Apertura de paso de peatones en el Buen Pastor

«Vivíamos como encerrados; ahora nos da sensación de poder respirar»

Muchos estaban al tanto de la apertura de este paso, tras haber leído este jueves la información en DV, pero otros lo han descubierto sobre la marcha: se han topado con la novedad al pasar por el lugar.

La zona de obra del acceso al Topo lleva años bloqueando este transitado paso desde la peatonal calle Loiola a la plaza del Buen Pastor. Los responsables de los trabajos de la pasante ferroviaria han acometido una reordenación de la superficie de obra de tal forma que han podido liberar 20 metros de vallado, justo en el cruce mencionado. La zona de obra se ha ensanchado, absorbiendo el trazado del bidegorri, pero a cambio se ha partido en dos permitiendo el paso de peatones. El trazado ciclista se ha dibujado con un recorrido provisional, señalizado en amarillo por fuera del vallado. Los ciclistas ahora deben aminorar la marcha al encontrarse con un paso de cebra que garantiza la seguridad de los viandantes.

Las reacciones a la medida han sido unánimes: la gente ha vuelto a pasar por el lugar como si toda la vida hubiera estado abierto y a mediodía la zona estaba abarrotada de vecinos y turistas. Han encarnado Yabar no daba crédito a lo que veían sus ojos: «¡Bendito sea dios! Es un alivio que lo hayan abierto. Yo vivo en Arrasate 19 y mi amiga vive ahí, en la plaza del Buen Pastor. Con los años que yo tengo, era un engorro tener que dar la vuelta».

El Centro es una zona residencial muy envejecida y no han sido pocos los vecinos que este jueves se veían cruzar por este punto ayudados de muletas, bastones o andadores. Victoria, residente en Prim, comentaba agarrando su bastón que han vivido varios años «encajonados». «La apertura te da la sensación de respirar, te da otra perspectiva de la ciudad».

Begoña Miralles vive en Amara pero pasa mucho por este punto y le incomoda la prolongación del vallado durante tanto tiempo: «Esto parece la obra del Escorial», se quejaba. Valoró la apertura del paso porque ofrece «una mayor comodidad» y algo que a ella le parece muy importante: «Se recupera la vista de la catedral». Los turistas también han apreciado esta ventaja puesto que este jueves han vuelto a ser decenas los visitantes que han disparado sus cámaras desde la calle Loiola para captar la imagen del imponente Buen Pastor.

A Lucía no le pasó el cambio desapercibido. «Se agradece un montón que lo hayan abierto. Lo he visto esta mañana y me ha dado una alegría» decía al volver de compras. Ana Conde también vive en Amara pero es una asidua del mercado San Martín. «Me parece estupendo lo que han hecho porque antes había que dar toda una vuelta».