hasta 2019 lo confirma.
La segunda es la caída del turismo, una de las patas sobre las que se apoya el negocio de los comercios donostiarras, principalmente los situados en el Centro y la Parte Vieja.
La tercera consecuencia indirecta de la pandemia es la explosión del comercio electrónico, una alternativa a la compra presencial que muchos consumidores han descubierto en estos últimos veintidós meses. Todas ellas juegan en contra del comercio tradicional, que ya arrastraba su propia crisis antes del Covid-19 por este y otros motivos.
El alquiler de locales vacíos marcó en 2021 registros desiguales según los barrios, aunque casi todos positivos. Así, en la milla de oro, además de Getaria, destaca el 94% de ocupación en la calle Arrasate, donde apenas quedan dos establecimientos libres de los siete que había en enero de 2021.
En Loiola, Avenida y San Marcial, la caída de la disponibilidad ronda el 40% de media, con cinco, cuatro y tres locales vacíos respectivamente. En total, de los 144 espacios comerciales que integran la milla de oro, solo están sin alquilar catorce, es decir, un 10%.
Ejes de compras consolidados
Los ejes de compras más consolidados, los denominados 'prime' –cuentan con mayor tráfico peatonal y tienen más posibilidades de convertir en ventas la clientela potencial que pasa frente a sus escaparates–, se ocuparon antes que los barrios en el momento en el que la vacunación cogió ritmo y volvieron las necesidades de compra y el turismo, que transita principalmente por estas áreas, explica Marcos Areizaga, de la Inmobiliaria Areizaga.
Los barrios están orientados a un segmento «más de conveniencia» –apunta– por lo que el efecto dominó que se inició con los tramos comerciales del Centro –cuya disponibilidad se redujo un 27%– se ha ido extendiendo «paulatinamente» a los barrios a medida que la actividad comercial recuperaba los «ratios normales» de tráfico peatonal. Así, la ocupación de locales vacíos ha subido un 26% en Gros, un 19% en la Parte Vieja, un 13% en el Antiguo, un 12% en Amara y un 7% en Egia.
Reacciones
Koldo Uriarte, 2uves
«Abrir una tienda es un acto de valentía»
2uves es una pequeña firma vitoriana con establecimientos en la capital alavesa y Logroño cuyo «sueño» era instalarse en la milla de oro de Donostia. «Inauguramos en mayo y la acogida ha sido buena», afirma su propietario, Koldo Uriarte, quien señala que abrir la tienda ha sido un «acto de valentía». «Vimos una oportunidad en plena crisis y aquí estamos», cuenta confiado en que pronto pase lo peor de la pandemia. «San Sebastián tiene un alto porcentaje de clientes de fuera y ahora cuesta viajar. Diría que estamos al 50% de lo que esto puede dar», explica.
Marcos Areizaga, Inmobiliaria Areizaga
«Los alquileres han bajado un 15%-20%»
«A principios de 2021, San Sebastián era un páramo. Aquí no venía a hacer las habituales rutas de prospección para buscar locales comerciales disponibles absolutamente nadie; ninguna marca local, ningún director de expansión nacional y mucho menos marcas extranjeras», recuerda el director de Inmobiliaria Areizaga, Marcos Areizaga, quien detalla que «más del 85% de los nuevos arrendamientos son con rentas escalonadas y en el tramo final los alquileres se han corregido un 15% de media en el Centro y un 20% en el resto de barrios».
Iñigo García, San Sebastián Shops
«El sector se halla en reconversión»
El gerente de la plataforma que aglutina a las asociaciones de comerciantes de la ciudad, Iñigo García, explica que el sector, «como la sociedad», se encuentra inmerso en un proceso de «reconversión» desde la llegada del coronavirus. Por ello, considera que es «muy buena señal» que algunas zonas comerciales vacías se vayan recuperando. Entre las preocupaciones de los comerciantes cita la pandemia, el «auge» de las ventas por internet, una «mayor» competencia y los «cambios previstos en la movilidad» para los próximos años.
Marisol Garmendia, concejala Impulso Económico
«Verano y Navidad han sido buenos»
La Sociedad de Fomento ha destinado desde 2020 más de 4 millones en ayudas al comercio, cifra que prevé incrementar este año. «Es uno de los sectores económicos que más empleo y riqueza genera en la ciudad y aunque el verano y la Navidad han sido buenos, seguimos con limitación de aforo e incertidumbre por la pandemia», apunta la socialista Marisol Garmendia, quien anuncia una próxima emisión de bonos descuento online y destaca que los donostiarras «se han concienciado sobre la necesidad de comprar en el comercio local».
Desde el Ayuntamiento reciben con esperanza la aparición de estos brotes verdes en el sector, aunque mantienen la prudencia porque «todavía se sienten» las consecuencias de la pandemia. «Este 2022 se presenta con buenas expectativas, si bien persisten las dudas por la evolución de la sexta ola», apunta la concejala de Impulso Económico, Marisol Garmendia, quien considera que la crisis sanitaria ha tenido como efecto «positivo» que la ciudadanía ha «redescubierto» el comercio local, «las tiendas de barrio que tan importantes son para la vida y la economía de miles de familias donostiarras».
La delegada socialista anuncia que la Sociedad de Fomento mantendrá su paquete de ayudas al sector en ámbitos como la formación y transformación digital, la contratación de mayores de 45 años y mujeres o la mejora de la economía circular de los comercios, además de apoyar al pequeño comercio de moda y colaborar en iniciativas como San Sebastián Moda Festival, el Día del Producto Local o los mercados que se celebran a lo largo del año.
